El camino a seguir

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El vigía tocó el cuerno que anunciaba la llegada de otro barco, un barco con insignias reales que indicaban que una de las personas que estaba ahí era de la realeza, siendo ni mas ni menos que la propia Henrietta, la cual estaba en uno de los balcones del barco. Su angustia al ver la desolación de aquel campo de batalla la hacia pensar en lo peor, sobre todo al pensar en sus conocidos como Wales y Louise, esta ultima despareció del campamento de repente, para cuando fue informada de aquello supo mas o menos a donde había ido, cosa que aun así no la tranquilizaba..

Henrietta: Oh por... ¿qué pasó aquí?

Agnes: Majestad, estamos por atracar, por favor...  (Indicar el camino)

Henrietta: Entiendo.

El barco ancló, abajo había una comitiva para recibir a la Reina, conformada por algunos generales y soldados, en cuanto a ella, la acompañaban sus guardias mosqueteras y algunos soldados de la guardia de Tercio, junto con su comandante respectivo.

Rodolfo: Vigilad bien cada sitio, no quiero que ningún bastado tenga un chance de hacer algo.

Una vez en tierra firme, Henrietta se encontró con que uno de los que estaba ahí era Wimpffen, el cual tenia una apariencia algo desaliñada a pesar de su esfuerzo por estar presentable.

Wimpfen: Majestad, que gusto tenerla aquí. 

Henrietta: Por lo que veo...  (Mirando al rededor)  la han pasado un poco ajetreado.

Wimpffen: Nada del otro mundo... pero seguramente debe estar cansada, si quiere la ayudo a instalarse.

Henrietta: Eso será después, por lo que decía la carta el asunto es urgente, lléveme al cuartel.

Wimpffen: Como ordene.

Henrietta se volteó a su grupo de atrás e hizo llamar a dos personas, Yuki y Saki, las dos pelinegras estaban detrás de las mosqueteras que acompañaban a Henrietta.

Henrietta: Se que tienen a los suyos por aquí... pero si pueden...

Saki: No se preocupe, le avisamos si sabemos algo de la señorita Valliere.

La chica se sintió mas tranquila al escuchar eso, luego se fue con Wimpffen al cuartel acompañada de su escolta, Rodolfo se ocupó de las cosas de Henrietta que iban bajando del barco, por lo que las otras dos chicas se dispusieron a lo suyo por todo el campamento de batalla.

Saki: Bueno, nos toca buscar por todo el sitio... va a estar larga la caminata.

(Cinco minutos de búsqueda después)

Yuki: Oye mira, ese chico, yo lo conozco.

La pelinegra menor vio entonces a cierto chico rubio quien estaba dando algunas ordenes a unos soldados.

Saki: Si mal recuerdo es uno de la academia... creo que se llamaba...

Yuki: Oiga, señor Guiche Gramont.

La chica empezó a llamar a Guiche, el cual al verlas despidió a los hombres a sus puestos y se reunió con ambas.

Guiche: Vaya, vaya, ¿miren a quien tenemos aquí?, no las había visto desde el Festival de Verano.

Saki: Ah si, ya me acuerdo, eres el que siempre está tras la señorita Montmorency.

Yuki: Por cierto, ella te manda saludos.

Guiche: ¿En serio?, ¿ella me mandó saludos? ¿dijo algo mas? ¿mandó algo?

Yuki: Si, una advertencia, que no andes detrás de otras doncellas o la próxima vez puede que haya algo en tu bebida cuando regreses.

Zero no Tsukaima - BruderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora