Capitulo 24

374 80 11
                                    

Este con lágrimas en sus ojitos dorados, había dado el sí, Min le coloco el bello anillo de diamantes en su dedo anular de la mano izquierda y lo levanto dándole una vuelta y dándole un beso.

Todos empezaron a gritar en celebración, estaban muy contentos por sus anfitriones.

Aunque las travesuras del pequeño A-Yuan no se hicieron esperar, haciendo sonrojar a sus dos papis.

Papi, cuando vas a pedirle a mami que se case contigo, así como lo hizo el abuelito Min – había reprochado a su papi con un pucherito y sus bracitos cruzados en el pecho.

Xiao Zhan término ahogándose de la impresión por lo dicho por su hijo.

Mi amor dame tiempo y te lo prometo solo debo hacer cambiar de parecer a tu mami – había susurrado en su oído para que el otro no escuchará.

Había sonreído también al ver ese hermoso sonrojo en las mejillas del castaño, haciendo acelerar aún más su corazón enamorado.

Los tres se acercaron a felicitar a los mayores.

Mami, papi felicidades – los abrazo fuerte el castaño dándoles un besito en sus mejillas – apúrate papi ya quiero mi hermanito – susurro a ambos el castaño.

Mocoso engreído, ya te quiero ver cuando yo pida más nietos – pellizco sus mejillas Ziteng, provocando que el castaño hiciera un pucherito.

Xiao Zhan y A-Yuan estaba sonriendo al ver cómo se estaban comportando esos dos.

Felicidades papá y mamá, les deseo lo mejor del mundo, esperamos sea pronto verlos unidos en matrimonio – sonrió poniendo su granito de arena para avergonzar a los mayores.

Gracias papá conejo, nosotros también ya queremos verte en matrimonio hijo – movieron sus cejas pícaramente.

Muy pronto, muy pronto – decía entre sonrisas el azabache.

Xiao Zhan había echo hasta lo imposible para conquistar al castaño, ya había confesado su amor en una ocasión pero este lo había rechazado.

Se sentía desesperado, el anhelaba tener en sus brazos al castaño, consentirlo, hacerlo suyo, quería que todo el mundo supiera que tenía dueño.

En especial ese tal Luo Yunxi, que le estaba sacando canas verdes, era como si supiera lo que el sentía por el castaño.

Ese día el azabache haría un intento más, quería saber si realmente tendría una oportunidad oh debería darse por vencido.

Gouzaizai – volvia a llamarlo amorosamente el azabache – porque no quieres darme una oportunidad, dime qué más tengo que hacer para demostrarte que realmente te amo – cuestiono preocupado el azabache.

Zhange – hablo entrecortado el castaño – soy yo el que tengo miedo – suspiro profundo.

Tu no debes demostrarme más de lo que has hecho por mi Zhange – coloco sus manos en el rostro del contrario y le brindo una tierna caricia.

El azabache tenía sus manos alrededor de su pequeña cintura, acariciando suavemente.

Zhange, tu me defendiste de todos mis compañeros, me has cuidado siempre, quizás piensas no me di cuenta de que alguien me sigue.

Lo hice y se que tu me has protegido sin que yo lo supiera, también me has hecho volver a confiar en las personas – sollozo fuerte.

Ssh tranquilo amor – susurro suave abrazándolo y acariciando su espalda el azabache – esperaré todo el tiempo necesario gouzaizai.

Gracias Zhange, te prometo que haré todo lo posible por ya no tener miedo – se alejo de el y limpiando su rostro.

Xiao Zhan no le soltó la cintura lo tenía aun agarrado de ahí – no tienes porque presionarte gouzaizai, prometo esperarte todo el tiempo necesario – suspiro dándole un beso en su frente.

Gracias Zhange eres tan lindo conmigo – le agradeció amorosamente, el también estaba enamorado del mayor.

Le encantaba su cortejo, la manera en que lo trataba, la manera tan especial que lo hacía sentir.

Pero cuando estaba dispuesto a darle el ok, su mente, su subconsciente lo hacía recordar aquella ocasión en la universidad.

Podría ver el amor que el azabache tenía por el.

Es por eso que sin decirle a nadie había empezado a ir a terapia.

Había Sido uno de los consejos que le dio su jefe Liu Hai Kuan, con el que se había vuelto un poquito más cercano a el.

Le recomendó un buen psicólogo, su hermano Liu Ayanga, quien lo atendió bien y empezaba ayudarle.

Su trauma no se basaba solo en esa ocasión.

Había otra experiencia mucho más fuerte que lo hacía desconfiar de las demás personas y tenía miedo que lo abandonaran de nuevo también.

A los pocos meses fue su última sesión psicológica y se sentía bien, sentía que se había quitado un gran peso de encima.

Se sentía renovado, como si fuera otra persona, había también empezado a recibir clases de defensa personal.

Había podido ver cómo un carro negro con dos personas lo seguían desde hacía mucho tiempo.

Así mismo había visto que habían otras dos personas aparte de su Zhange, de su conejo que lo protegían.

Muchas ocasiones se cuestionó quienes eran esos que querían hacerle daño y así mismo también quienes eran los que lo protegían.

Varias ocasiones vio a su compañero Luo Yunxi, protegerlo de lejos, en una de esas fue a la oficina de recursos humanos y le agradeció su gesto.

Por más que le suplico le dijera quien era la otra persona, este se volvió reacio a decirle, no le quedó de otra más que tomar clases de defensa personal por cualquier cosa.

También había Sido sugerencia de su psicólogo y el había tomado ese consejo.

Su mami siempre decía el que agarra consejos llega a viejo y el quería envejecer al lado de sus papis, de su Zhange y a si mismo de su conejito A-Yuan.

Su psicólogo le dijo que debía enfrentar esa situación difícil que estaba pasando y perdonarse así mismo si quería ser feliz.

Amar y ser amado, pero si el mismo no se sabía amar no había como el pudiera decir que amaba a alguien más.

Sin saberlo el castaño que las deidades oh el destino le demostrarían ese mismo día, que el azabache realmente estaba dispuesto a todo por él.

Iba caminando hacia su casa con una sonrisa en sus labios, había pasado por una joyería recogiendo unas cadenitas que había mandado hacer para todos.

Dónde se podría poner una foto de la persona importante, para ellos.

Pero las cosas nunca salen como uno realmente quiere.

Uno hace planes pero del destino tiene otros previsto para el.

Su mente iba llena de momentos tan hermosos y felices que habían vivido los cinco juntos.

Por más que su papi Min no quería mudarse a su casa hasta que se casará con su mami, no lo pudo lograr.

Entre el y el conejito A-Yuan había logrado convencerlo que se mudaran con ellos.

El mayor no se hizo el de rogar y se había mudado con ellos, el aún conservaba su habitación.

Pero habían días en que iba a quedarse con su conejito A-Yuan, para darle privacidad a sus papis.

Como les había cambiado la vida, antes solo eran su mami y el, pero las deidades se apiadaron de ellos y llegó su papi hacerle compañía.

A demostrarles lo que era sentirse amados y protegidos por alguien más.

Luego por una recompensa del cielo a sus vidas había llegado un ser maravilloso que les alegraba la vida junto con su papá conejo.

Se sentía pleno, sentía que si era momento que tuviera que partir al cielo, lo haría sin remordimiento.

Estaba preparando una sorpresa para su Zhange, si antes el era quien había echo hasta lo imposible para que el correspondiera sus sentimientos.

Ahora sería el quien le demostraría cuanto lo amaba de verdad.

Sus terapias habían ayudado para que ese miedo que el sentía, se esfumará y eso lo hacía sentir bien, lo hacía sentir feliz, lo hacía sentir libre.

Pero al llegar a su casa pudo notar a otra persona ahí.

Sintió como su mundo se venía abajo, como su mundo se desmoronaba.

Al ver cómo este apuntaba con un arma en la cabeza de su mami, al parecer su papá Min no estaba en casa aún y tampoco su Zhange.

Quizás era mejor así, porque el estaba dispuesto a dar su vida por su mami.

Ahora entendía porque se sentía así tan pleno, tan libre como el viento, sería posible que hoy llegaría el día que tendría que partir con sus abuelos maternos al cielo.

En una ocasión su mami le comento que sus abuelitos habían muerto cuando el aún era un bebé, el siempre quizo tener abuelitos que lo consintieran pero no iba poder hacer su sueño realidad.

Lo que si le dolería era no poder despedirse de su papi Min, de su conejito A-Yuan y el no poder confesarle su amor a su Zhange.

Pero su mami era lo más importante y valioso que tenía en esta vida y nadie podría hacerle daño alguno, mientras el estuviera aún con vida.

Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora