Capitulo 5

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Podía ver a las chicas sonrojadas al hablar con suspiros del nuevo, parecía le iba salir corazones de los ojos.

Solo sonrió para sus adentros, a él lo único que le importaba en esos momentos era que llegara la hora de almuerzo y así poder ver al conejito y comer juntos, habían echo la promesa de volverse a encontrar.

Momentos después de empezar a trabajar el jefe de ellos se presentó con otro joven a su lado.

La respiración del castaño se atasco, sentía que no podía respirar, ahora entendía porque sus compañeras no paraban de suspirar.

Frente a él estaba el hombre más hermoso que había podido conocer en toda su vida, pero algo en el le llamo la atención.

Sus dos dientes delanteros, le recordó al niño que había conocido ayer en el parque, tenían mucho parecido.

Se sonrojo al ver que el joven azabache lo había descubierto observándolo, el se dio cuenta al ver cómo el joven azabache le sonrió alegremente.

Quería que la tierra se lo tragara, jamás se había sentido tan nervioso como lo estaba hoy.

Su corazón latía a mil por hora, con si de una maratón se tratara, sentía sus mejillas calientes del sonrojo que me provocó esa sonrisa tan hermosa.

Buenos días jóvenes y señoritas – hablo el jefe, Liu Hai Kuan, un hombre alto fornido, de buen parecer, serio, rara vez se le podía notar una sonrisa en sus labios – quiero presentarles a su nuevo compañero el señor Xiao Zhan, espero se puedan llevar bien.

Claro que sí jefe, le aseguro que lo haremos sentir como en casa – hablo de manera coqueta una de las chicas provocando seriedad en ambos hombres.

Le recuerdo señorita Yang Zi, que en la empresa no está permitido esa clase de comentarios ni relaciones, quedó claro – hablo serio, ya había tenido algunas quejas de sus clientes acerca del coqueteo de la chica.

Si jefe.

Ok pueden volver a sus lugares, cualquier cosa estamos para sacar sus dudas Xiao Zhan.

Gracias jefe.

Todos volvieron a sus trabajos, la distancia que dividía a ambos era de tres escritorios.

Wang Yibo habían momentos que se sentía demasiado nervioso, podía sentir en el la mirada de alguien y por momentos también la mirada de sus compañeros, a él nunca le gustó ser el centro de atención.

Mierda, se regañaba mentalmente el azabache, se sentía un poco incómodo, al sentir la mirada de un joven sobre el.

El estaba seguro y tenia muy claro que le gustaban las mujeres, pero desde que vio a cierto joven de ojos color miel y cabello castaño, sintió como su corazón empezaba a latir frenéticamente.

Recordó a su hijo hablar de un hermoso ángel, la descripción de su hijo, era exacta como ese joven, aunque había duda aún, su hijo hablo de una hermosa sonrisa.

Pero el chico con solo verlo, era muy serio y frío, que intimida a cualquier.

Pero al verlo tan frágil con un brillo en su mirada y como este de los nervios por notar su mirada sobre él, al ser descubierto, se mordía su labio inferior.

Ese era el motivo por el cual sintió como tenía una puta erección que le dolía hasta los cojones, con solo ver el sonrojo en esas mejillas que lo hacían ver tan pecaminoso.

Corrió lo más pronto posible a su escritorio no quería que en su primer día alguien notará el bulto que empezaba a estorbar en sus pantalones.

Sintió miedo, incomodidad, porque no se había sentido así con la joven que coqueteó al principio con el.

Pero el chico, con solo una mirada y esos labios que se le dio por quererlos morder al verlos afelpados brillosos y de color durazno, le había provocado una erección.

Se maldecía se regañaba, jamás es su vida le había sucedido eso, pero no tenía a quien preguntarle si eso era normal, quería salir corriendo de ahí.

Pero su mente y sus ojos eran tan traicioneros que no colaboraban con el, por más que no quería ver al joven.

Sentía como un imán su ojos eran atraídos por el, lo pudo observar concentrado trabajando.

Así pudo notar la belleza tan etérea que el chico se mandaba, no sabía si era su subconsciente oh el podía hasta verlo más hermoso que cualquier chica.

Se lo imagino siento una fémina, pero al imaginar eso por obra de arte de magia su erección bajo, dando un suspiro.

Debía ir con un psicólogo lo más pronto posible cuando tuviera algo de dinero, oh con un médico, acaba de conocer al joven y ya siente como si estuviera enfermo del corazón.

Pero sintió un dolor en el pecho como si le estrujaran su corazón cuando escucho malos comentarios del joven, ahora entendía quizás un poco del porque el era tan serio y con esa mirada fría.

Pero hacía el la mirada fue tan diferente, tan calidad, brillante con pequeñas notas de un interés que iba más allá de lo que el podía imaginar.

Por pensar de nuevo en el joven castaño volvió a tener un problema en sus pantalones, lo que lo llevo a tener que quedarse trabajando un poco más tarde y luego salir a buscar algo de comer para el y su hijo.

Lo había dejado en el colegio que estaba frente al parque ahí lo esperaría, luego le explicaría porque llegaría tarde.

Al llegar la hora de almuerzo por primera vez en la vida Wang Yibo, fue el primero en correr hacia la salida, iba entusiasmado por conocer de nuevo al conejito A-Yuan.

Desde que estuvo estudiando y empezó a trabajar fuera de casa siempre comía solo.

En casa siempre lo hacía en compañía de su padre y en más de alguna ocasión los fines de semana los acompañaba su ex maestro Jian Min.

Sonrió y corrió con todas sus fuerzas al ver que bajo la sombra del cerezo donde el se hacía, estaba sentado el hermoso niño viendo para todos lados con un puchero en sus labios en espera de el.

Conejito A-Yuan – grito emocionado corriendo hacia el.

Mami – grito de la emoción el niño olvidando que no le diría así para no asustarlo, abrió sus ojos sorprendidos y cambio su forma de llamarlo para que no se alejara de el, su castaño favorito – gege bonito – volvió a gritar, corriendo en su encuentro.

En lo que corría el castaño escucho la manera en que el niño le dijo, sintió una calidez en su corazón, estaba a punto de responder, cuando el conejito le dijo gege bonito.

Sintió dolor y tristeza en su corazón quizás había Sido la emoción del momento que lo había escuchar mal.

Siempre quizo tener un hijo, pero la circunstancia de la vida todavía no le había permitido adoptar un bebé.

Debía tener un lugar adecuado, un trabajo estable y estar bien económicamente, las leyes en su país era una basura.

Tenían muchos requisitos para que una persona pudiera adoptar, a los altos mandos no les importaba si habían muchos niños necesitados del amor de una familia.

Ellos siempre pedían más de lo que las personas podían tener.

Yibo se puso a la altura del niño, cuando llegaron a estar cerca, lo abrazo y dio un besito en su frente.

Cómo le fue a mi conejito A-Yuan, el día de hoy – sonrió y hablo con dulzura, haciendo que el niño se derritiera en sus brazos amorosos.

Gege bonito te extrañe mucho, quería verte rápido – hizo un pucherito y le dio un besito en su mejilla, sonriendo al ver el sonrojo en el rostro del castaño.

Yo también moría por verte conejito, ven – se levantó de dónde estaban, lo tomo de una mano y lo llevo hacia la banca donde lo esperaba – vamos a comer, te traje sopa de raíz de loto conejito, espero te guste.

Wow, me gusta igual a mi papi conejo, a él le encanta esa sopa, pero te cuento un secreto gege bonito – sonrió pícaramente, pero debía de preparar a su mami para cuando conociera a su papi.

Que es conejito – dejo de sacar la comida para ponerle atención al niño.

Papi es un desastre en la cocina – suspiro profundo el niño, provocando que el castaño diera una pequeña sonrisita.

Sabes gege bonito, en una ocasión terminamos ambos en la emergencia de un hospital porque el quería hacer una sopa y en vez de sal termino echándole azúcar y de chile le agrego demás, terminamos con gastritis – sonrió el pequeño niño recordando esos momentos con su papi.


Una Mamá Para A-Yuan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora