Zero no Tsukaima - Bruder

Estallido

Saki y Ryotu habían decidido seguir en las calles por la noche, cuando el bullicio era menor y la cantidad de personas disminuía, el momento perfecto para admirar el cielo, sentir el frio acogedor de Albion y claro, poder sincerarse uno con el otro... esto especialmente por Saki.

Con la ciudad de Saxe Gotha en sus manos, una de las más importantes a nivel estratégico como político, las probabilidades de acabar pronto con la guerra eran cercanas, algo que alegraba a la joven pelinegra, pero al mismo tiempo la preocupaba, ya después de esto, su futuro era incierto. Aun y con todo tipo de planes, cualquier cosa era posible... incluyendo una separación.

Saki: (Suspiro melancólico)

Ryotu: ¿Te sientes bien?, te ves algo decaída... ¿es por el frio?

Saki: No, no... es que... me pongo a pensar en la cantidad de cosas que han pasado desde aquellos días y de lo rápido que han sucedido. De ser una sirvienta a ser una especie de soldado que ha tenido todo tipo de locas aventuras por medio continente... eso y sin mencionar estar frente a frente y lado a lado con los gobernantes más importantes de Albion y Tristain.

Ryotu: Je, dímelo a mí, solo iba a cumplir mi deber con mi país y a demostrar a todos que la gente de mi ascendencia en ese país, era tan americana como cualquier otro... Pero acabé al servicio de un príncipe de tierras lejanas jeje.

Saki: Jajaja.

Los dos se echaron a reír luego de que ambos mencionaran sus casos, para cualquiera costaría creer que algo así pudiera le suceder a personas como ellos... y ellos lo sabían, aunque luego vieron que no fueron la excepción a esto.

Ryotu: La vida es incierta, no todo es como lo habíamos planeado... o como lo tenían para nosotros.

Saki: Si... pero entonces, ¿qué haremos después de... de todo esto?, ¿qué nos deparará la vida en el futuro?

Ryotu: Ni idea... hace tiempo tenía una idea lo que iba a hacer pero...

Saki: ...Nosotros...

La chica se encogió un poco mientras frotaba sus brazos.

Ryotu: ¿Segura que no tienes frio?

Saki: ...

No era por el frio, era porque ella tenía miedo, miedo de que todo aquello que había vivido junto a Ryotu y sus amigos fuera a terminar tan abruptamente como comenzó y que dejara un vacío que la hiciera sentir como si nada de ello hubiera pasado.

La chica entonces sintió como sus manos eran tomados y juntadas, para luego ser llevadas a la altura del pecho de ella. La joven miró al pelinegro, quien era el que las había agarrado.

Ryotu: Oye... Pase lo que pase ahora de ahora en adelante, después de todo esto... estaremos juntos los dos.... ¿entiendes?

Saki: ... ¿Los dos... juntos?

Ryotu: Si, los dos... Una promesa de un Minazuki... y los Minazuki no rompemos promesas así, por lo que no te tienes que preocupar jeje.

Saki: ...Ryotu...

La chica sintió su corazón acelerado y pequeño sonrojo se empezó a formar en sus mejillas, estaba feliz de escuchar aquello, haciendo que sus temores y preocupaciones se esfumaran. El chico por su parte estaba firme con sus palabras, pues de las pocas cosas que lo hacían seguir luchando y seguir vivo era Saki, alguien que lo hacía sentir unas emociones como ninguna otra persona.

Los dos lo sabían, aunque no fueran capaces de decirlo, ya que primero tenían que cumplir sus deberes antes de emprender nuevas cosas, como aceptar totalmente sus sentimientos, pero esa noche parecía que esa regla se iba a saltar.