Capitulo 16

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Como era posible que esa mujerzuela supiera de su baby Bunny, el sería capaz de pelear con uñas y dientes por su conejito del alma.

Ese maravilloso bebé y lleno de inocencia había ganado su corazón, ya no le pertenecía a él.

Más aún al recordar cómo suavecito y despacito el niño había susurrado mami refiriéndose a él pensando que no lo iba escuchar.

Debía protegerlo de todo y todos, conocía muy bien a esa mujer.

Había Sido por ella que aquel hombre del que el una vez se enamoró jugo con el y sus sentimientos.

Muy a tiempo había escuchado una conversación sin querer.

Era por eso que el no se llevaba con nadie ahí, solo su jefe y el encargado de recursos humanos, el joven Luoxing que había ganado su confianza a pesar que no eran grandes amigos.

Alguien me lo dijo Zhange – jugo con su cabello tímidamente.

Algo en el vientre del castaño se retorció como podría esa mujer llamarle así tan íntimamente a su Zhange.

Quizás debería buscar otra manera de llamarlo, no quería decirle al igual que esa mujer.

Sin darse cuenta, el azabache pudo notar su mirada de dolor y decepción, algo en su corazón se apretó, debía poner en su lugar a esta mujer.

Señorita Yang, por favor, que le quede claro, no vuelva a llamarme Zhange, no le eh dado esa confianza.

Para usted y todos los demás aquí presente soy el señor Xiao, solo alguien en especial puede llamarme Zhange – hablo fuerte y con autoridad el azabache.

El quería dejarle claro tanto a esa mujer como a su Bodi que nadie más que el podría llamarlo así tan íntimamente.

O..ok señor Xiao, entonces acepta mi invitación a cenar con su hijo – volvió a cuestionar la molesta mujer.

Señorita Yang – volvió a decir caballerosamente el azabache, suspiro profundo – rechazo su oferta de invitación y por favor no vuelva a mencionar a mi hijo, porque sabrá quién soy yo – dijo claro y molesto.

Todos se quedaron en silencio al escuchar las palabras de la pareja, algunos de ellos apoyaban a Yang Zi y otros no.

Pe..pero porque señor Xiao, acaso no le parezco una mujer hermosa y atractiva – jugo con su cabello mordiendo su labio para seducirlo.

Pero esos gestos no provocaban nada en el azabache, solo una personita con ese tenue sonrojo carmín en su mejillas lograba poner su falo como un riel de dura.

Por favor señorita Yang, no haga que pierda mi paciencia y la reporte con el jefe, no se meta en mi vida privada – golpeó su escritorio quería sacarle la lengua para que dejara de estar hablando.

Ok señor Xiao, pero de una vez le digo que no me daré por vencida hasta que lo tenga en mis manos – le sonrió y lanzo un beso.

El azabache hizo gesto de asco, el primer día su pensamiento fue porque está mujer no fue quien le provocó una erección.

Pero era por el mismo miedo de aceptar que le estaba gustando un hombre del cual sin darse cuenta se había enamorado a primera vista.

Ahora con solo escuchar la voz de esa mujer lo ponía de mal humor lo irritaba.

Suspiro profundo y observo de lejos al castaño, con solo ver su hermoso rostro su ánimo de estado cambio, solo ese hermoso niño aparte de su hijo podían calmar a su agitado corazón.

La mañana paso de rápido, el castaño corrió lo más que pudo para encontrar a su conejito, pero no se percató que alguien había puesto su pie para que el tropezara.

Al momento que sintió que su cuerpo iba para el suelo, solo cerro sus ojitos y protegió la comida que llevaba para su baby Bunny.

Abrió sus ojos en sorpresa al sentir que el golpe no llego, solo sintió como unas fuertes y grandes manos habían rodeado su cintura.

Se sonrojo al ver la persona frente a él que le sonreía, ese no era otro más que el joven Luo Yunxi, el había observado como la señorita Yang Zi le había metido zancadias al castaño.

Gracias al cielo el iba entrando en ese momento y se percató, no quería imaginar lo que le habría pasado al dulce chico si hubiera caído al suelo.

El azabache al ver corrió pero sabía que no llegaba a tiempo, por un momento suspiro de alivio pero por otro su mente traicionera le jugó una mala jugada.

Te lo van a quitar Zhan, había susurrado su subconsciente, frunció su ceño, al ver cómo ese hombre no quitaba las manos de la pequeña y bien definida cintura de su Bodi.

Gra.. gracias joven Luo Yunxi – susurro dulcemente el castaño, brindándole una linda sonrisita.

Se había sonrojado, por un instante pensó que esas manos pertenecían al azabache pero se había equivocado.

No es nada pequeño Yo – le hablo suave y dulce el también, tenía cierto tiempo de estar observando al joven.

Algo de ese niño le llamaba mucho la atención, su inocencia, su sonrisa y su timidez lo hacía querer conocerlo aún más, pero tenía miedo del rechazo del niño.

Compermiso joven Luo Yunxi – susurro el castaño y salió corriendo hacia el parque en busca de su conejito que ya habría salido de su colegio.

La mirada de Luo Yunxi se volvió sería y fría hacia la mujer.

Que está sea la primera y la última vez que la veo haciendo eso con Wang Yibo señorita Yang Zi, porque mi paciencia tiene un límite y yo si la voy a reportar hasta que le quiten su trabajo – le advirtió fuertemente.

El hermoso hombre alto pelinegro de buen parecer se dio la vuelta y siguió su camino elegante.

El azabache estaba con una presión en el pecho al ver la interacción de ambos, debía apresurar su plan de conquista, sino quería quedarse soltero de por vida y su conejito sin su mami.

Se había propuesto conquistarlo, si su bebé quería una mami el se la daría, su bebé quería a su gege bonito como su mami y el haría hasta lo imposible por concederle su deseo.

Llegó corriendo al parque también, sonrió al ver que bajo ese mismo árbol estaban sus dos grandes amores sonriendo en espera de el para comer.

Saco su celular y tomo una foto de ambos sin que ellos dos se dieran cuenta.

Pero también observo cómo otra persona no les quitaba la mirada a ambos, le tomo una foto, luego tendría que preguntarle al castaño si lo conocía.

Los tres comieron como una gran familia que eran, disfrutando de su delicioso y exquisito almuerzo que su adorado Bodi llevo para ellos.

El azabache tenía miedo de dejar a su bebé solo en el parque, desde que Yang Zi lo menciono ya no estaría tranquilo.

Señor Xiao – hablo suave el castaño haciendo que el azabache frunciera su ceño.

Porque me tratas así Bodi, no habíamos quedado que yo te diría Bodi y tú Zhange – cuestiono curioso el azabache.

El castaño mordió su labio inferior – si pero tú dijiste hace un rato en la empresa que todos deberíamos llamarte señor Xiao y que solo una persona especial podría decirte Zhange.

Así es Bodi y esa personita especial eres tú, solo tu puedes llamarme Zhange, así que olvida el señor Xiao – hablo con autoridad.

El conejito A-Yuan solo sonreía de oreja a oreja viendo de un lado a otro como sus papis peleaban por la forma en que se llamarían.

Ahora sí dime qué es lo que me querías decir.

Porque no llevamos al conejito A-Yuan a la empresa, tengo miedo dejarlo solo – susurro lo último para que solo el azabache lo escuchará.

Yo también lo había pensado pero no sé si el jefe me dejaría, soy muy nuevo aún – suspiro frustrado.

No te preocupes Zhange, yo hablaré con el jefe, solo si tú me permites, decirle que es mi hijo también – susurro sonrojadito.

Los ojos de ambos conejos se abrieron sorprendidos, jamás imaginaron que el pediría eso.

Crees que no tendríamos problema Bodi – cuestiono preocupado.

No Zhange, se que el jefe Liu no es así – sonrió suavemente.


Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora