star-girl ✩ peter quill

➺ O2

Los sueños de Beatriz solían ser muy extraños e incluso había veces en las que llegaban a ser tan complejos que no sabía si estaba despierta hasta que escuchaba a uno de sus perros rascar la puerta para salir al patio. Incluso llegaba a escuchar cosas del exterior mientras dormía confundiéndola más. Pero nada se sentía como lo que sucedía en ese momento.

Sus ojos se acostumbraron poco a poco a la intensa luz blanca que le iluminaba siendo lo primero que notó de su nuevo entorno. Al girar la cabeza a su derecha y luego a su izquierda supo que no estaba ni cerca de la casa de campo familiar, es más, parecía estar en una versión moderna del Halcón Milenario.

Se sentó de inmediato en la superficie dura, sintiendo el frío contacto en las palmas de sus manos. Estaba sola. Giró para acercarse a la orilla y de un brinco llegar al suelo apenas haciendo ruido.

—¡Hey! Despertaste—ella se detuvo, observando al hombre que había aparecido del pasillo. Comenzó a retroceder por cada paso lento que él daba—me llamo Peter...no te haré daño.

Beatriz le recorría con la mirada de pies a cabeza, era atractivo. Su voz era suave, tranquila. Finalmente se quedó quieta dejándole llegar frente a ella.

—¿Cuál es tu nombre?

Sus labios se separaron con la intención de hablar pero su atención fue robada por la presencia de alguien más detrás de Peter.

—Es un mapache ¿con ropa?—dijo con los ojos abiertos de la impresión.

—No sé que dijo pero sonó lindo—respondió saltando de una a la mesa.

—Si despertó.

Esta vez era Beatriz quien estaba por saltar a la mesa. ¿El mapache hablando? Podía soportarlo. ¿Un hombre sin camisa de color azul con tatuajes rojizos? Eso era otro nivel. Lo único que hizo fue esconderse detrás de Peter.

—Les dije que esperaran ¡la están asustando!

—Corrección, Drax y su horrible rostro la asustaron, no yo—caminó hacia ella—oye Quill, dijiste que caímos en la tierra ¿porqué habla raro?

—¿No saben lo que es el español?—ambos la miraron.

—Suena a comida.

La joven dio un brinco gracias a Drax quien había aparecido a su derecha sin siquiera notarlo.

—Oh—Peter dijo pensativo—ósea que aterrizamos en...

—El centro de México—habló sin dejar de ver a Drax, arrinconada a la mesa junto a Rocket.

—Y de pura casualidad ¿no tendrán un compresor por aquí?—ella frunció el ceño ahora con la atención en el pequeño marsupial—soy Rocket, por cierto—le ofreció su pequeña mano, misma que tomó saludándolo—el feo que te asustó es Drax.

—Beatriz.

—Yo soy Mantis—dio otro brinco al notar que una chica con antenas y dulce mirada apareció—lamento haberte dejado inconsciente. Entré en pánico.

—Bea—interrumpió Peter, acercándose un poco más a ella—nuestra nave se averió y necesitamos esa pieza para poder salir de aquí. ¿Puedes ayudarnos?

¿Cómo negarse a esa manera? Asintió sin siquiera saber lo que era un compresor. O si seguía soñando.