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–Pero, ¿por qué amor? – cuestionó la chica mientras apretaba el brazo de su novia, y la miraba con cara de perrito triste.

–Porque ya este es mi último semestre, Luz. – le respondió a la vez que colocaba una de sus manos sobre el agarre de la muchacha – Sabes bien que no me puedo quedar para siempre acá.

–Es que fue muy rápido.

Una risa algo sarcástica salió de Amity.

–Amor, soy tres años mayor que tú, empecé antes y seguí el pensum al pie de la letra, – tocó su mejilla con suavidad y sonrió – lo sabes, ya me graduaré.

Luz volvió a hacer un puchero.

–No quiero que te vayas, te extrañaré.

–Voy a vivir cerca de la casa de tu madre.

–¿De cuál de las dos?

–La de Eda.

La muchacha asintió –Bien, lo acepto entonces.

–Además, – se acercó a ella y la tomó de la cintura – tendremos más privacidad para hacer todo lo que queramos, donde queramos.

–Cállate Blight. – respondió con un gran sonrojo, mientras la empujaba.

–Ven, dame un besito. – hizo un pico con sus labios.

–Se supone que te iba a ayudar a empacar. – dijo entre risas.

Sin previo aviso, la puerta del dormitorio se abrió, causando que la pareja se separara rápidamente.

–Madre.

–Amity querida y, – la mira de pies a cabeza – Luz Noceda, ¿interrumpo algo?

–No, para nada, – dijo la morena sin pensar – solo estábamos organizando un poco.

Odalia dejó escapar una risa seca.

–Ya veo, – se giró para enfocarse en su hija – me dijiste que ya no estaban saliendo.

–Mamá, yo-

–Y no lo estamos, – interrumpió Luz – solo somos amigas, por eso la ayudo. – le sonrió, aunque se notaba molesta, para luego tomar una caja del suelo y salir de la habitación.

Mittens, mittens, – negó con la cabeza – esa chica no es buena para ti.

–Tú no sabes eso mamá.

–Claro que lo sé, soy tu madre, y te conozco más que cualquier persona en el mundo.

Amity se cruzó de brazos.

–Ahora vámonos, el camión de mudanzas está esperando las cajas.

Terminaron de subir todo y Odalia caminó hasta su auto para llevar a su hija a su nuevo departamento, cuando notó que alguien más iba junto a ella.

–¿Y tú también vienes?

–Claro. – respondió Luz sin ninguna emoción.

–Bien, como quieran.

El lugar estaba a unos diez minutos del campus, no era muy espacioso, pero tenía sala, cocina, y una habitación con baño propio. Era perfecto.

–Wow Blight, que envidia me das, ¿me puedo mudar contigo?

Su novia se rió y la empujó suavemente con el hombro.

–Si pagas renta no tengo problema.

Nah, no gracias, pero valía la pena intentar.

–¿Entonces ustedes dos están saliendo? – escupió Odalia.

Ambas muchachas se miraron algo asustadas.

–Ey, no seas tan dura con ellas, Blight. – dijo una voz familiar desde la puerta.

–No puede ser, Edalyn Clawthorne.

–Aw, ¿ya no me llamas por mi apodo, corazón?

–¿Cómo te atreves a llamarme de esa forma?

La señora se encogió de hombros.

–No parecía importarte hace unos años cuando te volvía loca.

Caminó hacia Luz, empujando a la mujer levemente al pasar por su lado, y envolvió sus brazos al rededor de la pareja.

–¿Acaso ellas no te traen recuerdos? Déjalo pasar.

–¿Cómo llegaste aquí?

–Yo le envié la ubicación. – expresó Luz.

–Espera un minuto, – dijo Amity saliendo de su estado de shock – ¿ustedes dos...?

–¡No! – gritó Odalia.

–Oh sí, – respondió Eda con tranquilidad – pero no duró mucho, en verdad no sé cómo la soporta tu padre.

El sonrojo en la madre de Amity era increíblemente notable. Lucía indignada.

–Que irrespetuosa eres, como siempre.

Se estaba dando la vuelta para irse, cuando alguien la detuvo.

–Edalyn, por Dios, quita tus asquerosas manos de encima de mí.

–Solo quería dejarte algo en claro, – se acercó más a ella – si le vuelves a hacer algo a tu hija, o intentas algo con Luz, te las verás conmigo, ¿comprendes?

–¿Qué te importa lo que haga con mi hija?

–Para tu información, tu hija es familia ahora, y para los Clawthorne-Noceda-Whispers eso es lo más importante. – sonrió de lado – Así que chu, vete.

Odalia prácticamente huyó del lugar, avergonzada, molesta, dando pisotones hasta su auto.

Amity abrazó a Eda, fue algo emotivo, ya que ninguna de las dos es muy afectiva.

Luz se unió un momento después, poniéndose de puntitas y tratando de envolver sus brazos sobre las dos.

Y fue allí cuando Amity se dio cuenta de que, aveces, la familia son aquellas personas que te encuentras en el camino, y no esas con las que compartes algo tan simple como ADN.

Familia son esos en los que decides confiar, amar, cuidar.

Amity no entendía eso hasta que conoció a Luz.

Y, bueno, todo fue un golpe de suerte.

[El fin

¡Muchas gracias por leer!

Los quiero mucho, me siento muy feliz con la conclusión que le he dado a la historia.

En un rato subiré el epílogo y eso.

Besitos,

Chan <3 ]

Un golpe de suerte [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora