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Cinco años podían irse en un abrir y cerrar de ojos como en la primaria donde Beatriz se dio cuenta muy tarde que ya estaba a nada de graduarse cuando apenas recordaba la emoción de empezar usar pluma en vez de lápiz. Pero también podían irse lenta y dolorosamente como lo habían hecho desde que Thanos cambió su vida con un simple chasquido de dedos y un guante brilloso.









Hola, mi amor.









Dijo mirando la cámara del celular que acababa de acomodar en el mueble, estando sentada en el piso frente a la cama. Su cabello castaño ahora llegaba casi a sus codos y su fleco desapareció al no haber sido arreglado durante todo ese tiempo. Se le notaba más delgada y las manchas oscuras bajo sus ojos seguían allí delatando sus hábitos de sueño que se mantenían desde entonces.









Rocket y Nebula están hablando con Natasha y los demás para las actualizaciones. Carol nos envió a una nave sospechosa que apareció en su radar pero resultó siendo un embarque basura. Otra vez pensamos estar cerca de encontrar algo.









Subió la rodilla para posar sus manos encima, soltando un suspiro.









Steve me llama casi diario para preguntar como me siento y estoy segura de que lo hace por petición de Rocket porque no soporta verme llorar. Dejé de contestarle la semana pasada.









Jugaba con el par de brazaletes en su muñeca izquierda, uno que fue regalo de su tío traído de un viaje que tomó al sur de país y otro que el pequeño Groot hizo con cables y una piedra brillosa que encontró por allí tiempo atrás.









Ni siquiera sé porque estoy grabando esto, creo que necesitaba hablar con alguien que no lo hiciera por compromiso. O hacerlo sabiendo que no recibiría respuesta...la cosa es que tuve un sueño anoche. Había dejado de tenerlos luego del primer año sin ti, sólo veía negro al cerrar los ojos. Como sea, tú estabas allí. Lucías exactamente como la última vez que te tuve en mis brazos. Tan guapo y perfecto como sólo a ti se te daba.









Limpió con la manga de su playera gris las lágrimas que mojaban sus mejillas.








Me decías que todo estaba bien y yo no quería despertar—cubrió su rostro con las manos por un momento—estoy muy cansada, Pete. Si sigo aquí es porque le hice una promesa a Rocket pero la verdad es que no sé cuanto más podré...










La pantalla se volvió completamente negra antes de poder terminar la oración. Soltó un pesado suspiro sorbiendo por la nariz volviendo la atención a sus uñas. Tomándose unos segundos finalmente decidió ponerse de pie para ir en búsqueda de sus amigos quienes recién cortaban transmisión en la mesa de operaciones.









—Oye, pensaba que podríamos ir a ese lugar que tanto te gusta en Xandar para cenar—le dijo Rocket siguiéndola con la mirada hacia la pequeña estación de cocina donde sacaba una soda del refrigerador miniatura—¿qué opinas?









—Seguro—sonrió mientras caminaba a la cabina.









El transcurso a dicho planeta era más largo del punto donde se encontraban por lo que aprovechó para limpiar su espada recargada en el marco del gran ventanal que daba vista al exterior. El objeto al que sacaba brillo tenía gran importancia para ella pues no sólo era letal su toque —no por nada se llama "Godslayer", algo así como asesina dioses en español— si no que cada que la empuñaba sentía que su anterior dueña estaba a su lado. Era de lo poco que le quedaba de Gamora.









Nebula apareció en el mismo sector de la nave observando la afilada navaja.









—A donde iremos no la necesitas—habló llamando su atención—creo que puedes pasar una noche sin rebanar a alguien.










—Tranquila—levantó el metal para mostrarle que ahora yacía sin resto alguno de suciedad—sólo no quería dejarla sucia, odiaría que se oxidara.









Se acercó al mueble donde solían descansar e incluso beber algunas veces para dejarla en una de las orillas sobre el colchón que les impedía sentarse en el metal directo. Durante la última media década Nebula había cambiado mucho, tan radical fue que hasta para alguien que fue criada por Thanos le parecía exagerada y algo aterrorizante lo violenta que Beatriz se volvió. No es que la conociera mucho antes del chasquido pero sabía que no era la misma. Lástima era lo que más sentía cada que le veía.









—Luces como si un orloni se hubiese peleado con tu cabello y se llevara la victoria—Beatriz se dio media vuelta viéndole sin mucha gracia en el rostro—ven aquí.









Le vio sentarse junto a la espada. Con un suspiro regresó sobre sus pasos para hacer lo mismo pero en el suelo entre sus piernas. El brazo metálico que Rocket le ayudo a mejorar pasó a formar un cepillo con el cual comenzó a peinar el cabello castaño de su amiga con suavidad.









—Cuando era pequeña, mucho antes de que Thanos me despedazara, Gamora y yo hacíamos esto cada que podíamos—contaba con cada cepillada—adornábamos nuestro cabello con flores que luego terminaban maltratadas en el suelo al entrenar. Era de mis cosas favoritas.









Beatriz permanecía en silencio limitándose a disfrutar la compañía y el gesto de Nebula. Eran contadas las veces en que se abría con ella por lo que fue grato escucharla.









—A Groot le gustaba regalarme flores lilas a cada rato, había veces en las que él mismo las ponía en mi cabello—continuaba la conversación mientras su amiga pasaba a dividir mechones para trenzarlos—luego creció y se volvió insoportable...lo que daría para volver a escuchar el pitido de su tonta maquinita.









—Supongo que a veces no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos—la castaña asintió sin moverse mucho—y también supongo que ya terminé.









Beatriz subió a sentarse a su lado tomando la espada para verse en el reflejo. No lucía nada mal con el par de trenzas uniéndose en la parte trasera de su cabeza, incluso por un momento llegó a sentirse normal.









—En mi defensa ha pasado mucho desde la última vez que lo hice—se excusó al notar que pasaba cada vez más viéndose.









—Me encanta—le miró con una sonrisa—muchas gracias.










Nebula asintió sin saber realmente como reaccionar en especial cuando cierta calidez le invadió. Esa era la auténtica Beatriz y estaba feliz de haberla traído de vuelta aunque fuese por un fugaz momento.

star-girl    ✩   peter quillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora