Capitulo 4

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En la casa de los Wang, Ziteng veía algo diferente a su hijo, un brillo muy peculiar y especial en su mirada, era la misma que este tenía la primera vez que había logrado realizar la sopa de raíz de loto a la perfección.

Lo recibió con los brazos abiertos y un beso en su frente, el siempre lo había recibido así con mucho amor, solo eran ellos dos por el momento.

Después de cenar, cuando estaban ambos haciendo la limpieza en la cocina, Ziteng cuestiono a su hijo, el no soportaba más la intriga de saber que había sucedido de nuevo en el día de su hijo.

Leoncito – así le decía cuando quería preguntar al, el castaño ya veía venir la pregunta de su papi.

Si dime papi – respondió con una tierna sonrisa el castaño.

Que paso en tu trabajo el día de hoy mi niño, veo ese brillo en tu mirar, aún más fuerte del que siempre tienes al venir a casa.

Papi, sabes conocí a alguien – empezó a recordad el castaño en la hora de su almuerzo el momento tan bonito que había pasado al lado del conejito A-Yuan.

Oh por Dios – grito feliz Ziteng – mi bebé a conocido a alguien, dime cómo es esa niña – el no le demostraría a su hijo que ya sabía que era gay, el castaño pensaba que su padre sabía era bisexual, el esperaría que su hijo le contará con confianza.

Los ojos de ambos se abrieron en sorpresa, el castaño porque si papi lo que había pensado, el esperaba que el tuviera una pareja quizás y el no podría darle ese gusto.

A él nadie lo quería, el había tenido un sentimiento por un chico en la universidad y cuando estaba a punto de confesársele, el escucho como este planeaba con otro una apuesta solo para follarselo y botarlo luego.

Esa parte de su vida tuvo una gran marca en el corazón del castaño, tenía miedo volver a sentir algo por alguien, había pasado meses llorando y casi no comía, cuando le contó a su padre este estuvo a punto de ir a la cárcel.

Ya que por casualidades del destino ese día, esa persona llegó a comer a la fonda del león, al saber quién era Ziteng lo saco a puros golpes de su negocio, no le importaba quedar mal ante la gente pero de su bebé nadie se burlaba.

No le importaba si terminaba preso, pero el defendería con uñas y dientes a su leoncito.

No papi, es un niño – susurro el castaño viendo hacia abajo y jugando con sus dedos.

Un niño – se alegro el mayor, pensaba esa era la oportunidad para que su hijo le confesara su orientación sexual.

Si papi un niño de cinco años – hablo entusiasmado el castaño, haciendo que la sonrisa de Ziteng se borrara por un momento.

El se había emocionado, el pensó que su hijo había encontrado una pareja, el anhelaba que su leoncito tuviera alguien mas que el para compartir su vida.

Sin que su hijo supiera, el muchas veces lo escucho llorar en su habitación cuando cuestionaba a las deidades que si el sería un ser solitario toda la vida, Ziteng también sufría por su hijo, sabía que solo su amor no era suficiente para sanar su corazón.

Pero al ver la sonrisa de su hijo, la emoción con que menciono al niño, la sonrisa volvió a sus labios, quizás no había ganado un yerno, pero al parecer se convertiría en abuelo antes que en suegro.

Y como se llama ese niño leoncito, puedes contarme – el también le brindo esa emoción a su hijo para que se abriera con el para contarle.

Es un hermoso niño papi, sabes parece un conejito por su dientecitos frontales, su pelito es negro, sus mejillas regordetas, sus ojitos marrones brillaban de felicidad y se volvían medias lunas al reír.

Sonreía y hablaba muy feliz si hijo, al parecer ese niño vendría a sanar el corazón triste de su hijo, esos ojos miel brillaban como el sol en la mañana, con todo su esplendor.

Me hace recordar a ti cuando pequeño mi niño – Ziteng sonrió al ver las mejillas sonrojadas de su hijo, el sabía que esa era la reacción de Yibo cuando se le daba un cumplido.

Papi – susurro avergonzado el castaño – pero sabes el y yo tenemos algo en común papi – algo en el corazón de Ziteng se apretujo al ver cómo se borraba la sonrisa de su leoncito.

Porque lo dices mi niño.

Porque el y yo no tenemos mamá, solo tenemos unos papis que son nuestros súper héroes papi – el castaño se lanzó a los brazos de Ziteng sonriendo con todo su corazón.

No mi amor, te aseguro que para ese padre al igual que a mí, ustedes son nuestros motores para luchar y seguir adelante mi niño, así que dime cuándo voy a conocer a mi nieto – Ziteng sonrió en silencio esperando el grito al cielo de su hijo.

Papiii – grito sorprendido el castaño.

Que mi niño, si tú lo tienes en un lugar especial, porque yo no lo puedo acoger cómo mi nieto mm – movió sus cejas pícaramente, haciendo sonrojar al castaño.

No se papi, prometimos volvernos a ver, sabes almorcé con el, pobre su pancita hacía ruido no había comido desde la noche anterior dijo, le dejé el otro toper con rollitos para su padre y para el también papi – dijo tristemente.

Wow mi niño, espero puedas verlo pronto y tráelo a comer mi niño, tienes un enorme corazón hijo, las deidades te premiarán con un buen esposo – dijo y dio la vuelta rápidamente hacia su habitación.

Dejando a su hijo con la boca abierta como pez fuera del agua y su rostro sonrojado como un tomate.

Papiiii!!!!

Fue el grito de sorpresa y avergonzado que Ziteng escucho esa noche de su hijo camino a su habitación.

El día siguiente muy temprano, cuando Ziteng se levantó se sorprendió que su leoncito ya estuviera cocinando, lo veía tan feliz porque era raro que el madrugada, estaba hasta tarareando una canción.

Veo que ese niño te hace muy feliz hijo – hablo Ziteng causando que a su hijo por poco se le caerá el plato con verduras salteadas que llevaba hacia el comedor – perdón leoncito, buenos días hijo – se acercó ayudarle con los platos.

Buenos días papi – respondió dulce el castaño abrazando a su papi y dándole un besito en la mejilla con una dulce sonrisita – como amaneciste, pudiste dormir bien anoche – entrecerró sus ojitos con lo que su padre dijo anoche se imagino este ya sabía sus gustos amorosos.

Más que bien, dormí como un niño, más al saber que pronto conoceré un nieto y quién sabe si un yerno – le encantaba ver sonrojado a su hijo.

Papi tu – respondió viendo hacia el suelo – tu sabes que me gustan los chicos – cuestiono preocupado, pensando su papi lo iba a regañar y reprochar por no querer una niña como esposa.

Ziteng sonrió ladinamente y se acercó más para abrazar a su hijo y acariciar amorosamente su espalda.

Eres mi niño consentido leoncito, como creer que no lo sabría, si yo te eh criado desde chiquito, te conozco mejor que nadie.

Lo supe desde que eras un niño, quizás no recuerdas pero en una ocasión cuando viste a un niño con cabello azabache me dijiste, papi el será mi esposo cuando grande.

Oh por Dios, yo dije eso papi – decía escondiendo su rostro en el cuello de su papi.

Si mi niño, me hiciste prometer que no te dejaría casar con ninguna niña, esos son momentos que nos mantienen humildes mi niño, momentos secretos para ambos – Ziteng no paraba de reír al ver a su hijo como tomate y con un pucherito en sus labios.

Lo siento papi, si te defraude con eso – susurro suavemente el castaño.

No mi niño, quiero que algo quede muy claro entre nosotros, tu no me decepcionas, te amo tal como eres, para el amor no existe edad ni genero, el amor es amor mi niño, solo quiero verte siendo feliz.

Te mereces una gran familia con muchos hijos y un buen esposo que te ame, te cuide como yo lo eh echo mi niño.

Quedó claro, aparte ya lo veía venir, hay otro secreto que aún no te eh dicho, pero creo que será en otro momento, porque no quiero llegues tarde a tu trabajo.

Ok papi, gracias pro tu comprensión, tu apoyo y tu amor papi – lo volvió abrazar y ambos desayunaron juntos.

Antes de irse el castaño llevaba una bolsa aparte con comida, en esta ocasión llevaba tres Topper de sopa de raíz de loto.

Una para su conejito y la otra para el papá conejo, como lo había descrito el conejito A-Yuan.

Al llegar a la empresa, puedo escuchar los comentarios de sus compañeros que habría un nuevo empleado.

Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora