Pálpitos de su corazón ✔️

Cap 4- 23

Al llegar del colegio, el seguridad de la primera puerta me había dado un bulto, según el me lo había dejado mamá, no tenía idea de que contenía. Le pregunté por qué lo tenía él, respondió que tenía órdenes estricta de no dejarla pasar, al preguntar quien se las había dado respondió que la señora Minerva, mi abuela— Que necesidad la de esta señora, a ver, por qué mamá no podía pasar, en que le afectaba eso a ella.

Al abrir el bulto contenía: ropa, mi tableta, mi móvil, unas botas, mi osito de peluche y varias cosas más. También había una nota, misma que decía:

Querida hija, espero tú estadía en casa de papá haya transcurrido bien, se que intentaste comunicarte conmigo, aunque no hablaste te pude sentir, supe que eras tú, aunque no lo creas también te extraño, me haces mucho falta. Te he estado llamando, pero no me permiten hablarte.

El bulto contiene tu pijama de unicornio, la que tanto adoras. Te la compré cuando tenías 4, cada cierto tiempo me hacías comprarte la misma en diferente talla, porque ya no te quedaba. Decías tu nana que era calientita y te quitaba el frío, tú móvil, la tableta, las botas que te regaló Lili y tú osito, se que se te hace difícil dormir sin el. Azul, hija, te amo. Solo espero que algún día puedas perdonarme. También te eché una bolsita de dulces, mantenlos escondido, si tú abuela los descubre si que me mata. Te quiero y espero verte pronto.

Lloré, lloré y volví a llorar, por qué se comportaba así, me tuvo junto a ella durante años y nunca dio indicio ni de compasión por mí y ahora que no estoy dice amarme. Si me conoce, me lo dijo pero me negué a creerle ¿Qué planeas Rebeca? Que planeas.

Le toqué a papá, no me abrió. Una de las muchacha me dijo que estaba en la alberca, en ocasiones hacia reuniones con amigos allí.

Quise ver, solo me asomé a la ventana y no estaba con amigos, estaba con una chica. El tenía derecho a rehacer su vida, pero era injusto, mamá lo amaba, estaba segura que si todavía estaba sola, era porque mantenía la esperanza de estar con él.

Por qué se separaron, cuál será el misterio de tras de su ruptura.

—¡Mamá! —la llamé, respondió pero me cerró, volví a llamar unas dos veces, pero no volvió a responder, hasta después de unos 10 minutos que volví a llamar.

—No seas necia niña, no te puedo atender, no lo notas...

—Solo quería —me cerró— Rebeca siendo Rebeca. No te entiendo mamá, no te entiendo.

No me pude dormir hasta que la fiesta de papá no terminara, lo esperé en la puerta unas 2 horas, quería saber por qué el y mamá habían terminado y quien era esa chica con la que él estaba.

—¿Que haces ahí? —no tengo suerte, tanto mi mamá, como mi papá eran dos alcohólico.

—¿Quién es esa chica papá?

—Nadie, no es nadie.

—Es un fantasma entonces.

—Como crees, ya vete a dormir.

—No si antes no me dices ¿Quién es la chica con quien estabas?

—Es una cita, la encontré en una página de citas.

—Por eso se dejaron tú y mamá.

—No Azul, ya deja el tema Rebeca, no quiero hablar de ella, duele hablar de ella —me gritó

—Pues búscala.

—No, no haré eso.

—Entonces dime por qué se separaron.

—Por qué la engañe, yo la engañe. Le fui infiel con otra persona.

—No es cierto.

—Querías la verdad, esa es la verdad. La engañé, le destroce el corazón, la dejé rota por dentro, yo soy el culpable de todo su sufriendo y que hoy ella sea la persona fría y distante en la que se convirtió, yo y nadie más que yo.

—No te creo, no sigas —salí huyendo, no quise seguir escuchándolo. Volví a llamar a mamá, pero salía la máquina por lo que dejé un mensaje:

Mamá dime qué no es cierto, dime qué papá no te engaño, dime qué por eso no fue que se separaron, mamá por favor, no me mientas. Papá dice que te fue infiel, pero yo no le creo, dime la verdad, mamá contéstame.

Se me cayó la imagen de padre correcto, respetado que tenía, no podía ser cierto, mi papa amaba a mamá, no pudo a verla engañado. Se me fue al piso la imagen que había creado, Jeff no era más que un simple mortal, no estaba excepto a cometer errores, pero eso, no pudo haberlo hecho.