Zero no Tsukaima - Bruder

El camino elegido

La evacuación empezó tan pronta como fue promulgada, todos tenían que ir a los barcos para salir del país de Albion lo más pronto posible. Todo barco disponible en ese momento, tanto buque de guerra como barco de transporte, se puso a disposición para la evacuación.

Los escuadrones que aún estaban medianamente organizados, empezaron a poner en orden a todos los que llegaban. En un principio revisaban si eran infiltrados o no, pero dada la situación tan apremiante, tuvieron que arriesgarse y dejar que muchos pasaran sin revisión, aun así, la vigilancia se mantuvo.

Entre tanto en la retaguardia, los que aún no abordaban los barcos esperaban su turno, lo que incluía a civiles y combatientes. Entre este grupo que esperaba, se encontraban nada más ni nada menos que Louise, Saki y Yuki. La razón de esto era porque Takeda, Fritz y Ryotu fueron requeridos por Thomas, ya que los necesitaba para ayudar con algunas cosas.

Durante ese tiempo de espera, Louise se la pasaba en un rincón de su tienda, con la mirada abajo, con un semblante de tristeza y preocupación, mientras que Saki y Yuki la observaban desde lejos con mucha preocupación.

Yuki: Definitivamente algo pasó entre esos dos, ha estado así desde que llegó aquí, incluso Fritz también ha estado raro, como si algo le inquietara.

Saki: ...

Yuki: ¿Crees... Crees que sea por lo de esos encapuchados que casi la matan?

Saki: Si fuera eso, no creo que la afectaría tanto... esto es más de lo que vemos simple vista.

Yuki: ...

Se plantearon ir a hablarle, pero prefirieron no hurgar en el asunto, después de todo no era ni el momento, ni el lugar, ni tampoco las personas adecuadas para ello.

La joven noble por su parte, estaba pensando en muchas cosas, no solo en lo sucedido esa noche, sino también de lo que habló con Fritz antes. Le preocupaba que Fritz fuera a tales extremos de enfrentarse él solo a la amenaza de esos alemanes solo para protegerla. Esto más que confortarla le causaba una gran angustia, una que detestaba sentir.

Pero no solo aquello pasaba por su cabeza, también la situación la tenía muy abajo. La campaña fallida no solo era una derrota para el ejército, sino también una merma en la reputación y confianza en Henrietta y Tristain. Este evento, en el peor de los casos, podría desembocar en cosas mucho peores y que tal vez pudiese culminar en un escenario parecido a Albion, tal vez incluso peor... y lo peor para ella, era pensar que, a pesar de tener un gran poder, no sirvió de mucho, todas esas hazañas con su magia solo valieron para los pocos elogios de unos pocos, nadie, ni siquiera su familia, sabría que ella tuvo un papel importante en la guerra y mucho menos ahora que estaba destinada al fracaso.

Todo esto, aunado a su pésima autoestima en ese momento, la estaban haciendo sentir cada vez peor, un sentimiento de inutilidad, alguien que no podía ni siquiera marcar la diferencia... y mucho menos proteger a alguien.

???: Eeh... señorita Valliere.

Una voz conocida resonó en su enredada cabeza.

???: Señorita Valliere.

Otra vez sonó aquella voz, la joven pelirrosada decidió prestarle atención y pudo ver de quien era.

Louise: Siesta.

La pelinegra estaba frente a ella, con un semblante nervioso, como si estuviera preocupada por algo.

Louise: Veo que sobreviviste a esa catástrofe.

Siesta: Si... fue... fue gracias a Fritz en parte.

Louise: ¿Uh?

Siesta: Él... estaba cerca cuando sucedió todo, nos ayudó a ponernos a salvo, luego fue a buscarte.