[Epílogo]

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Después de unos meses Amity, por fin, se graduó de derecho.

La verdad es que no podía esperar para dejar de verle la cara a sus profesores, no soportaba a ninguno, y también estaba feliz porque fue la primera de sus hermanos en graduarse, digamos que ellos no se habían enfocado tanto en sus estudios.

Luz, por otro lado, estaba devastada.

Amity podía jurar que lloró más que ella misma el día de su graduación.

Fueron a cenar, después a su apartamento y... digamos que expresaron sus sentimientos nuevamente.

Ahora trabajaba en una buena empresa, lo cual la ayudaba a no tener que ver a su madre de nuevo, al menos por cuestiones de dinero.

La vida la trataba bien.

–¿Puedo dejar algunos de mis pantalones acá? – preguntó Luz mientras sacaba tres de aquellas prendas, dobladas, de su mochila – Los tuyos no me sirven, pero tus blusas sí.

–Amor, ya dejaste varios de tus peluches, tus pinturas y pinceles, tus vans y hasta tu cepillo de dientes, ¿me faltó algo?

–Hm, – se colocó la mano en la barbilla, como pensando – sí, mi taza preferida.

–Ah, claro, – dijo mientras le daba un abrazo por detrás – ¿es esta una táctica para mudarte conmigo de a poco?

–No lo pienses mucho Blight.

–Es que, si no lo hago, un día simplemente aparecerás junto a mí en mi cama y no te irás.

Luz se giró un poco para verla.

–¿Sería eso tan malo?

Amity le dio un beso rápido.

–Al contrario, sería un sueño hecho realidad.

El teléfono de la menor sonó.

–Mierda, es Eda, le dije que estaría estudiando para los exámenes, ¡no digas nada!

Su novia se rió.

–¿Aló?

Luz se graduaría en un año y unos meses, por lo que Amity la ha estado ayudando en todo lo posible. Nunca pensó que aprendería historia del arte, a menos que fuese por alguna clase obligatoria, hasta ahora.

Eso sí, lo veía más como "chisme histórico", pero seguía siendo lo mismo.

–Buenas noticias, Eda trae cena.

–¿No que ella no sabía que estabas-

–Cuando me dijo que compraría hamburguesas le dije la verdad, sabes que la comida es mi debilidad.

Amity volvió a reír.

–Sí, lo sé amor. – la miró de arriba a abajo – Otra cosa, amo como te ves ahora, pero no creo que sea buena idea recibir a tu madre en mi camiseta y sin pantalones.

–¡Ah, verdad! – gritó mientras corría a la sala para buscar sus pantalones de pijama.

–¡Y peínate de paso!

–¡Ugh!

Era hermoso pensar que esa era su vida ahora.

No podían estar separadas la una de la otra.

[Ahora sí, aquí termina oficialmente la historia, gracias por llegar hasta aquí, gracias por leerme, gracias por comentar, se aprecia mucho <3

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Obvio les subiré algunos extras luego ;)

Un graaaan abrazo, mua <3 ]

Un golpe de suerte [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora