CAPÍTULO 12

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Han Jisung

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Han Jisung

El gimnasio estaba lleno de energía y ruido mientras los equipos de voleibol se preparaban para el partido. Me senté en las gradas, tratando de mantener la calma, pero no podía evitar sentirme tenso. Mi mirada seguía volviendo a Minho, quien estaba en la cancha, preparándose para el juego.

No podía dejar de pensar en nuestro encuentro anterior, en cómo había rechazado su dinero y cómo eso lo había afectado. A pesar de la multitud y el bullicio, mi mente seguía atrapada en ese momento, en sus ojos llenos de herida y confusión.

El partido comenzó y traté de enfocarme en el juego, pero mis pensamientos seguían volviendo a Minho. Lo observé moverse con agilidad y destreza, liderando a su equipo con determinación. A pesar de todo, no podía negar lo talentoso que era en el deporte.

De vez en cuando, sentía que nuestras miradas se cruzaban, aunque fuera solo por un segundo. Cada vez que eso sucedía, mi corazón latía más rápido, recordándome lo complicado que era todo.

Durante uno de los tiempos muertos, Minho se apartó del grupo; parecía frustrado y agotado, como si estuviera luchando contra algo más que solo el partido. Me quedé observando, sintiendo una mezcla de compasión y culpa.

El juego continuó y, finalmente, el equipo de Minho ganó. Los vítores y aplausos llenaron el gimnasio, pero yo me sentía desconectado de todo. Mientras el equipo celebraba, me levanté de mi asiento y comencé a dirigirme hacia la salida. Necesitaba aire fresco, necesitaba pensar.

Cuando salí al exterior, la brisa fresca de la noche me golpeó el rostro, despejando un poco mis pensamientos. Caminé hacia un rincón tranquilo del campus, buscando un lugar donde pudiera estar solo por un momento.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo y lo saqué, viendo un mensaje de Seungkwan.

"¿Todo bien? No te vi después del partido."

Respondí rápidamente, asegurándole que estaba bien, pero que necesitaba un poco de tiempo para mí mismo. Apreciaba la preocupación de mis amigos, pero en ese momento, necesitaba estar solo.

Me senté en un banco cercano, mirando las estrellas mientras mis pensamientos volvían a Minho. La forma en que había intentado comprar mi silencio, la humillación y el dolor en su mirada cuando lo rechacé. Había sido un acto impulsivo, pero uno del que no me arrepentía. No podía dejar que el dinero comprara mi dignidad.

Mientras me sumergía en mis pensamientos, escuché pasos acercándose. Giré la cabeza y vi a Seungkwan y Shuhua caminando hacia mí, con expresiones de preocupación en sus rostros.

—Jisung, ¿qué pasa? —preguntó Shuhua, sentándose a mi lado.

—Nada, solo... muchas cosas en la cabeza —respondí, tratando de sonar convincente.

HEARTBEAT • 𝐌𝐈𝐍𝐒𝐔𝐍𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora