➺ O9

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         Beatriz se puso de puntillas para poder tomar uno de los vasos de cristal que descansaban en la parte más alta de los gabinetes sobre la estufa; música sonaba por sus audífonos de color blanco haciéndole murmurar la letra de dicha canción mientras partía al refrigerador por la caja de jugo.







Se sentó en la silla del comedor vacío concentrada en lo que hacía así como cada miembro de su familia: sus primos y hermanos jugando un juego de mesa en el suelo junto a las escaleras gritando cada cinco segundos, sus abuelos viendo la telenovela comentando lo malvada que era la antagonista y su mamá leía un libro en el sillón junto a ellos. Sirvió el líquido anaranjado.







Toc toc.







Se quedó quieta con el vaso a medio camino. ¿Había sido parte de la canción o...? Le restó importancia para ahora sí beber.







Toc toc.








Sus ojos se abrieron de par en par al ver a Peter Quill en la ventana saludando, al lado de los niños divirtiéndose. De la impresión comenzó a toser gracias al jugo yéndose por otro lado ganándose la atención de los mayores que estaban también muy cerca de dicho cristal. Disimuladamente y mientras se daba leve palmadas en el pecho señaló con la cabeza la puerta trasera, gesto que su amigo entendió.








Sin decir nada salió corriendo de la casa quitándose los audífonos para dejarlos colgando de su cuello. Sus familiares se vieron entre sí confundidos. Pero como siempre, no duró mucho porque era Beatriz y Beatriz hacía cosas raras todo el tiempo.








—Perdón por casi matarte allá dentro—empezó Peter en voz baja—pero te necesito para una última cosa.








—Honestamente no sé en qué pueda ser útil.








—Nos has salvado dos veces en menos de 24 horas, date algo de crédito.








La sonrisa de lado que apareció en su rostro hizo que el corazón de Beatriz latiera como si hubiese bebiendo dos expresos seguidos, igual a aquella vez en la universidad. No hubo necesidad de decir algo más pues le comenzó a seguir una vez más hacia el conjunto de árboles.








—Oye, uh...puede que haya escuchado un poco de la plática que tuviste con tu mamá hace rato—ella le miró con el ceño fruncido, Peter oprimió el aparato detrás de su oído haciendo que su característico casco cubriera su rostro—tiene traductor.









—Ósea que...—el casco desapareció en cuestión de segundos—¿todo este tiempo pude hablarte en español en vez de hacer el ridiculo con mi inglés?









—¿Ups?—dijo encogiéndose de hombros algo apenado—es sólo que, no quiero ser entrometido ni nada pero la manera en que te habló...








—Ah, eso—bajó la mirada hacia las hojas y ramas que cubrían el suelo—pues tiene razón. Creo. No he hecho nada más que comportarme aún más fuera de lugar desde que perdimos a alguien muy cercano. Él me decía que era una estrella ¿sabes? Pero ni siquiera puedo mudarme de la casa de mis padres.








—Te entiendo—le miró por un momento, con curiosidad—mi mamá antes de morir también tenía un apodo especial para mí. Era su pequeño Star-Lord...—la nostalgia se manifestó en su sonrisa—hoy toda la galaxia me conoce de esa manera.








star-girl    ✩   peter quillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora