Luz se lanzó sobre su cama y abrazó una almohada, a la vez que miraba a su novia con una sonrisita.
–Veo que te está gustando mi habitación.
Amity se giró a ver a la morena, a quien se acercó rápidamente. Se posicionó junto a ella en la cama y enrolló sus brazos en su cintura.
–Sí, pero me gusta más la dueña.
Luz se rió, para luego depositar un beso en su frente.
–Wow, esta cama es mucho más grande y cómoda que la de tu dormitorio, ¿por qué no te quedas aquí? – comentó Amity.
Sus ojos se encontraron con los de Luz.
–No lo sé, supongo que quería más privacidad, sentirme más como una adulta.
–Ja, te entiendo. – acurrucó su rostro en el pecho de la chica – Tienes suerte de tener una familia tan linda igual.
Luz acarició su cabello.
–Sí, y no los cambiaría por nada. – levantó lentamente el rostro de Amity por la barbilla, haciendo que volviera a verla – Sé que tu historial familiar no ha sido el mejor, pero a partir de ahora eres parte de los Noceda-Clawthorne también.
Amity sonrió.
–Gracias... – pasó una de sus manos por la mejilla de Luz.
–Aw, te has vuelto suave conmigo, – acercó su cara a la de su novia – como un peluchito.
–¿Yo?, ja, en tus sueños Noceda.
Unieron sus labios, empezando un beso suave y delicado, que se fue convirtiendo en uno intenso.
–¡Luz! – se escuchó cómo la llamaban desde afuera.
Amity se separó de ella, por lo que la chica puso una cara triste.
–Te están llamando, y no me quiero hacer responsable de que no respondas, – se levantó de la cama y acomodó su blusa – vamos.
–Ugh. – la siguió sin ánimos.
Bajó las escaleras tomada de la mano con Amity.
–¿Qué pasó ahora Eda? – respondió algo irritada.
–Ay, lo siento, ¿estaban haciendo algo importante?
Ambas se sonrojaron.
–No...
–Luz, eres muy mala mintiendo, – dijo la mujer a la vez que se acercaba a ella y peinaba su cabello – al menos intenta arreglarte si vas a fingir.
–Mija, no corrompas tu cuarto de pequeña, por favor, deja que permanezca la inocencia.
–¡Mamá!
–¡Ja!, buena esa Noceda. – Camila y Eda chocaron los cinco.
–Sí, muy buena Camila. – agregó Hunter.
Todos lo miraron incrédulos, incluyendo a Willow.
–¿Qué? – preguntó algo nervioso.
–¿En serio dices eso después del... incidente?
–¿Qué incidente? – dijo Luz con curiosidad.
–¡Nada!
Eda estalló a carcajadas.
–Es solo que tu hermano aquí no me dijo que estaría en casa y estaba pasando un "buen momento" con la señorita plantitas acá cuando llegué.
–¡Eda!
El sonrojo de Hunter era extremadamente visible, terminó escondiendo su cara en el hombro de Willow.
–Fue un momento traumático.
–Para ambos. – dijo Willow.
–Para todos. – agregó Eda.
Mientras, Luz no paraba de reír.
–Yo no entiendo nada, ¿de qué hablan? – preguntó King a la vez que tiraba de la falda de Raine, quien lo tomó de la mano y lo llevó a dormir.
Cuando se hizo tarde todos se despidieron.
Eda tomó a Luz del brazo cuando Amity se alejó.–Niña, – la miró a los ojos para luego sonreír – no la dejes ir, ¿sí? – Luz asintió – Me recuerdan mucho a tu madre y a mí, no lo arruinen.
–Gracias Eda, eso intentaré.
–Ah, y no dudes en llamarme cualquier cosa, Hunter me contó lo de Henry.
–¡Ese chismoso!
–Hey, solo intentaba protegerte, – se cruzó de brazos y se apoyó del marco de la puerta – puedes venir cuando quieras, ¿sabes?, no porque eres legalmente una adulta debes alejarte.
–Lo sé.
–Bien, pues ven a dormir acá siempre que puedas, trae a boots también, – Luz se rió ante el apodo – y si quieres casa sola me avisas. – le guiña el ojo – Nos vemos chiquilla.
–Adiós Eda.
Compartieron un fuerte abrazo.
"Extrañaba esto", pensó Luz.
[Nota:
Espero que les haya gustado el capítulo, eso sí, casi casi llegamos al final (no me gusta extender tanto las historias)
Pero no se preocupen, me gusta escribir extras y así :)
OTRA COSA: ¿Qué cosas les interesaría saber antes de acabar la historia? ¡Los leo!
Eso es todo, besitos <3 ]
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Un golpe de suerte [Lumity]
FanficDos extrañas, una fiesta, una bebida derramada y muchas ideas reprimidas. El universo funciona de formas misteriosas, ¿cierto? Nota: -No existe la magia ni The Boiling Isles / Las Islas Hirvientes. -Todos son humanos.