➺ 72

934 175 24
                                    



Beatriz estiró sus brazos saliendo de la pequeña habitación sintiendo que acababa de recuperar el sueño perdido de los últimos cinco años. Ya estaba cambiada con una playera de manga larga gris, sus pantalones espaciales negros y el cabello arreglado en una coleta alta. Peter salió detrás suyo encontrándose a los demás dispersos haciendo cada quien lo suyo.





—Se te va a quemar el cerebro, escuincle—dijo acariciando la mejilla de Groot jugando en su máquina mientras pasaba enfrente suyo.





—Buenos días, tórtolos—Thor salió de la cabina con una sonrisa que no le gustó nada a Peter—no quise despertarlos así que fijé nuestro siguiente destino. De nada.





—Disculpa ¿quién te dio permiso de tocar mi nave?—habló poniendo sus manos en su cintura y una expresión seria.





—Nadie pero era una llamada súper urgente así que...





—Que conste que iremos sólo porque yo lo estoy autorizando—Nebula rodó los ojos desde la silla al escucharlo—¿a dónde dices que vamos?





—Yorag.






Como si se hubieran leído la mente, Rocket —quien pegaba algo con cinta adhesiva en la silla junto a Nebula— y Beatriz se miraron con una expresión que delataba su nerviosismo. El silencio por parte de su novia le hizo girar la cabeza.





—¿Hay algún problema, nena?





—Ninguno—dijo con prisa sonriendo para acercársele y besar su mejilla—¿qué quieres de desayunar?





El cambio de tema fue suficiente para que olvidara su gesto al seguirla a la pequeña cocina.





Todos los pequeños seres verdosos que no eran más altos que Rocket se amontonaron alrededor de la nave en cuanto aterrizó, mirando con curiosidad. La rampa apareció y Thor fue el primero en bajar.





El bullicio reemplazó el silencio. Los gritos de emoción ovacionando al Dios del Trueno llegaron a ser ensordecedores para Beatriz quien no ocultó el fastidio en su rostro especialmente cuando notó la actitud del rubio para con ellos. Era como ver a Justin Bieber fuera de algún recinto con niñas de voz aguda en los segmentos de entretenimiento en televisión.





—¡Saludos mis amigos!—aquella oración hizo que brincaran y levantaran los brazos—los Asgardianos de la Galaxia y yo estamos aquí para salvarlos.





Asgardianos de la Galaxia. Ella no entendía de dónde sacó tal nombre que ni siquiera tenía sentido, él era el único asgardiano además del novato nuevo. En parte culpaba a su ego al ser un Dios que todo recibía pero estaba decidida a no dejarlo ganar, en especial sabiendo lo que significaba aquello para Peter.





Siendo casi la última en bajar se posicionó entre su novio y la aparente celebridad cruzándose de brazos. Entonces la felicidad se convirtió en terror. Los aldeanos con sombreros de paja corrieron por todos lados como cucarachas huyendo de ellos. Star-Lord miró por detrás de la castaña buscando al temido ser que les asustó de muerte...ni siquiera se le cruzó por la cabeza que huían de quien lo abrazaba por las noches y le cantaba canciones de Shakira usando cualquier cosa a la mano de micrófono.





—¿Okay?—entrecerró los ojos extrañado por su comportamiento—el mensaje hablaba del sembradío cerca del río.





Marcando el paso fue el primero en avanzar haciendo que todos le siguieran hasta Thor que observaba a los seres dar vueltas por todos lados. Rocket alcanzó a Beatriz y con jalar su chaqueta le hizo bajar el ritmo para quedarse hasta atrás del grupo.





—Aunque eso fue muy gracioso, creo que no se les ha olvidado tu cara—dijo, luego bajando la voz al continuar—o más bien lo que tú hiciste. Deberías decirle a tu hombre antes de que se entere y...no manches.





Rocket se detuvo mirando detrás de Beatriz al muro de barro. Giró para hacer lo mismo. Había un póster pintado a mano de su rostro con una X en rojo encima y letras que parecían más garabatos.





La tensión se duplicó y permaneció hasta llegar a los inmensos campos verdes donde una especie de maíz rosado era cultivado. Al fondo había un río dividiendo los sembradíos mismos que parecían haber sido arrancados de raíz brutalmente. En medio una gigantesca estatua de Thor dorada.





—Por eso quisiste venir ¿eh?—negó Rocket cruzándose de brazos.





—Es una gran coincidencia que haya salvado a esta aldea hace unos años—caminó alrededor de la estatua admirándola—ni siquiera recordaba que fuera de-





En cuestión de segundos dicha estructura fue devorada por lo más parecido a una ballena de color rojizo que salió del suelo llevándose a Thor en el acto.





—Por fin se calla—dijo Beatriz suspirando, entonces miró a su novio quien ya tenía los blasters en sus manos—¿de verdad tenemos qué?





—Pues...—se encogió de hombros pensándolo un segundo—ugh, ya qué.






Poniéndose el casco despegaron del suelo para unirse a sus compañeros. Unos cuantos disparos y puñaladas más tarde fueron capaces de hacer caer al animal. Thor se arrastró de entre las visceras levantando el pulgar con una sonrisa.





—¡Excelente trabajo, Asgardianos!—exclamó levantándose con dificultad.





—Tú no puedes decir eso—Peter descubrió su rostro—¡excelente trabajo, Guardianes!





El par continuó discutiendo estando tan distraído de lo que sucedía con Beatriz: un grupo de aldeanos con armaduras improvisadas lograron electrocutarla dejándola inconsciente para poder amarrarla en tiempo récord y llevársela sin que lo hayan notado.

star-girl    ✩   peter quillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora