Capitulo 15

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Se sentía algo incómodo no estaba acostumbrado a ser el centro de atención.

Yo también te extrañaba baby Bunny – le dio su besito en su cabellera negra.

Buen día Yibo, como estás – saludo con una linda sonrisa el azabache.

Buen día Zhan, estoy bien y tú – sonrió tímido al ver cómo el azabache le sonreía y sus ojitos brillaban como el sol.

Mejor que nunca, aún más ahorita que mis ojos tuvieron la dicha de verte sonreír – coqueteo sutilmente con el castaño, se acercó a este a darle un besito también en la mejilla contraria.

Quería que el castaño pensará en ambos, los dos conejos Xiao pusieron como tomate al castaño besando ambas mejillas cada uno.

Zha..zhan – susurro suavemente el castaño, quedó perplejo por la actitud del azabache.

Yo también te extrañe Yibo, pensé mucho en ti anoche – susurro sonrojado de sus orejas el azabache.

Mmjuuu suspiraban las madres que vieron la interacción de dos hombres muy guapos.

Se escuchó el timbre del colegio sonar, señal que los niños debían entrar a sus respectivos salones.

Baby Bunny, te portas bien bebé, mira te traje unos panqué en forma de conejito para tu lunch si – beso la frente del niño.

Gracias gege bonito, mis favoritos – abrazo fuerte a su mami, cuánto deseaba poder decirle mami ya, pero debía esperar paciente, su abuelita Teng, le prometió ayudarle.

De nada mi bebé Bunny, es ahora de despedirse de papá conejo eh ir a clases – el castaño se lo dio en brazos al azabache.

Mi bebé conejito, se me porta bien, come todo lo que su gege dio, prometo venir a traerte, si sales antes sabes dónde esperarme si – beso la frente de su hijo.

Si papi conejo, tu también cuídate mucho y cuida mucho a mi gege bonito papi conejo, te amo mucho papi – beso su mejilla y lo abrazo fuerte.

Ambos lo fueron a dejar hasta la puerta del colegio donde su maestra esperaba por los niños.

Se despidió de ambos – adiós papi, adiós mami – susurro despacito agitando su manito – adiós gege bonito – grito un poquito para que no pensará que de el no se había despedido.

Pero lo que el conejito no sabía era que ambos adultos habían escuchado la manera que se despidió del castaño, ambos estaban sonrojados.

Caminaron hacia la empresa en un silencio algo incómodo, sin saberlo ambos llevaban sus corazones latiendo frenéticamente.

Yibo yo, yo lo siento por mi actitud de ayer – susurro tímidamente, sabía que se había portado mal, pero quién no lo haría al estar tragando vinagre por un sugar dady que no existía.

El castaño sintió una calidez que corrió por todo su cuerpo y corazón, a pesar que el no sabía porque el cambio de actitud del azabache, se sintió cálido y emocionado al escuchar sus disculpas.

No, no te preocupes Zhan – susurro suave y con una media sonrisita en sus labios carnosos.

Gracias – sonrió sonrojado Zhan – cuántos años tienes Yibo, bueno si se puede saber, no hemos tenido la oportunidad de conocernos bien y sinceramente me gustaría conocerte más – se sentía como un adolescente enamorado por primera vez.

Sin embargo en el vientre del castaño empezaban a despertar algunas maripositas que bailaban al compás de los latidos de su loco corazón, solo escuchar que el guapo y sexy papá conejo quería conocerlo más.

Te.. ten…tengo veintiun años y tú Zhan – sus mejillas iban bañadas de un delicioso y tenue sonrojo que lo hacían ver más etéreo.

Wow a la par mía eres un niño Yibo, oh debería llamarte Didi – sonrió suavemente aunque para sus adentros, su conciencia le gritaba que el era un asalta cunas, como podría enamorarse de un niño.

Queee, po.. por..porque – tartamudeo el castaño se sentía nervioso.

Porque yo soy mayor que tu, tengo veintinueve años Bodi – suspiro profundo quizás al decirle su edad el se alejaría de él por no querer estar con un viejo.

Se maldecía mentalmente el azabache – puedo decirte así verdad – sonrió al ver la boquita tan pecaminosa del castaño abierta de la impresión al decirle su edad.

Veinti.. veintinueve Zhange – susurro suave y sorprendido el castaño – pero no se nota tu edad, aparentas tener unos veintidós, eres bien joven Zhange – miro a sus pies y jugo con sus deditos de los nervios.

Un pensamiento algo fuerte hizo que sus maripositas se retorcieran, tendría alguna oportunidad con él.

Sería capaz el azabache de no ver su edad, quería llorar amargamente por su mala suerte.

Puedo llamarte Zhange – cuestiono tímidamente.

Claro que sí Bodi – sonrió con alegría al ver lo tímido que estaba el castaño, suspiro profundo debería cuestionarse si cortejarlo oh seguir de largo.

Quien quería un viejo a su lado, más aún que era pobre, viejo y pobre.

El sabía en su corazón que a pesar que no tenía mucho tiempo de conocer al castaño el no sería como su exnovia.

Esa mujer que lo dejo por ambas cosas incluyendo que no quería ser llamada mamá por su hijo.

Pero su corazón se sentía bien y feliz al ver que el castaño no dijo nada por la forma sutil que lo llamo su hijo, estaba seguro que el otro había escucho también si ambos estaban cerca.

Cuando llegaron a la empresa cada quien siguió a su puesto de trabajo, de vez en cuando el robaba alguna mirada del castaño.

Frunció su ceño, estaba cansado de escuchar malos comentarios del tímido chico, ahora entendía aún más su actitud sería.

Buscaría el momento adecuado para poner a todos en su lugar, no quería que el castaño fuera lastimado con esos comentarios absurdos.

Yang Zi no quería darse por vencida, ella quería al azabache para ella desde el momento que lo vio, pero ver cómo el veía a un sonrojado castaño hizo que tuviera más rencor al chico tímido y serio.

Ella había investigado sobre el azabache, se había metido en la oficina de recursos humanos para averiguar todo de él.

Sonrió al ver que este tenía un hijo, quería conocerlo para ganarse la confianza y el corazón del niño.

Luego vería que hacer con el chamaco mientras ganará al padre lo demás no importaba por el momento.

Se acercó coquetamente al puesto de trabajo del azabache – Zhange – hablo según ella dulce y coqueta – quería invitarte a ti y a tu hijo a cenar conmigo – parpadeo y jugo con su pelo haciéndose la inocente.

Ese Zhange estremeció en miedo e irá al azabache que se creía esta mujer para tratarlo de esa manera con confianza.

Solo había una personita que el había permitido le pudiera llamar así oh como el quisiera, si ese hermoso Venus le quería llamar firulais el aceptaría ese apodo, pero no de esta insolente.

Apretó sus manos en puño y sus dientes de molesto, como sabía de su hijo, el no lo había mencionado, el único que sabía de su bebe conejito era su Bodi.

Y estaba más que seguro que este no lo había dicho, ya que se había dado cuenta que nadie se llevaba bien con el, casi todos lo trataban mal por su seriedad y frialdad.

Disculpe señorita Yang, primero dígame como sabe usted que tengo un hijo – cuestiono entre dientes el azabache – segundo nunca le eh dado esa confianza para llamarme de esa manera – apretó sus puños.

Su mirada se volvió fría y oscura, no era que el escondiera a su bebé, pero se imaginaba las intenciones de esta mujer.

Sin querer había escuchado cuando le decía a otra lo que quería hacer con el y su adorado bebé.

La mirada era como los mil demonios, quien la recibiera sentiría ganas de salir corriendo y orinarse en los pantalones.

Si pudiera matar con solo la mirada, ya la hubiera matado en ese mismo instante, la mujer se noto como tembló de miedo al ver esos ojos marrones llenos de frialdad y odio hacia ella.

Yo, yo – tartamudeaba de los nervios.

Va hablar oh va estar cantando señorita Yang, va a decirme cómo sabe usted sobre mi hijo – volvió a preguntar con frialdad.

Haciendo estremecer a todo aquel que había escuchado tales palabras.

Pero de todos ellos había otra personita que estaba molesta también.


Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora