CAPÍTULO 20

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Lee Minho

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Lee Minho

Finalmente, la fecha de la boda había llegado.

Los invitados ya habían llenado el extenso jardín, y estábamos a la expectativa del inicio de la ceremonia. La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación, con un murmullo constante de conversaciones y risas llenando el aire.

La casa y el jardín estaban decorados con elegancia, adornados con flores blancas y rosas, creando un ambiente de ensueño. Las luces suaves iluminaban cada rincón, reflejando el amor y la alegría del momento.

Mientras esperaba en la entrada, vi a amigos y familiares saludarse, algunos abrazándose después de no haberse visto en mucho tiempo. Había una sensación palpable de unidad y felicidad compartida, algo que solo se experimenta en ocasiones tan especiales como esta. Sin embargo, yo no me sentía feliz del todo. Aunque Rosé aceptó acompañarme a la boda, y también venían con nosotros Felix y mi madre. Ese sentimiento de incomodidad no podía sacármelo de la cabeza.

De repente, el murmullo disminuyó cuando la música empezó a sonar suavemente, indicando que la ceremonia estaba a punto de comenzar. Los invitados tomaron sus asientos, y el jardín se llenó de una expectante quietud.

Me moví junto a Rosé hacia una de las sillas, sintiendo la emoción crecer con cada paso. Vi a Soojin radiante en su vestido de novia, lista para caminar hacia el altar. Su prometido, de pie al frente, la esperaba con una mezcla de nerviosismo y alegría en su rostro.

La música cambió a una melodía más solemna y hermosa, señalando el momento en que Soojin comenzaría su camino. Todos los ojos se volvieron hacia ella mientras daba sus primeros pasos, el vestido blanco fluyendo alrededor de ella como un sueño.

Cada paso que daba era un testimonio de su fuerza y determinación, y al mirar alrededor, pude ver que no era el único con lágrimas en los ojos. El amor y la admiración en el jardín eran tangibles, y cada persona presente compartía en el júbilo de ver a Soojin alcanzar este hito tan importante.

Cuando finalmente llegó al altar, su prometido le ofreció su mano, y juntos se volvieron hacia el oficiante, listos para comenzar la ceremonia.

Sin embargo, mi mundo se detuvo por un par de segundos cuando vi a Jisung sentado entre la multitud, acompañado por Wonwoo. Esto no podía pasarme, no hoy. Me tensé inmediatamente y pude ver cómo Rosé me miraba un poco sorprendida.

—¿Te sientes bien? —murmuró.

—Claro, solo es la emoción, ya sabes —sonreí fingidamente para luego carraspear y acomodarme en mi lugar.

Rosé tomó mi mano y la acarició levemente. Aunque no éramos algo más que amigos, en el poco tiempo que llevaba conociéndola, me había agradado más de lo esperado, incluso ya la consideraba una amiga.

HEARTBEAT • 𝐌𝐈𝐍𝐒𝐔𝐍𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora