"Desearía que me amaras de nuevo, como ayer."
Donde Lee Minho engaña a Han Jisung, pero cuatro años después se reencuentran y reviven viejos recuerdos que podrían dar lugar a un nuevo comienzo juntos o ser el cierre de un ciclo tortuoso para ambos j...
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Lee Minho
Justo cuando me sentía un poco más en paz, regresamos a casa luego de pasar dejando a Bangchan.
Al entrar a la sala de la casa, vimos a nuestra madre con la mirada perdida en la chimenea. Luego, noté que mi abuelo estaba a la par de ella. No podía estar pasando, no ahora.
Felix se detuvo abruptamente, y yo sentí que mi corazón se aceleraba. El aire se volvió tenso al instante.
—Abuelo —dije, tratando de mantener la calma en mi voz—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Mi abuelo, el patriarca de la familia Lee, levantó la mirada hacia nosotros. Su expresión era imperturbable, casi gélida.
—Minho, Felix —saludó con voz firme—. Te recuerdo que esta es mi casa —aseguró—. Pero también quería hablar de algunos asuntos importantes.
Mi madre se giró hacia nosotros con una expresión de preocupación. Felix y yo intercambiamos una mirada, sabiendo que esto no auguraba nada bueno.
—¿Qué asuntos? —preguntó Felix con cautela.
—Asuntos familiares —respondió nuestro abuelo, su tono dejaba claro que no admitiría ninguna resistencia—. Minho, quiero hablar contigo en privado.
Sentí un nudo en el estómago, pero asentí. Sabía que no tenía otra opción. Felix me lanzó una mirada de apoyo antes de que siguiera a mi abuelo hacia el estudio.
Una vez allí, mi abuelo cerró la puerta y se volvió hacia mí, sus ojos penetrantes fijados en los míos.
—Minho, sé que viste a Jisung hoy —dijo, sin preámbulos.
—¿Qué tiene de malo eso? —respondí, tratando de mantener la calma—. Jisung y yo tenemos una historia, y estoy tratando de aclarar las cosas.
Mi abuelo frunció el ceño.
—Sabes muy bien lo que pienso sobre ese asunto. Jisung es una distracción. Es un obstáculo para tu futuro y el de esta familia.
—Eso no es justo —protesté—. Jisung no ha hecho nada malo. Todo esto es por tus malditos prejuicios.
Mi abuelo me miró con una frialdad que me hizo estremecer.
—Es mi deber proteger a esta familia. Y si eso significa tomar decisiones difíciles, lo haré —demandó—. Además, ya he hablado con el señor Park. Roseanne, su hija, volverá pronto, y quiero que consideres seriamente la posibilidad de casarte con ella.
Me quedé sin palabras por un momento. La ira y la frustración burbujeaban dentro de mí.
—No puedo creer que estés tratando de controlar mi vida de esta manera —dije, mi voz temblando de indignación.
Mi abuelo se acercó y puso una mano firme en mi hombro.
—Escúchame bien, Minho —suspiró—. Si se te ocurría seguir viendo a Jisung, pues borrate esa idea porque sino destruiré su vida. Tengo los medios y la influencia para hacerlo. ¿Realmente quieres cargar con esa culpa?
