Capitulo 19

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Esperaba poder formar parte de esta hermosa familia, se sentía como en sus viejos tiempos, dónde aún sus padres estaban vivos.

Vio una nueva caseta de su Bodi, esas sonrisas tan radiantes que iluminaban su día a día, pero aquí lo veía en todo su esplendor.

Aquel joven serio y frío que había conocido días atrás no existía en estos momentos, veía a un niño feliz, un niño lleno de amor y paz.

El no podía quitar la mirada de ese hermoso rostro, parecía aún mas etéreo, el también con solo verlo tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Estaba tan ensimismado observando al castaño que jugaba con su bebé conejito que no se percató que dos adultos mayores que el lo observaban con una sonrisa pícara y de complicidad también.

Salió de su trance al percatarse de dos miradas sobre el, se sonrojo, quería que la tierra se lo tragara cuando vio a Ziteng moverle sus cejas pícaramente y esa sonrisa que conocía a la perfección.

Era la misma sonrisa del castaño cuando haría una travesura con su conejito, ahora entendía de dónde venía la belleza y la sonrisa de medio lado de su Bodi.

Perdón – había susurrado entre labios a los mayores cuando lo había agarrado con las manos en la masa.

No te preocupes cariño – había respondido Ziteng.

Por lo visto los sentimientos de su hijo sería correspondidos, pero el aún no había tenía esa plática con su hijo.

Le había echo la promesa al conejito A-Yuan, pero en medio de la sorpresa que le tenían a esos dos no había podido tocar ese tema con su hijo.

Lo tendría que hacer hoy, le urgía porque por lo visto su nieto había logrado sacar mucho.

Ya que cuando lo abrazo recién llegados le susurro entusiasmado en su oído que tenía mucho que contarle.

Luego del desayuno Min, A-Yuan y el azabache fueron al jardín en petición de Ziteng.

El con su bebé león se quedarían a limpiar la cocina, más que todo el quería tener un momento a solas con su hijo y tocar ese tema.

Ambos estaban con una sonrisa en los labios al ver por la ventana como el pequeño A-Yuan tenían corriendo a dos hombre detrás de él con una pelota.

Ambos se parecen mucho no crees mi niño – susurro dulcemente el mayor.

El castaño suspiro por inercia – si mami, los dos tienen una linda sonrisa.

Dime mi amor, ese corazoncito aún late por ellos.

El se puso sonrojadito su mami lo conocía a la perfección, pero el era un denso que no se daba cuenta de los pequeños coqueteos que el azabache había tenido con el días atrás.

Al mismo tiempo ni se percató de la mirada tan llena de amor que este le había dado hace unos momentos.

Pero sus papis si sé percataron y sino le daban una pequeña ayudadita su futuro yerno podría darse por vencido.

Pero entendían a su bebé, no era fácil confiar en alguien, luego de una experiencia que lo deja traumado a uno.

Si mami, pero – mordió su labio inferior.

Pero que mi amor, dime confía en mamá – Ziteng tenía ojitos preocupados sabía a dónde quería llegar su leoncito.

Tengo miedo mami, el tuvo esposa, el no creo que le gusten los chicos, aparte no puedo olvidar lo último que pasó con Lixian – sus ojitos se pusieron acuosos al recordar esa ocasión.

Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora