Capítulo XXVIII

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—¡Maestra!

El pequeño cuerpo impactó contra (T/N), que rio y abrazó a Gisela con cariño. Luego, alzó su mirada hacia Reiner.

—Gracias por cuidarla.

—No fue nada. Más bien fue ella la que me cuidó. —Reiner desvío la mirada, avergonzado.

—Cuando nos separamos la vi sangrando —lloriqueó Gisela—. Lo único que me daba consuelo era que estaba con la señorita Ackerman y el señor Arlert.

—Estoy bien —aseguró ella, riendo cuando Gisela no se separó pese a que la rodeaba con un brazo.

—Oh, lo de que estás bien se nota a leguas —dijo Rico, intentando sonar desinteresada, pero incapaz de ocultar su sonrisa socarrona.

Anka, que aparecía tras ella, no se ahorró señalar las manos aunadas de Armin y (T/N). Se habían reunido en una cabaña abandonada cerca de la de Mikasa. Según le había explicado Armin, estaban en una zona cercana a Ragako, así que a nadie lo sorprendió que Connie se hallara removiéndose de un lado a otro.

Estaban unos pocos y, pese a que todos parecían observarlos, Armin no soltó su mano mientras saludaba a sus amigos. A los pocos minutos, sin embargo, Rico los hizo guardar silencio.

—Imagino que Mikasa los habrá mantenido informados sobre lo que está ocurriendo en la isla. —Ambos asintieron—. Bien, el plan está en marcha y todo está ocurriendo tal y como lo esperamos, por lo que...

—Por lo que debemos esperar que pronto algo salga mal —suspiró Anka.

—Ustedes dos no son el alma de la fiesta, ¿verdad? —dijo Connie, apretando las manos sobre su regazo—. ¿Por qué creen eso?

—Lo más probable es que sospechen de Chris... Historia —farfulló Reiner.

—Fue amiga nuestra durante muchos años, así que sus lealtades serán puestas en duda. —Armin asintió—. Nuestra fuente de información más confiable es ella, pero si llegaran a sospechar, podrían darnos información falsa y la descubrirían.

—Exacto. Por eso hemos decidido cortar comunicación con ella —dijo Rico—. Conoce los esbozos del plan, pero tampoco será capaz de decir gran cosa.

—Yo tengo una duda —habló Reiner—: ¿no será precisamente eso, el cambio de lealtades de Historia, lo que podría hacer que la destituyan si llegamos a cumplir nuestro objetivo?

—Las personas adoran a la Reina —espetó Gisela—. Recuerdan que fue ella quien derrotó al titán de Rod Reiss y permaneció junto a nosotros después de que los Jaegeristas se hicieran con el poder. El pueblo recuerda que ella mantuvo nuestra cultura y humanidad indemne frente a la potencia militante que pretendían instaurar desde el principio. Ha ayudado a muchas personas y es algo que no se pasará por alto.

A (T/N) le pareció gracioso cómo Reiner pareció amedrentarse por las palabras de Gisela, siendo que ella era mucho más pequeña. Reiner musitó una disculpa y optó por permanecer atento a la conversación.

—En cinco días sacaremos a la luz a Anka —dijo Rico—. El plan es desmantelar la corrupción y la red de mentiras en la que se fomenta el movimiento Jaegerista.

—Y si eso no funciona —(T/N) apretó los labios—, tendremos que irnos de aquí e intentar prolongar lo inevitable.

—Aunque no salga todo como el plan —dijo Anka con una leve sonrisa—, podríamos ser la chispa de una guerra civil. Pese a lo que el Comandante Pixis comentaba, creo que la salvación de los eldianos, de Paradis, solo la podemos conseguir nosotros mismos.

—Yo he estado armando todo para el plan B —dijo Mikasa—. Son muchas personas las que dicen que me deben la vida, así que me he valido de esos favores. Y ya está todo preparado para ti, (T/N). En lo que a mí respecta, no me iré de aquí, pase lo que pase.

Un sitio seguro || Armin Arlert x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora