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Willow y Hunter llegaron al cuarto de Luz a eso de las once de la mañana.

El muchacho movió la manija de la puerta pero, para su sorpresa, estaba cerrada. Luz solía despertarse temprano hasta los fines de semana, por lo que llegar un sábado y que no los estuviera esperando era extraño.

Soltó la mano de su novia para sacar su llave hasta que ella lo detuvo.

–Amor, – él la miró con atención – no creo que sea buena idea.

–¿Por qué? ¿Y si le pasó algo? – dijo algo preocupado.

–Pensemos, ¿qué te dijo ayer cuando hablaste con ella?

–Que estaba con Amity.

–¿Y?

–¿Que nos vería hoy...? No entiendo qué tiene eso que-

–Hunter, – pronunció Willow firmemente – analízalo un poco más, ¿no nos podría haber visto ayer?

–Claro.

–Peeero, decidió pasar más tiempo con Amity, – aún se veía confundido – la chica con la que está saliendo desde hace un tiempo, con la cual la has encontrado besándose.

–¿Entonces...?

Willow abrió los ojos ya algo desesperada.

–Tal vez, si abres esa puerta, te encuentres con algo peor que la última vez. – recalcó la palabra "peor".

Hunter se quedó boquiabierto, comprendiendo así lo que su novia quería decir.

–Aaah, ya entiendo.

–¡Aleluya! – exclamó Willow.

–Mejor la llamo.

–Buena idea.

El teléfono sonó.

–¿Aló...? – se escuchó la voz ronca de Luz al otro lado de la pantalla – ¿Hunter?

–¡Luz! Hola, ¿estás en tu cuarto?

–Sí, – bostezó – ¿por qué? – se escuchó cómo se movieron las sábanas.

–Willow y yo estamos afuera.

–...

–¿Luz?

–¿Afuera? Tipo, ¿al otro lado de la puerta?

Ya se escuchaba más despierta.

–Sí, pero si no es buen momento nos vamos-

–¡Amity! – se le escuchó decir de fondo – No, tranquilo, solo denme unos minutos y les abro, ¡bye!

–Está bien-

Terminó la llamada.

–¿Qué pasó? – preguntó Willow con curiosidad.

Hunter suspiró.

–Que bueno que llamé.

Su novia no pudo evitar reír.

Al cabo de cinco minutos la puerta se abrió.

Se encontraron con una Luz nerviosa, que traía unos shorts de pijama y un t-shirt de Amity.

–Chicos, olvidé por completo que venían, lo siento, jaja.

–Está bien Luz, ¿cómo estás? – preguntó la peliverde.

–Oh, estoy bien, – sonrió de lado – pero pasen. – se quitó del camino.

Amity estaba sentada en el piso con las piernas cruzadas, unos joggers y un t-shirt de Luz, mientras se tomaba lo que parecía ser una taza de café.

Tenía una marca en el cuello, mas eso era algo que iban a ignorar.

–Buenos días, – expresó la pelipúrpura para luego tomar un trago de su café – Luz no me dijo que venían.

–Al parecer lo olvido. – dijo Hunter algo apenado.

La chica solo se rió.

–Está bien. – volvió a tomar de su café.

–Trajimos croissants. – agregó Willow de pronto.

Luz saltó a abrazarla.

–¡Willow te amo! – le dio un beso en la mejilla y tomó la bolsa de papel.

Hunter la miró molesto.

–Hey, mi novia.

Luz le sacó la lengua para luego sentarse junto a Amity y colocar sus piernas sobre las de ella.

La chica simplemente siguió bebiendo su café.

–Bueno, su relación sí que ha avanzado mucho.

Las dos se miraron al mismo tiempo y se rieron.

Un sonrojo creció en ambas.

–Bueno, ya hemos salido un tiempo, tiene sentido. – aclaró Amity, apoyando sus brazos de las piernas de Luz.

–Y aún así no hemos salido todos juntos, ¿no creen que deberíamos planear algo? – dijo Willow, se sentía algo dolida.

–Me encanta la idea, ¿qué opinas Ams? – se giró un poco para verla, tenía una gran sonrisa.

–Claro que sí amor. – sonrió.

Hunter y Willow se miraron con sorpresa.

Se despidieron y salieron de la incómoda habitación.

–¡¿Viste que la llamó "amor"?!

–Sí Willow, pero tal vez no sea nada malo.

–Es que, si no son novias, eso le dolerá mucho más a Luz si terminan.

–Él que estaba más molesto era yo, ¿y ahora vas explotar?

–Es que, – suspiró – pensé que no era algo tan fuerte, pero están muy conectadas, es peor de lo que pensé.

–Hey, – tomó su mano – es Luz de quien hablamos, esperemos que todo vaya a estar bien, – le sonrió – a mí tampoco me gusta mucho esto, pero Blight no me da mala vibra ahora.

Willow asintió.

Hunter tenía razón.

Amity no era la misma de hace seis años, se veía y actuaba diferente, ¿por qué juzgarla sin pasar ni un momento con ella?

Tal vez su percepción era incorrecta.

Un golpe de suerte [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora