Cap 8-39

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Esbozó una sonrisa de aliento antes de empezar. contó que papá y ella eran la pareja mas feliz del mundo, es subjetivo, hasta ese día, el día que acababan de llegar de sus vacaciones y llegó su manager con una propuesta, esta era salir del país a participar en una campaña que seria un bum para su carrera misma que seria con el reconocido modelo Damian Gutiérrez. La cara de mi papá lo era todo, cuenta mamá, pero no se negó, dijo confiar en ella. Debía hacer maletas, ya que salía a la media noche.

—Mama, disculpa que te interrumpa, por que aquel señor, odiaba tanto a papá, aunque la verdad creo que esto debería responderlo el.

—Lo único que te puedo decir. El amor que yo sentía por Jefferson, eran tan grande, la admiración, la pasión con la que lo amaba era tan grande, que sentía que no me cabía en el pecho, muchas veces llegué a pensar, que si amar así, era normal.

Al terminar la campaña pasó lo que antes les había contado, se pasaron de trago y ella terminó en su cama, no recuerda haber estado con el, pero de algo esta segura, de que amenos que haya abusado de ella, entre ellos no pasó nada, aunque esto todavía es un misterio, el nunca quiso decir mas.

—Aquel día no te dije todo, tu mamá llegó al hotel y me encontró en brazos de Damián esa es la razón por la que nunca me escuchó, no solo fueron fotos, yo estaba ahí, desnuda en las sabanas mientras el me abrazaba.

Inmediatamente me pongo de pies sorprendida.

—Escúchame por favor. Azul hija no pasó nada, a menos que yo recuerde, estaba muy mal, es la fecha que aun no recuerdo que pasó esa noche, Azul nunca traicionaría a tu papá.

—Quien te asegura eso. Rebeca, me estas diciendo que papá los encontró como Dios los trajo al mundo.

— No hacíamos nada, solo estaba en su brazos.

—Eso es nada.

— Hija tu cara es la misma de tu papá aquel día, por favor, no te vayas, no lo hagas, déjame terminar, no me dejes.

—No se que hacer.

—Ven aquí.

No obedecí, por lo que se acerco a mi y me tomó entre sus brazos mientras se deshacía en lagrimas, sus ojos parecían cascada y pensé: por que no creerle, por que no solo escucharla sin juzgarla. ella de verdad lo amaba de eso yo estaba segura y si le creía eso por que no creerle que no le fue infiel. Intentó arrodillarse para suplicarme que le crea, no lo podía permitir. Ambas nos fuimos al piso, mientras ella lloraba sin ningún consuelo.

—Dime que me crees, necesito escuchar que me crees.

—Te creo mamá —ella solo quería inicial de cero dejar todo atrás, en este punto no le encuentro sentido a mentir, ya estaba segura de que no lo hacía. La ayude a ponerse de pies y sentarse nuevamente.

—Me duelen muchas cosas, pero lo que mas me duele es no poder recordar nada. Tu papá no volvió a casa, lo volví a ver tres meses después, se me desgarró el alma, me caía a pedazos, fueron los peores meses de mi vida, no sabia que hacer con todo lo que traía por dentro, el nudo en la garganta nunca se deshizo, traía tanto amor y dolor atorado. Cuando le dije a tu papá que estaba embarazada trago grueso y luego dijo no poder con tanto y se marchó, fue la ultima vez que lo vi, hasta el día de tu nacimiento. No tienes ni la mas remota idea de cuanto dolió.

—Si Jeff pensaba que no era su hija, por que asumió la paternidad, dijiste que nunca vio la prueba de ADN

—No, nunca lo vio. Y el por que asumió la paternidad, aun no lo se, creo deberías preguntarle.

Mama me había dejado con muchas dudas, dudas que le correspondía a Jefferson aclarar. Yo sabia que ella había sufrido, pero entiendo cuanto sufrió y lo valiente que fue. Quería poder tener las palabras para consolarla, pero no fue así, imaginar, crear escenarios en mi cabeza me acercaba un poquito a su dolor, pero nunca lo suficiente. Preferí abrazarla antes de decir algo que en lugar de ayudar, le hiciera mas daño.

Pálpitos de su corazón ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora