17

19 2 6
                                    

¿Quién en su sano juicio está despierto a las 4 a.m? Apenas puedo mantener los ojos entreabiertos. La luz de la pantalla me molesta. "Jones". Debo estar en una pesadilla, llevo cinco días con una alergia que no se detiene y tienen la valentía de llamarme a las ¡¡4 A.M!!.

Acepto la llamada. 

--Discúlpame la vida, Vi... Pero me ha llegado un correo de un concierto...--se detiene, al parecer escuchó el moqueo--. ¿Estás agripada?

--Hm...-- me limito a contestar, y se produce un silencio neutral. 

Pienso en Cliff, Jackson, Marcus y Federico deben estar entusiasmados. Pero también deben considerar mi estado de salud. Aunque si nos turnáramos en cantar. Quizás podría ser una solución. 

--¿Y si cantas ciertas partes de la canción? Solo doy alternativas, si no se puede, pues rechazo el contrato. Primero está tu salud -- noté seriedad en su última oración. 

--Podría ser canciones en dueto, envíame una lista...

--¿Puedo buscarte a eso de las diez? Lees la lista de camino...

--Okay... Pero ahora quiero dormir...--dije, bostezando y poniendo en altavoz, para volver a recostarme. 

.

Unos golpecitos en la puerta me levantaron de golpe. No tenía fiebre, ni dolor de cabeza, solo un leve moqueo. Isa apareció tras la puerta, llevaba un conjunto deportivo y un airpod conectado. Unas señas que apenas pude entender y desapareció por las escaleras. Ni siquiera me había dado tiempo de decirle que debía ir a un show, en el camino le envío un mensaje, aunque ya me imagino su cara de indignación. 

--Alexa... ¿Qué hora es? 

--Nueve y media...

--¡¡Mierda!!

--El significado coloquial de mierda es: suciedad o porquería que se pega a una cosa o a una parte del cuerpo.

Ay Alexa. 

--Turn off.

Ni siquiera podía agacharme. ¡¡Malditos mocos!! En el bolso guardé un conjunto celeste y unas vans blancas o blancas-sucias. En el closet todo me resultaba un poco ajustado, por lo que decidí por unos leggins y una camiseta de pulp fiction. Marqué a Rhee. 

--Oruguilla...--dijo al descolgar la llamada. 

--Jones ha llamado, dijo de un contrato y he pensado que puedo hacerlo si se canta en duetos... So...

--Estoy afuera...--interrumpe, puedo verlo desde la ventana, le saludo y corto. 

Voy saltando de escalón en escalón, con mi bolso en el hombro, los mocos encima, pero la ilusión a tope. Guardo los toppers que Isa preparó, preparo una nota con las letras imantadas, rogando que lo tome de maravilla. Detrás de la puerta, Jones y Rhee conversando. Jones juguetea con la llave, se detiene al verme. Rhee se lleva una mano a la cabeza, da un paso adelante, me pone una mano en la cintura y me da un cálido beso en la punta de la nariz. Enredo mi brazo con el suyo. 

--Acompáñanos al show-- la invitación se esparce en el aire. 

--Jones no tiene ningún problema, ¿verdad?--me fulmina y acepta. 

Ambos tenemos la mirada fija en Rhee, que asiente con una sonrisa y esos hoyuelitos. 

He terminado en el asiento delantero, luego de una discusión infantil de dos minutos y acepté... solo por leer la lista que los chicos de la banda han decidido. Frunzo el ceño al ver un par de canciones que no encajan... sé que es cuestión de gustos, pero son canciones muy suaves. Quizás han pensado en lo enferma que debo estar. 

QuimeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora