CAPÍTULO N° 27

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<< Respira, Selene, respira profundo

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<< Respira, Selene, respira profundo.>>

Inhalé y exhalé, llené mis pulmones a máxima capacidad con el gélido aire de la noche y luego liberé la carga dejando un vacío que pronto repitió el mismo hilo y ritmo.

Mi atención estaba perdida en largo sendero de tierra que marcaba el camino hacia La Torre de Forja, rodeada de una cantidad considerable y espesa de variedad de árboles infernales. Algunos mechones de mi cabello se removían contra mi rostro por los fuertes golpes de viento que también azotaban mi cuerpo. Las yemas de mis dedos rozaban el cuero liso de mis piernas mientras avanzaban al ritmo casi parejo de la cantidad considerable y sorprendente de los nuevos reclutas. Esta vez muchos demonios jóvenes, entre hombres y mujeres, decidieron enlistarse, aun sabiendo que muchos de ellos solían desistir apenas en las primeras semanas de ingreso. Aunque también era bien sabido que solo había dos formas de que un recluta saliera de La Torre, como un soldado o simplemente muerto.

La mayoría de los iniciados provenían de familias ricas, nobles e incluso hijos de tenientes, capitanes y hasta comandantes. Así que por mucho que tratasen de negarlo, ahí dentro, la gran mayoría de los que venían de cunas de oro tendrían ventaja sobre aquellos que solo buscaban una mejor existencia.

—  Hey, reacciona Zanahoria, pronto llegaremos.

— Te he dicho que dejes de molestarla, ha de estar conmocionada todavía.

— ¿Por qué?, ¿En serio creyó que con solo irse del lado del príncipe bastardo ya la convertía en parte de su fracción? — el rubio estalló en risas a mi costado derecho.

— ¿Y qué con eso?, yo también lo creí, debí suponer que ese imbéciles solo se estaban parando de cualquier lado y ya.

La morena echó la cabeza atrás soltando un resoplido que pronto fue seguido por el mío. Bien, quizá si fui una estúpida al creer que con tan solo caminar unos cuantos pasos de un lado de ambos príncipes me convertiría automáticamente en una iniciada de su escuadrón. Por un solo momento sentí tranquilidad, luego todo se fue a la mierda cuando Taika añadió que la división de fracciones se realizaría en La Torre de Forja como era de costumbre y según las reglas escritas desde dentro de la fortaleza.

Debí suponer que la idea de que cada uno se fuera al bando que quisiese era ridícula, desde luego algo así jamás sucedería, no sin antes pasar por algún tipo de prueba. Aunque debía admitir que deseaba que las cosas fueran de esa manera, solo así podría estar lejos de Bhal y de todo aquello que representaba y que, por alguna extraña razón, todavía continuaba llamando a cada parte de mi débil esencia.

— Las cosas no son tan fáciles — mi atención se dirigió al rubio quien me ofreció una sonrisa entera — nosotros no elegimos con quien nos vamos, lo hace el Octagrama.

— ¿Y ahora qué carajos es eso? — Ethelia arrugó el rostro irritada.

— Ya sabes, el Octagrama — Beira encogió los hombros como si fuera de lo más obvio— ¿Estrella de ocho puntas? — enarcó la ceja — ¿Seleccionador de esencias?, ¿Estrella del amanecer?, ¡Demonios entonces en serio no lo saben!

INFERNUM:Llamas Ardientes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora