Capitulo 7

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Que acaso no puedo, acaso solo mi hijo podrá conocer a su abuelito y yo que, si es abuelito de mi hijo, tendría que ser mi padre no – decía molestando a las dos personitas importantes para el.

En poquito tiempo el castaño ya había empezado hacer mecha en su corazón también.

Ok joven Xiao, entonces vendré temprano a recoger al conejito A-Yuan – sonrieron los tres al mismo tiempo.

Tres corazones que se empezaban a sentir en sincronía, quizás ese era su destino, encontrarse y curarse ambos, las demás personas veían tal imagen como una familia muy feliz.

Muchos conocían a uno de ellos, al niño ya empezaban a verlo algo seguido por ahí, el policía que cuidaba el parque siempre estuvo pendiente del niño y también que nadie molestará al castaño cuando lo veía con un libro en mano.

Ok creo que mi hora de irme a llegado – empezó a empacar sus cosas, saco otro toper para dárselos al niño – A-Yuan  mira te traje unos Wantán y otros rollitos de primavera, también unas galletitas se las entrego aparte para que puedas refaccionar y cenar mi conejito – sonrió tiernamente al niño.

Mientras tanto el corazón del azabache estaba por salir, por primera vez se cuestionó sino era nada malo tener mejor un esposo a estos años de su vida.

Esos pequeñitos detalles en su primer día de conocer al castaño lo estaban haciendo sentir lo que no había sentido ni por su difunta esposa, ni la otra chica con la que había salido años atrás.

Suspiro profundo, sus ojitos al mirar al chico frente a él parecía difundir muchas emociones y entre ellos el amor quizás era el que más empezaba a sobresalir.

Se sobresalto al escuchar como su hijo lo movía, para sacarlo de su trance, ya que el castaño le había hablado varias veces y no le había podido responder.

Papi, papi despierta que gege bonito ya se va – decía reteniendo su sonrisita el niño, al parecer había echo un buen trabajo al presentarlos.

Podía notar como su papi había quedado anonadado con la belleza de ángel que había buscado para que fuera su mami.

Aah, aaah, pe..perdón – decía avergonzado el azabache.

No se preocupe joven Xiao, nos vemos aquí a las seis y media mañana para recoger A-Yuan – sonrió sonrojado.

Claro que sí gege bonito, cuídate mucho y gracias por el almuerzo y lo que me trajiste, huele riquísimo – elogio el niño.

Gracias a ti pequeño conejito, por gustarte lo que cocine con mucho amor para ti – le dio un toquecito en su naricita al estar a la misma altura que el niño.

Tu..tu cocinas – cuestiono sorprendido el azabache, esa sopa tenía, que su madre lo perdone, pero tenía mejor sazón que la sopa de su mami.

Así es joven Xiao, yo cocino, porque no le gustó la comida – preocupado cuestiono al mayor.

Queen, me encantó esta deliciosa, mejor que la sopa que hacía mi mami – le respondió sonriendo.

Que me alegro, hoy si tengo que irme hasta mañana – tomo su bolsa y salió caminando hacia la empresa.

Mientras en el parque dos personitas no le quitaban la mirada al castaño hasta que desapareció de sus vistas ambos suspiraron nostálgicos.

Hermoso – susurraron ambos al mismo tiempo luego de suspirar.

Se observaron y volvieron a sonreír, sentían que con esa personita cerca de ellos sentían que estarían completos, quien sabe lo que la vida les tendría preparados.

Mientras en otro lado estaban dos personas discutiendo un plan en medio del almuerzo, de cómo hacer para poder comprar otro local la gente ya no cabía en la fonda el león.

Deberías comentarle a Yibo, amor – susurro el pelinegro – sabes que el te apoyaría, el tenía un proyecto similar, recuerdas cuando lo comento.

Si amor, pero sabes que mi bebé, necesita también esos ahorros, los míos no me alcanzan – decía desanimado Ziteng.

Ziteng era un hombre que provenía de una familia de dinero, sus padres les habían heredado a ambos hijos parte de su herencia cuando murieron.

Pero hubo un pequeño problema según, Wang Jhonny hermano mayor de Ziteng y este le quitó la herencia a su hermano, echándolo de la casa haciendo en cuenta que estaba muerto para él.

Se dedicó a cuidar a su hijo, que no tuvo tiempo para enamorarse, pero cuando su hijo estaba en el colegio conoció al profesor Jian Min, del cual se enamoró a primera vista.

Pero ante todo ponía la seguridad y el amor de su pequeño leoncito, no quería que esté creciera con burlas de parte de sus amigos si supieran que su padre tenía una pareja hombre.

Así que escondió sus sentimientos, pero el maestro de su hijo, no se dio por vencido, siempre estaba cerca de ellos, el fue quien le ayudo a su hijo para avanzar unos años más de educación.

Venía casi todos los días a comer a su fonda, cuando su hijo estaba en la universidad el otro era su compañía.

Hacía un par de meses después que su bebé león se graduará, el profesor Jian Min le confesó sus sentimientos de nuevo y está vez Ziteng le correspondía.

Estaban viviendo un momento muy bonito, ambos nunca se había casado, eran unos inexpertos en el amor, pero poco a poco aprenderían.

Ziteng quería hablar con su hijo, pero aún sentía nervios, tenía miedo que su hijo rechazará su relación.

Mi amor, cuánto te falta, yo puedo darte mis ahorros, sabes que te amo y quiero apoyarte en todo momento – le tomo su mano y le dio un beso en el dorso mirándolo con mucho amor.

Es en serio mi amor, yo tengo el treinta por ciento del costo, no puedo quedarme sin nada por los insumos que debo comprar para la fonda mi amor – Ziteng se paró por un momento sin soltarle su mano y le dio un pequeño beso en los labios a su novio.

Mi amor yo te daré mis ahorros pero aún así no ajustamos, solo tengo el treinta por ciento también – suspiro algo triste, quería brindarle todo a su novio, pero aún uniendo los ahorros de ambos no llegaban al costo.

Mi amor y si hablamos con Yibo, ya sería poco lo que el pondría, podemos comprar el lugar agrandar la fonda y en la parte de arriba podemos rentar los apartamentos que hay y así dar el mantenimiento – dijo con entusiasmo.

Tienes razón mi amor hablaremos con mi hijo, también podríamos hacer un préstamo por si mi bebé no cubre el resto del costó – respondió con entusiasmo Ziteng.

Día con día se sentia más feliz y pleno en su relación, habían tomado la decisión de ya días que el día del descanso de su hijo harían un asado porque Jian Min quería pedir la mano de Ziteng a su hijo.

Si mi amor, yo podría sacarlo, para que no te afecte en la fonda el crédito que dices.

Gracias mi amor, por no darte por vencido y por apoyarnos tanto a mi leoncito como a mi en todos estos años, sin ti no se que habríamos echo – los ojitos claros de Ziteng se pusieron acuosos, al recordar cómo habían sufrido años atrás.

Para eso estamos las almas gemelas mi amor, para apoyarnos en todo momento, aún sin ser pareja y conocernos solo por un momento.

Pero tuve la necesidad de estar apoyándolos, sabes que veo a Yibo como un hijo también.

Aunque no se lo diga y el se que a un no me tiene la confianza suficiente para dejar de llamarme maestro – dio una sonrisa algo nostálgico.

Quería ganarse la confianza del castaño pero aún le estaba costando un poco, había echo de todo, pero sabía que había avanzado un poco ya sonría con el bromeaba cómo lo hacía con su pareja.

Ten un poquito de paciencia a mi bebe mi amor, a sufrido un poco, se que algo le molesta que se alejo de todos, pero nunca me a querido decir – lo consoló el doncel mayor.

Claro mi amor, yo también note eso cuando el era un niño, se lo pregunté en una ocasión pero solo me observo con sus ojitos tristes y acuosos – ambos suspiraron al mismo tiempo.

Lo mismo sucedió conmigo mi amor, así que le eh dado tiempo, el sabrá cuando decirnos.

Por cierto mi amor que dicen si vamos de compras para preparar el asado mañana, quiero consentir a mi futuro hijo – movió sus cejas provocando sonrojo en el rostro de Ziteng.

Tu – sonrió tímido – ok terminemos aquí y vamos, antes que el venga.

Así lo hicieron, ambos estaban arreglando todo, cada quien tomo un baño por separado, no había echo nada más que abrazos y besos, querían primero la bendición de Wang Yibo.

Durante la noche, cuando el castaño llegó a casa, se encontró con la sorpresa de los dos hombres mayores, sonriendo y jugueteando en la cocina.


Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora