Capitulo 2

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Sabia que se había burlado un poquito del niño pero no sé si hambre más bien de su sonrojo que lo hacía ver un niño más tierno de lo que ya era.

Pudo notar el brillo en esos ojitos marrones del niño y la felicidad al escuchar que lo había invitado a comer, el sabía muy bien como era no tener para comer, muchas veces lo vivió junto a su papi.

Dime y tus padres dónde están conejito A-Yuan – lo cuestiono mientras lo ayudaba a subir a la banca para brindarle de su comida – mira tengo rollitos de primavera te gustan – cuestiono dulce el castaño.

Wow, wow gege – gritaba de la emoción el niño y aplaudía de la felicidad al ver los rollitos de primavera, su boquita se hizo agua del hambre que sentía – me encantan gege, puedo guardar uno para mí papi también – pregunto con ojitos esperanzados el niño.

Claro que sí precioso come primero dejaremos aparte para tu papi hay más aquí en el otro toper – decía cariñoso.

Gege bonito como te llamas – cuestiono con sus mejillas infladas por el rollito de primavera que estaba disfrutando el niño.

No se habla al comer conejito A-Yuan, primero come luego hablamos si – sonrió al ver cómo el niño respondía frenéticamente con un movimiento de su cabecita pelinegra.

Ambos estuvieron cómodos en el silencio disfrutando de sus rollitos de primavera, aunque en la mente del castaño todo era un caos, era la primera vez que congenia tan a la perfección con alguien, quizás era porque es un niño y muy tierno decía su conciencia.

Al terminar de comer el le dio un jugo que siempre traía extra en su bolsa al niño, el siempre traía su té verde y un jugo de durazno, eran sus favoritos.

Al terminarlos saco su otro toper y lo echo en una bolsa para dárselo al niño para que comieran sus papis y el más después, no sabía el porque pero el no era de llevar muchos, el comía poco.

Pero esa mañana cuando cocinaba algo en su corazón le decía que tenía que llevar más, ahora entendía el porque, pero se le hacía raro que el niño solo mencionara a su papi y no a su mami.

Dónde están tus padres conejito A-Yuan.

Gege bonito yo – sus ojitos se pusieron acuosos miraba hacia donde estaban sus pies, estaba triste, el siempre quizo conocer a su mami.

Al verlo de esa manera el castaño sintió dolor en su corazoncito, el sabía lo que significaba esa mirada, el sabía tenerla en la soledad de su habitación para no preocupar a su papi.

Así que no sabe realmente que fue, pero tuvo un impulso como si de una madre se tratara y tomo en sus brazos al pequeño Yuan.

Al sentir ese abrazo sintió como su de su mami se tratara y soltó un sollozo lastimero, provocando que el corazón del castaño se apretujara de la tristeza.

Sssh calma precioso, tranquilo – acariciaba la espalda del niño suavemente.

Yo no tengo mami gege bonito, papi dice que ella murió dándome a luz – abrazo fuerte el cuello del mayor.

Tranquilo conejito A-Yuan, sabes, yo tampoco tengo mami, solo somos papi y yo – susurro el mayor con lágrimas en sus ojitos y un nudo en la garganta.

El pequeño A-Yuan salió de su escondite, que era el cuello del castaño, no entendía como era que tenía esa confianza con el, su papi siempre le decía que nunca entablará conversación con un desconocido.

Pero este gege bonito había llamado su atención desde que lo vio llegar bajo la sombra de ese cerezo, algo en el lo jalaba como imán, sentía una conexión inexplicable, seria así como sentían los demás niños con su mami.

Había escuchado a muchos de sus compañeritos alardear de lo que se sentía tener una mami, ese mismo sentimiento lo hizo acercarse al ángel más hermoso que la vida le había puesto en su camino.

Y el por nada del mundo iba a desaprovechar esa oportunidad que quizás las deidades le habían enviado del cielo.

Sabia que su papi lo iba a regañar y posiblemente a castigarlo, pero ese hermoso ángel, ese gege bonito valía la pena los regaños y cualquier castigo.

Escuchar su dulce voz y su sonrisa de ángel en el momento que se acercó a él, le había causado que su corazón latiera más rápido de lo normal y al ver esos bellos ojitos color miel sintió como tuvo una conexión inexplicable con él.

En su mente hubiera querido lanzarse a sus brazos desde el primer momento y llamarlo como su mami, pero tenía miedo que el se alejara de el, como lo hizo una vez una novia de su papi.

Es en serio gege bonito – susurro el niño picando con su dedito la mejilla del castaño – como dice mi maestra tenemos mucho en común gege bonito – se acercó a su mejilla para dejar un pequeño besito y lo abrazo fuerte.

Así es conejito – sonrió sonrojado el castaño, dándole un besito en su cabellera negra, suspiro profundo ya estaba llegado la hora de entrada y no quería alejarse del niño – dónde está tu papi conejito.

A-Yuan se alejo un poquito de su lugar favorito desde el momento que el lo tomo en sus brazos.

Papi fue a una entrevista en una empresa, no podía llevarme, dijeron no permitían niños y así que me dejó en parque.

Yibo a cómo pudo limpio suavemente las mejillas llenas de lágrimas del niño, a ambos les brillaban sus ojitos, era como si el destino lo tenía planeado ese encuentro entre ambos.

Verás que pronto tu papi vendrá y le darán el trabajo, mi hora de entrada ya está llegando conejito, ya es momento que me vaya – hizo el también un pucherito haciendo sonreír al niño.

Gege bonito – hablo preocupado y con tristeza el niño – te volveré a ver gege – cuestiono preocupado el niño con sus ojitos acuosos.

No llores conejito, te prometo que nos volveremos a ver, yo vengo a este lugar todos los días a la misma hora – el tampoco se quería alejar del niño.

El castaño coloco en la banca al niño, y empezó aguardar sus cosas, lo hacía despacio para hacerle tiempo al padre del niño, no quería dejarlo solo, pero su empresa tampoco permitía llevar niños.

A-Yuan, conejito ten guarda esta tarjeta, ahí está mi número y mi nombre, puedes llamarme cuando quieras – le sonrió y revolvió su cabello después de darle su tarjeta de presentación.

Wow gracias gege bonito Yibo, te llamas Yibo – susurro su nombre para aprendérselo bien, el era un niño muy inteligente, el mejor de su clase, ya podía leer y escribir.

Claro conejito A-Yuan – sonrió el castaño.

Wow gege que bonito nombre igual que tú – le sonrió alegremente el niño – te prometo que te llamaré y buscaré gege – hablo con seguridad el niño.

Yo también conejito A-Yuan prometo que siempre vendré a este lugar y te buscaré – susurro suavemente.

Ambos se despidieron con la promesa de volverse a encontrar, en sus destinos estaba ser la cura de sus corazones heridos.

A-Yuan se quedó en el mismo lugar con una sonrisa de oreja a oreja cuidando el toper que su mami le había entregado para que el y su papi comieran.

Haría todo lo posible para que su papi se enamore de su mami y así oficialmente pueda decirle mami.

Yes!!!

Grito emocionado y elevando su mano en puño al aire el niño, al hacer su plan tan genial.

Pero su mente queria jugarle una mal pasada.

Y si el está casado conejito A-Yuan, escucho muy clarito en su mente.

Sintió tristeza en su corazón de la emoción de estar con el no tuvo tiempo de preguntarle si ya estaba casado.

Ahora como haría para decirle a su papi que encontró una mami que le había gustado y esperaba a el también le gustará, porque lo quería en su vida.

Sus ilusiones y sus sonrisas desaparecieron en ese mismo instante, como había podido ser tan olvidadizo se recriminaba siendo aun tan pequeño.

Suspiro profundo, tendría que preguntarle la próxima ve que lo volviera a ver.

A-Yuan conejito donde estás – gritaba con preocupación y desesperación un joven azabache en busca de su hijo.

La alegria volvió al rostro del pequeño A-Yuan al escuchar la voz varonil de su papi.

Papá conejo aquí estoy – grito entusiasmado y corrió hacia su padre, dejando la bolsa con comida en la banca.

Gracias al cielo mi amor – grito aliviado el mayor, tomando en brazos a su pequeño dándole muchos besos en su rostro haciendo sonreír al pequeño.


Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora