Eso mismo y lo de Lixian, lo llevó a no querer enamorarse, tenía miedo que todos se burlaran de el y cuando conoció a su Zhange, su mente le decía que lo iba a dejar solo como escucho que su propio padre lo abandonó.
Dio gracias al cielo de tener una mami tan valiente como Ziteng, es por eso que sentía más amor y admiración a él.
Se alejo de todos y se dedicó a disfrutar de su tiempo con su adorada mami y su papi Min.
Se enfrentó a esa persona observándolo con una mirada y sonrisa de medio lado fría, una mirada vacía, sin emociones pero que hacía traspasar hasta el alma más oscura como la de Wang Jhonny.
Una mirada de un depredador a punto de devorar a su presa, una sonrisa como la peor de todos los psicópatas más peligrosos en la vida.
Ziteng sintió miedo de la mirada y la posición en que estaba parado su hijo, demostraba que estaba a punto de pelear con ese hombre por su causa.
Abrió sus ojos en horror al escuchar como este le llamo padre, aquel hombre que tenía frente a él.
Eso significaba una sola cosa, su bebé, su inocente y amado bebé sabía toda la verdad de sus vidas.
Por más que rogo y suplico al cielo y a la deidades para que su bebé león no llegara en ese momento nadie logro escucharlo, su mayor miedo en esta vida estaba sucediendo.
Su bebé león, su hijo se estaba enfrentando al loco psicópata de su hermano sin corazón que estaba dispuesto a matar a su propia sangre.
Deseaba que su novio Jian Min y Xiao Zhan llegarán pronto, había dejado escondido al pequeño conejito A-Yuan cuando vio quien lo llegaba a buscar.
Quería que Xiao Zhan se llevará a su hijo y nieto de ahí, el era el único responsable de enfrentar a su hermano mayor.
En ese momento Jhonny sintió el verdadero terror, esa mirada del jovencito castaño, esa mirada, esa mirada era la de un depredador.
Esa mirada que nunca deseo ver en alguno de su familia hacia el, ese maldito miedo que cubrió como un frío que penetró y dolió hasta sus huesos.
Esa misma mirada que el una vez le dio a su padre, por avaricia y egoísmo, por falta de amor y de atención.
Él mismo había provocado la muerte de sus padres, pensando que estos le dejarían todo a el a manos llenas.
Pero jamás imagino que su padre había dejado la maldita herencia dividida en tres partes, para el, para Ziteng y para su hijo mayor.
Sintió su mundo desmoronarse al ver cómo su plan falló, como su padre había adivinado lo que el había planeado.
Todo había Sido bien planificado junto con su esposa, que lo apoyaba en todo por dinero.
Había echo hasta lo imposible por quedarse con todo, lo había logrado con su hijo mayor, aunque le dolió.
Pero se lo merecía había susurrado su subconsciente en esa ocasión, por atreverse a retarlo, por hacerse el valiente en enfrentarlo y por apoyar a su hermano.
Al principio le costó adaptarse, tenía pesadillas al recordar la mirada de dolor y traición en los ojos claros de su hijo.
Le recordaba a su madre, debido a ella Ziteng, su hijo mayor y ahora Wang Yibo que los habían heredado lo hacían querer volverse loco, de la desesperación al recordar la decepción en la mirada de su madre.
Siempre pidió perdón a las deidades y al cielo por sus pecados y siempre suplico clemencia y que ninguno de sus hijos algún día lo tratara de esa manera.
Suplico porque nadie de su propia familia le dedicará una mirada lleno de odio, de rabia, de rencor y a la vez de dolor por la traición de su propia sangre.
Pero aquí estaba el, frente a un hermoso joven, un cachorro que había visto una sólida vez y fue en sus primeros segundos de vida cuando él, recién había nacido.
Un cachorro que frente a él, se había convertido en el más temible de todas las razas existentes en el mundo.
En el más grande de la cadena alimenticia.
En el rey de la jungla, el rey y amo de la jungla, un rey león poderoso e imponente.
Un león dispuesto a luchar por su manada, un león dispuesto a devorar a todo aquel intruso que se atreviera a tocar un solo pelo de su madre y de los suyos.
Un rey león que con solo una mirada hacía doblegar a su presa.
Un león que hacía sentir como gelatinas las piernas de su presa, ese había Sido siempre su maldito miedo pero aquí estaba hoy frente al peor de sus miedos.
Podía ver a través de esta imagen e imagino como se pudo sentir su padre cuando fue el quien lo traicionó.
Escondió su maldito miedo, ese mocoso insolente, sin valor alguno no podría hacer que el se doblegará.
Lamentablemente él, había sacado lo peor de aquel hermoso y tímido niño.
Wow, bravo – aplaudió con fuerza en forma de burla – no sabia que habías Sido tan valiente para contarle toda la verdad Ziteng – se burló aún más el mayor.
Cállate Jhonny – rugió Ziteng en medio de su miedo porque su bebé supiera toda la maldita verdad, no sabía hasta donde el otro se había enterado – no te atrevas a decir una sola palabra.
Jhonny se hizo el inocente que no entendía lo que su hermano se refería – no se de hablas hermanito, yo solo quiero saber si el sabe la verdad, jajajaja – se escuchó una sonrisa de burla.
Mi mami no fue quien me contó la verdad, no lo metas en cosas que nos concierne solo a ti y a mi padre – dijo con enojo y odio, el castaño.
La sonrisa de Jhonny se esfumó y el miedo en los ojos de Ziteng se hizo aún más visible.
Mientras en otro lugar había un lobo que estaba furioso por salir de su jaula, pero el miedo que lo invadió no le permitía ni siquiera mover un solo dedo al ver la señal en su celular.
Hacía unos días atrás por medio de Luo Yunxi, el había enviado una esclava al castaño, está emitía una señal a su celular cuando el estuviera en peligro.
Estaba en medio de una reunión cuando su celular empezó a emitir un sonido que lo alertaba que bebé león estaba en peligro.
Al salir de su estupor, como loco llamo a Yunxi para saber si el estaba al pendiente del leoncito.
Se empezaba a desesperar porque el otro no contestaba su llamada, en su computadora empezó a buscar la ubicación donde estaba el castaño.
A la quinta llamada Yunxi respondió, ya que su jefe le insistió en responder, el estaba reunido con Hai Kuan, Ayanga y Xiao Zhan, sobre una inversión en el extranjero.
Ya responde Luo, talvez es alguien importante – había hablado Ayanga con una sonrisa – quien sabe talvez el dueño de tu corazón.
Ellos tres eran grandes amigos, Ayanga y Hai Kuan, eran hermanos y habían apoyado a Yunxi cuando la muerte de sus padres.
El joven pelinegro suspiro profundo al escuchar la sonrisa de los tres presentes, pero sintió su corazón latir rápido al ver el nombre de quién se trataba.
Aló – no lo dejaron ni siquiera saludar y su nerviosismo se hizo evidente frente a los demás.
Dime dónde estás Yunxi – susurro desesperado el joven.
Al menos saluda, no crees que es falta de respeto – bufo algo molesto Yunxi.
Ya maldita sea Yunxi, dejemos las etiquetas oh saludos para otra ocasión, dime qué estás cerca de Yibo, por favor – suplico entre un sollozo alertando al otro.
Dime qué tienes, no me preocupes, estoy en una reunión con los jefes y un compañero, pero no recuerdo haberlo visto durante la tarde – suspiro profundo y alejo un momento su celular.
Jefe no has visto a Wang Yibo – pregunto alertando a los tres presentes.
Que le pasa a mi leoncito – susurro preocupado el azabache.
No lo sé realmente, pero alguien muy cercano a el, me pregunta por Yibo – respondió Yunxi aún más nervioso de lo normal.
Le había tomado cariño al joven castaño, por un momento confundió sus sentimientos y ahora agradecía su miedo al rechazo, el no haberle confesado, solo era una amistad que sentía por él.
Imaginaba era muy importante para su crush, porque le había pedido que lo protegiera.
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Una Mamá Para A-Yuan
PovídkyPodrá el pequeño A-Yuan de cinco años de edad, encontrar una mami que llene su corazoncito de amor y de felicidad. Podra su papi hacer realidad su sueño de tener una mamá. Sera capaz su papá Xiao Conejo Zhan, poder conquistar a la persona que el peq...