star-girl ✩ peter quill

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          —Bitácora número tres saludando desde no sé dónde esperando a que aparezca la banda que amenaza a este pueblito—se movió un poco del enfoque de la cámara para que pudiesen ser visibles las pequeñas chozas detrás suyo—a diferencia de la anterior donde les explicaba cómo Drax sacaba la suciedad de sus botas y Mantis les hablaba de los sonidos que hacen ciertas criaturas, hoy les presumo que tengo una nueva chamarra que me regaló Peter. Combina con la suya, me protege del fuego, cuchillas y baba de Sarlox, lo que sea que sea eso.

El atardecer anaranjado iluminaba al grupo que esperaba en las orillas de dicho pueblo con mirada al bosque. La llamada hablaba acerca de mercenarios que les gustaba saquear las provisiones de los indefensos aldeanos.

—Miren, aquí está Rocket—cambió la cámara para enfocar a Rocket sentado sobre un tronco caído limpiando su arma—él no lo sabe pero creo que se ve el doble de tierno con esa pistola que está de su tamaño.

—Te saltaría encima si te entendiera—habló Peter acercándose a ella con manos en la cintura observando los árboles. Rocket frunció el ceño en su dirección.

—El súper híper mega guapo y maravilloso Star-Lord—él sonreía—tienen la suerte de tenerlo como cuñado. ¿O no?

—Mejor que esos tontos Vengadores, niños.

Beatriz se unió al encuadre asintiendo. Después decidió bajar la cámara para guardar el celular en uno de sus tantos bolsillos en los pantalones. Peter apenas y le tomaba por la cintura cuando Gamora les interrumpió.

—¡Oigan! Dejen de toquetearse, aquí vienen—dicha oración fue suficiente para que todos estuvieran atentos al ruido del frondoso bosque.

—No nos estábamos toqueteando—aclaró sacando sus blasters—todavía.

El enfrentamiento terminó en menos de una hora; los seres tan amenazadores que describían resultaron ser del tamaño de Rocket y parecían los prototipos rechazados para el show de los Muppets. Una vez terminado y con el generoso pago en sus manos optaron por ir a la capital del planeta —donde dejaron la Milano— para buscar un lugar y cenar.

Caminaban delante de ambos Drax y Mantis, detrás Gamora y Rocket, Groot iba junto a este último. La ciudad era mucho menos avanzada que la anterior pero no dejaba de ser interesante para Beatriz quien iba del brazo de Peter más que nada para evitar perderse. Decidieron entrar a un restaurante no muy grande y sin muchas personas dentro.

—Ay no—Peter se dio media vuelta quedando de frente con Beatriz.

—¿Qué haces?—ella frunció el ceño.

—Esconderme, no quiero que...

—¿Peter Quill?

Una mujer de piel amarilla y coletas a lo Ahsoka Tano apareció detrás suyo cruzándose de brazos. El mencionado le miró pero retrocedió lentamente hasta quedar detrás de su novia. Parecía que se escudaba en ella y Rocket quien sólo veía el altercado.

—Hola, Ara. Cuánto tiempo...—habló entre risitas nerviosas.

—Si, desde que desapareciste de Tort y me dejaste allí varada—Beatriz enarcó una ceja apenas enterándose—¿y esta quién es?

La recorrió con la mirada de arriba a abajo. Cosa que no le gustó para nada. Le llegó a recordar a las más altaneras de la escuela y ya no estaba para aguantar nada de eso.

—Su novia—le sonrió aunque no con amabilidad mientras se cruzaba de brazos. Rocket imitó este último gesto haciéndole segunda—Beatriz.

—¿Tú?—reía con sarcasmo. Se dirigió a Peter—dijiste que yo era el amor de tu vida.

—Y tú que no tenías antecedentes criminales, creo que ambos mentimos ¿no? Ahora si nos disculpas...

Pese a que estaban alejándose de ella, la expresión en el rostro de Beatriz no se iba, menos la del mapache que negó siguiéndole. Incluso Groot le sacó la lengua y entrecerró los ojos sin perderle de vista.

—¿Ves que no bromeaba cuando dije que tú eras la novia más decente de Quill?—comentó Rocket uniéndose a la mesa redonda donde los demás les esperaban.

—Es verdad. Quill tiene un muy largo y raro historial de mujeres. ¿Te ha hablado de cuando salió con una a'askavariiana?—Peter fulminó con la mirada a Drax.

—No sé ni que es eso.

—Y es mejor que se quede así—sonrió sentándose a su lado.

—Tienen tentáculos y dientes de aguja.

—¡Mantis!—Beatriz le miró frunciendo el ceño confundida. Muy confundida.

—Ay si, ahora te da pena—se burlaba Rocket levantando el menú.

—No entiendo cómo eso pudo funcionar y no me interesa saberlo—sacudió la cabeza con disgusto.

—Créeme, es mejor así—le dijo Gamora detrás del menú—tu novio tiene cientos de historias igual de curiosas.

—Me imagino—dijo mirándolo.

Él sonreía tímidamente y se encogió de hombros. Beatriz no pudo evitar pensar en que su hermano estaría a carcajadas si supiera que andaba con alguien que parecía encajar en lo que tanto se reían un fuckboy...