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Un mes había pasado desde la parada express en la tierra pero para Peter Quill parecían décadas. El rostro de Beatriz iluminado por la luna no dejaba su mente. Tampoco sus ojos cafés ni su recalcado acento latino al hablarle. Mucho menos la manera en que pronunciaba su nombre...sin darse cuenta y como lo estaba haciendo diario, revisaba los mensajes recibidos por la señal de la Milano en una de las grandes pantallas frente a la mesa donde regularmente planeaban las cosas.







Ninguna llamada en el registro de la señal especial fabricada por Rocket, justo como el día anterior o una hora antes.








—¿Qué está haciendo?—preguntó Gamora entrando al recinto.








Rocket se encontraba allí también, trabajando en sus explosivos como de costumbre. Ni siquiera se molestó en levantar la cabeza de sus piezas porque ya sabía exactamente lo que Peter hacía.








—Está deprimido—respondió—su novia de la tierra no lo ha llamado y la extraña.








—Yo también la extrañaría—se unió Drax dejando el par de cuchillos sobre dicha mesa—nos dio malcavisos.









—Son malvaviscos y no estoy deprimido—se dio media vuelta con las manos en la cintura.








—Pero no negaste la segunda parte de mi oración—se burló en un tono cantarín.








—¿Tienes novia?—Gamora se acercó hasta quedar enfrente suyo, recargándose en el borde de la mesa cruzándose de brazos—¿porqué no lo sabía?








—Por que no la tengo.








—Ajá, como si no hubiéramos visto los ojitos que se echaban—la mujer de piel verde miró a Rocket quien no desaprovechó la oportunidad de molestar a su amigo. Se llevó ambas patas a la cara y mirando al techo con una voz chillona siguió—¡oh, Beatriz! Con gusto me quedo a beber Doctor Reper contigo y tomar tu mano frente a la fogata.








—Muy bien, en primera, ¡yo no hablo tan agudo! Y en segunda, es Doctor Pepper no Reper. Ustedes son pésimos aprendiendo palabras nuevas.








—Así que su nombre es Beatriz—su compañera le sonrió cruzándose de brazos. Moría por saber más detalles sobre el secreto tan bien guardado de Star-Lord—¿es linda?








—Mucho—admitió casi al segundo.








—¿Y cómo porqué esperas que te llame?—Nebula preguntó, cruzándose de brazos.








—Me contó qué hay un grupo de supuestos héroes en la Tierra que nunca se hacen cargo de las cosas así que le dije que podría llamarm-nos en caso de que hubiera peligro.








—Entonces que no llame es buena señal ¿no?








—Probablemente—se detuvo por un momento—pero ¿qué tal si es lo contrario?








—¿Porqué no la llamas y ya?—todos miraron a Peter tras el comentario tan obvio de Gamora.








—¿Yo? Por que...estoy trabajando. Salvando a la galaxia con ustedes.








—Eres pésimo poniendo excusas, Quill—Rocket negó.








—No seas un cobarde—añadió Drax.








—Oigan ¿y cómo porqué estoy recibiendo consejos amorosos de ustedes?—rodó los ojos antes de irse al asiento de piloto.








Allí, frente a la galaxia llena de colores sacó el pequeño disco de su bolsillo donde lo mantenía cerca por si acaso. Miró por su hombro para asegurarse de que no hubiera nadie en la misma sección de la nave que él y decidió oprimir el botón.

star-girl    ✩   peter quillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora