CAPÍTULO 32

40 2 0
                                    

Lee Minho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lee Minho

El café que me habían servido humeaba, el calor escapando en pequeñas volutas que ascendían en espiral hacia el aire frío de la oficina. Lo dejé a un lado, esperando que se enfriara un poco antes de poder beberlo. Aún con los dedos acariciando el borde de la taza, mi mente no estaba en el café, sino en los correos que seguían acumulándose en mi bandeja de entrada. Cada notificación me recordaba la creciente presión a la que estábamos sometidos.

Estaba sentado en la oficina de Changbin, un refugio temporal que me permitía evitar a toda costa cruzarme con mi abuelo. No quería enfrentarme a él sin un plan sólido, sin alguna forma de contraatacar. Aquí, al menos, tenía algo de paz, aunque fuera momentánea.

Félix estaba por llegar. Necesitábamos hablar del problema que teníamos entre manos, uno que se hacía cada vez más grande conforme los días pasaban. El golpe que mi abuelo estaba preparando contra nuestra estrategia empresarial se estaba gestando a una velocidad alarmante, y si no lográbamos maniobrar rápido, perderíamos todo lo que habíamos construido. Yo, Félix, incluso Rosé... todos estábamos metidos en esto hasta el cuello.

—¿Qué pasa por tu cabeza? —La voz de Changbin me sacó de mis pensamientos.

Me giré para verlo. Estaba de pie junto a su escritorio, observándome con los brazos cruzados. No necesitaba decir mucho; con solo mirarme, sabía que algo andaba mal. Él había sido testigo de demasiados momentos de tensión entre mi familia y yo como para no darse cuenta cuando algo no estaba bien.

—Todo, supongo —respondí, exhalando un suspiro largo y pesado. Pasé una mano por mi cabello, sintiendo la tensión acumulada en mis hombros—. Este maldito juego de poder entre mi abuelo y nosotros... No sé si vamos a poder salir de esta.

Changbin se acercó y se sentó en la silla frente a mí. Tomó un sorbo de su propio café, que ya estaba lo suficientemente frío para beber, y me observó con una mirada que mezclaba compasión y firmeza.

—Sabes que tu abuelo siempre ha sido un jugador astuto, Minho. No va a rendirse fácilmente, y menos ahora que ve que estás tomando control de la empresa. Pero no estás solo en esto. Félix, Rosé, Jisung, Bangchan, incluso yo... estamos aquí para apoyarte. —Sus palabras eran sinceras, pero también realistas. Sabía que, al final, yo era quien tendría que dar la cara y tomar las decisiones más difíciles.

—Lo sé —respondí, asintiendo lentamente—. Pero no puedo dejar de pensar en todo lo que está en juego. No es solo la empresa... Es mi vida con Jisung. Él está en el centro de todo esto, aunque no lo quiera admitir. Mi abuelo no va a detenerse hasta asegurarse de que lo pierda, y no sé cuánto más puedo soportar antes de que empiece a afectar nuestra relación de nuevo.

Changbin dejó su taza en el escritorio, cruzando los brazos mientras me miraba con intensidad.

—Entonces, ¿qué piensas hacer? ¿vas a dejar que tu abuelo controle lo que haces con tu vida personal también?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

HEARTBEAT • 𝐌𝐈𝐍𝐒𝐔𝐍𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora