Pálpitos de su corazón ✔️

Donde todo comenzó Cap 2- 1o

Capítulo 2

La historia de mis padres es quizás la historia de amor más hermosa que he tenido el placer de escuchar, no de los labios de mamá, sino, de los labios de mi padre. Quien con solo 17 años se había arriesgado a abrir su corazón y confesar aquellos sentimientos que habían crecido en él de manera inesperada, convirtiendo su vida en un lugar inhóspito. No por lo inmenso que eran, más bien, por el miedo a que rechazaran a la chica de la cual se había enamorado perdidamente.

Su temor no solo se debía al rechazo o la falta de compresión de sus padres, el esperado desprecio de Rebeca, lo habían sometido al sufrimiento, él estaba convencido que su amor por ella no sería correspondido. Tenía perfectamente clara la línea divisora, aunque estaba dispuesto a borrarla con tal de conquistar aquel amor que para él se tornaba difícil, pero no imposible.

En su gran mayoría, son las personas carentes de dinero quienes sufren el miedo del desprecio, el caso de mis padres era distinto, mi papá venía de una familia pudiente, sin embargo, mi mamá era hija de la señora a quien tanto el director, como los maestros, le tenían mucho respeto por ser la dueña de aquella papelería, misma que ofrecía sus servicios a aquel reconocido colegio donde solo estudiaban niños con una buena posición económica proveniente de sus padres, y al mismo que Rebeca había ingresado mediante una beca que le habían otorgado por ser una niña modelo y la insistencia incesante de su madre. No paró hasta conseguir que su hija entrara a estudiar al colegio donde aplicaban unos cuantos y solo lograban entrar unos pocos.

Jefferson iba un curso más avanzado que Rebeca, la conoció al ir por unas copias, mismas que serían el material para la clase de literatura. Al acercarse a la papelería pregunta— ¿hay alguien ahí? —no lograba ver a la señora que siempre atendía. Se sorprende al escuchar una voz muy dulce decir:

—Regresa luego, mi mamá no está.

— ¿Usted me puede atender señorita?

Rebeca siempre fue altanera, de manera desposta responde— no, no lo haré, si mi mamá no está, no puedo atender a nadie.

Aquel chico insiste haciéndola enojar, poniéndose de pies grita:

—Ya le dije que no lo haré —este se quedó esquizofrénico y solo alcanzó a decir, antes de salir huyendo debido a los nervios: que bella eres... olvidando el motivo por el cual había ido aquel lugar.

Ahí fue donde todo comenzó...

Al decir todo me refiero al sufrimiento por el que ambos tuvieron que pasar. Mis abuelos paternos, eran clasistas. Al enterarse de tal romance enviaron a mi padre fuera del país, echando a un lado, sin ningún remordimiento, aquel amor que había crecido entre dos personas que de lo único que eran culpables, era de haberse enamorado como lo habían hecho uno del otro. Está bien dicho que en el corazón no se manda y el destino está escrito, y no había una letra más clara y una tinta más espesa como aquella con la que se había escrito la historia de Jefferson y Rebeca