Capitulo 22

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Ziteng bajo su mirada su novio tenía razón, pero con tal de proteger a su hijo, estaba dispuesto a todo.

Lo se amor, pero debo hacerlo, el sabrá proteger a nuestro bebé.

Está bien amor, pero lo haremos juntos.

Gracias mi amor por tu apoyo.
Un suspiro profundo los saco de su burbuja de amor.

Quiero un amor así de bonito.

Lo tendrás cariño, solo ten paciencia, vamos a buscarlos porque nuestro leoncito puede sospechar.

Es cierto, sino lo veremos con esa trompita que parece pato, haciendo pucheritos.

Los tres sonrieron al imaginar al castaño de esa manera.

Gracias Zhan por informarnos de ese hombre, cuidaremos a nuestro bebé.

No tienen de que preocuparse mamá y papá, yo estaré pendiente de él, se los prometo.

Confiamos en ti cariño, igual nosotros cuidaremos de tu conejito, te lo prometemos.

Los tres hicieron una promesa ese día, subieron de nuevo a buscar a sus hijos.

Sonrieron al verlos jugar con un peluche enorme de conejo que el castaño tenía guardado para A-Yuan.

Mis amores bajemos, vamos ir a cocinar y jugar en el jardín – Ziteng saco a ambos de su mundo.

Ok mami, ok abuelita – respondieron los dos al mismo tiempo.

Ese día fue lleno de energías para el pequeño A-Yuan, jugaron casi todo el día, cocinaron y comieron en medio de muchas sonrisas.

La tarde llego y el conejito hizo de las suyas no quería irse con su papi.

Al azabache no le quedó de otra que dejarlo con el castaño, el niño no quería soltarse de los brazos de su mami.

El azabache se fue solo al hotel, ese sería el último día que estaría ahí.

Iba por todo el camino con una sonrisa en los labios, se le estaba haciendo realidad el deseo de su conejito.

Aún recuerda cuando le pidió que se mudaran con su gege bonito y sus abuelitos.

El papá conejo se había ganado un lugar especial en el hogar de los Wang y también en sus corazones.

Solo hacia falta penetrar más en el corazón de su leoncito que estaba un poquito duro.

Al día siguiente la misma rutina, pero en esta ocasión el azabache llevaba una gran maleta hacia el trabajo.

Hoy se hiria de nuevo con su leoncito, en la mañana había hablado con su bebé por el celular de Ziteng.

Antes de despedirse ellos habían intercambiado sus números, con una sola mirada se entendieron de lo que hablaron a solas los tres.

El odio de Yang Zi con el castaño era aún más evidente luego de la amenaza que le había echo el joven Luo Yunxi.

En casa de los Wang, se podía escuchar la alegría de un hermoso niño de cinco años que jugaba con sus abuelos.

Ese día no hiria a clases el azabache tendría que ir por su papelería para inscribirlo en su nuevo colegio.

Los señores Wang siguieron con la remodelación de la fonda el leoncito.

El dinero que dio el castaño basto y hasta sobró luego de terminar todo.

Ya empezaban a planificar la fecha para la inauguración, pero antes Ziteng llamo a esa persona para hablar de la seguridad de su hijo.

Esa persona especial para él había llegado a la fonda en el horario que el conejito andaba en el colegio.

No querían que el otro escuchará nada de lo que hablarían.

Buen día – saludo el hombre recién llegado – tío como estas – lo abrazo fuerte, hacía ya unos cuando años que no se habían visto.

Pero eso no quería decir que el otro no estuviera al pendiente de ellos, sabía del señor Min, así como también del azabache y su hijo.

Estoy bien sobrino y tú cómo estás – le dio un beso en su cabellera, el era con el único que se llevaban bien, se podría decir que era su única familia.

Siéntense ahorita les traigo algo para beber – sonrió Min.

Mi amor, antes te voy a presentar – extendió su mano hacia su novio – el es mi sobrino el es policía, me ayudó cuando más lo necesite, el me ayudó a escapar de mi hermano mayor.

Sobrino el es mi novio, Jian Min – susurro sonrojado Ziteng, más al ver la sonrisa de su sobrino.

Mucho gusto tío Min, puedo llamarlo así verdad.

Claro que sí, somos parte de la familia ahora, creo que estamos creciendo, tendremos que mandar agrandar la casa mi amor – le sonrió a su novio antes de ir por algunas bebidas.

Tío y el – su mirada se quedó en el suelo, un nudo se formó en su garganta pero aún no podía decirle la verdad a su tío.

Por mi bebé león – tomo su mano acariciándolo sabía que el otro tenía un pasado doloroso.

En una ocasión lloro en sus brazos diciendo que tenía un gran secreto pero aún no podía decírselo – por el quieres preguntar.

Si tío, dónde está – volteo su rostro hacia todos lados bajo un poco su gorra para que no lo conociera.

Tranquilo, el anda en su trabajo, pero te soy sincero – suspiro profundo quedando pensativo.

Que paso tío, le pasó algo a baby lion – el le decía así de cariño a pesar que el otro no lo conocía aún ni siquiera sabía de su existencia.

El los cuidaba bajo las sombras sin que alguien supiera de él.

No le a pasado nada por el momento, pero tengo miedo – sus ojitos se llenaron de lágrimas.

Porque dime tío, que es lo que le pasa a nuestro bebé – lo tomo de la manos consolándolo – sabes que no dejaría que nadie le hiciera daño verdad, confía en mi tío.

Mi niño yo tengo mucho que agradecerte, me ayudaste en aquel momento más difícil, se que dejamos de comunicarnos para que el no supiera de mi, pero tengo tanto miedo.

En eso iba llegando Min, con tres bebidas calientes, dos capuchinos y un americano.

No tienes nada que agradecer tío, sabes que yo lo hago de todo corazón, por ustedes soy capaz de todo, pero por favor dime qué sucede, tengo el alma en un hilo, que le sucede a baby lion.

Hace unos años en la universidad, conoció a un tal Lixian, el cuál jugo con sus sentimientos.

Y nos acabamos de enterar que tiene varios días de estar persiguiendo a nuestro adorado hijo – termino de explicar al ver a su novio sollozando de la preocupación.

El rostro de aquel hermoso hombre se volvió blanco como la nieve, sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió como su respiración se entrecortó.

Sentía sus pulmones arden ante la falta de oxígeno, se maldecía había echo hasta lo imposible porque no supieran del paradero de los Wang.

En qué se había descuidado, el había borrado todo rastro, como no se había percatado de esa maldita jugada de ese desgraciado.

Toma agua sobrino – dijo preocupado Ziteng al ver el estado de su sobrino.

Le ayudo mucho a recuperarse – tío yo, como es que paso eso, yo borre todo rastro de su paradero.

Ziteng abrió sus ojos en sorpresa, ahora entendía porque hacia ya varios años, desde que su bebé león tenía siete años no había vuelto a ver aquel hombre que los deseaba ver muertos.

Tu, tu, fuiste tu, el que paro todo esto – la voz le temblaba a Ziteng, hoy más que nunca no tenía como pagar lo que había echo por el.

Si tío fui yo, si te soy sincero fue por ustedes dos que yo me volví agente especial, quería protegerlos, que pudieran tener una vida tranquila.

La hemos tenido sobrino, no tienes de que echarte la culpa, pero hoy te necesito.

Por favor ayúdame a proteger a mi hijo, no quiero nada malo le pase, solo confío en ti sobrino, por favor ayúdame te lo ruego – suplico con lágrimas en sus ojos Ziteng.


Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora