"Desearía que me amaras de nuevo, como ayer."
Donde Lee Minho engaña a Han Jisung, pero cuatro años después se reencuentran y reviven viejos recuerdos que podrían dar lugar a un nuevo comienzo juntos o ser el cierre de un ciclo tortuoso para ambos j...
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Lee Minho
—¿Y ya tienes traje para la boda? —preguntó mi hermano mientras ambos disfrutábamos del desayuno.
Había llegado a casa para desayunar con él. Esperaba ver a mamá, pero al parecer había salido temprano con unas amigas.
—No —negué—. Pensaba ir a comprar uno hoy.
—¿Necesitarás que te acompañe?
—No te preocupes, yo iré solo —mastiqué un pedazo de pan.
No planeaba solo ir a comprar un traje para la boda, quería visitar a mis amigos y despejarme un rato. Así que, tan pronto como terminé de desayunar, me despedí de Felix.
Y como había llegado a casa en taxi, mi hermano me dió las llaves de uno de los carros que había en casa, de la camioneta.
Las calles de Seúl siempre me parecieron bonitas durante las mañanas, cuando ya el tráfico había disminuido notablemente y el tránsito era más fluido.
No tenía en mente un lugar en específico para comprar el traje que usaría para la boda, de hecho no sabía dónde poder comprar el traje. Así que decidí ir primero a visitar a mi amigo, Bangchan Ya luego vería como convencer a Changbin para que viniera con nosotros.
Al llegar al hospital que administraba la familia de Chan, me dirigí hacia el escritorio de la recepcionista.
—Buenos días —saludé—. ¿Sabe dónde puedo encontrar la oficina del doctor Christopher Bang?
—Buenos días caballero, ¿tiene cita programada?
—No, no vengo por una cita médica con el doctor, es por motivos personales —la señorita me miró insegura—. Dígale que Lee Minho quiere verlo, por favor.
—¿Minho? —preguntaron a mis espaldas, rápidamente me giré encontrándome con Bangchan.
—¡Qué gusto verte! —me abrazó y le correspondí gustosamente.
—Lo mismo digo —sonreí.
—¿Cuándo llegaste? Me hubieses avisado, ven vamos a mi oficina —habló, pero antes de caminar miró a la señorita y nuevamente habló—. Enfermera Yoon por favor cancele todas mis citas de hoy.
La enfermera asintió y Chan tomó mi muñeca, luego fuimos hasta el ascensor que nos llevó hasta el piso en donde se encontraba su oficina. Al llegar me hizo pasar de primero, tomé asiento en uno de sus sofás y él en el que estaba en frente.
—¿Por qué no me mandaste un mensaje? Así hubiese sido más fácil para ti pasar —preguntó Chan mientras abría una botella de agua.
—Cambié de celular cuando llegué a Londres y no guardé los números anteriores, lo siento —admití apenado.
