Pálpitos de su corazón ✔️

Cap 8-38

La dejé respirar, mientras lloraba en la habitación yo prepeaba la cena, acabo de una media hora salió, se había bañado, pero sus ojos estaban alterados y enrojecido, no quise preguntar como estaba, era mas que evidente. Mientras cenábamos su mirada estaba perdida, me partía el alma verla así, no era ella, el amor pudo doblarla, la Rebeca que conocía era fuerte, no se daba por nada, pero el amor puede con todo, es una fuerza incontrolable, termina desdoblando a cualquiera, hasta al mas fuerte.

—Mamá...no haz dicho ni media palabra. Me preocupas.

—Azul —hace un silencio— en ocasiones hay tantas cosas que decir, que es preferible no decir nada.

—¿Crees que te hará mas daño hablar?

—Ya no hay mas daño. Sabes algo: lo alentador de tocar fondo es que ya no puedes bajar mas, solo te quedan dos opciones: te quedas allá o sales. lo doloroso es que duele igual salir que quedarse allá, la diferencia entre salir y quedarse allá, es que luego de que sales, avanzas o avanzas, ahí si que ya no hay opciones. No saldrás para seguir sufriendo.

—Tu acabas de salir.

—Quieres que te trate como adulto, ok... te tratare como adulto. la vida es cruel, hay personas que dicen: no todo es color de rosa cuando la verdad, color rosa las rosas, nada mas.

—Explícame... te lo pondré mas fácil mamá. Quiero que hables conmigo, así como lo haces con Lili, hoy no quiero ser tu hija, quiero ser tu amiga. Lili ya no está y no sabes si volverá.

—Mi amor, solo tienes 17

—No tomes en cuenta mi edad, toma en cuenta mi mentalidad...

La hice sonreír, hacia tanto no la veía hacerlo que había olvido como se sentía verla así, con sus ojos chinitos, mi mamá era hermosa, y me había dado cuenta que su belleza no solo era física, tenia una ternura que se me hacia imposible describir, papá me lo dijo una vez, mamá entrega el alma y tenia razón. La verdad, ahora lo entiendo menos.

—De que quieres hablar, mejor dicho. por donde quieres que empiece.

—Por el inicio. Quiero que empieces por el día que fuiste a la grabación con aquel señor, por favor, no te saltes ningún detalle.

—Estas segura que quieres escuchar todo. Se siente extraño sentarme a hablar contigo de esto, haz sufrido mucho, te he hecho sufrir mucho.

—Mami, yo toque fondo y salí. Con esto solo quiero dejar atrás el pasado. Yo si quiero darte la oportunidad de escucharte y que me des la oportunidad de inicial de cero.

—Muchas gracias. No te imaginas lo que significa para mi tu apoyo, el tuyo en especial, a ti que te he tratado tan mal. Admiro esa valentía, inteligente, empatía, te admiro hija y suplico tu perdón aunque se que quizás no lo merezca.

Tomando sus manos la miro fijamente— la razón por la cual tengo todas esas cualidades, es por que soy tu hija... yo te admiro a ti y te amo mamá, te amo.

Lo que menos quería era hacerla llorar, pero fue imposible evitarlo, dijo ser lagrimas de felicidad, beso todo mi rostro una, otra, otra y otra vez hasta provocar mi llanto, eran todos los besos que siempre desee, pero por partida doble, cada beso iba acompañado de un te amo. Mi mamá, mi mamá me rebozo a besos, ni en mis mas remotos sueñes vi eso.

—Estos solo son algunos de los besos que te debo —pasó sus manos tan suave por mi rostro para secar mis lagrimas, lo sentí, sentí el amor de una madre —no quiero que llores, yo te voy a cuidar, de hoy en adelante voy a hacer la madre que siempre deseaste y que nunca fui. Una vez me dijiste: yo solo quiero que me ames, te amare de más.