El retorno del príncipe

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(Tercer día de viaje del Furia Relámpago)

Walter: ¿Todo en orden allá arriba?

William: Todo en orden, solo unas cuantas nubes.

Walter: Avisa si ves algo.

El viaje había sido relativamente tranquilo y sin problemas, aunque se pegaron un buen susto cuando se toparon con un navío mercante que iba de paso, pero nada alarmante pasó después.

En el barco, además de poner a trabajar a todo el mundo abordo y no tener vagos por ahí sentados, Walter quiso en esta ocasión ser lo más precavido posible, considerando que el último viaje casi acabó en desastre por los piratas que encontraron. En esta ocasión procuraron toparse con la menor cantidad de barcos posible, incluso los barcos militares que rondaban en el perímetro de los cielos de Tristain y tomaron rutas muy poco o nada transitadas.

Al principio fue difícil, ya que aún estaba vigente la alerta máxima para los sectores de la frontera, pero gracias a la noche y a un par de trucos de viejo lobo de mar, lograron eludir los navíos. Aun así, decidieron seguir precavidos, ya que en esta ocasión, la isla flotante de Albion estaba un poco más alejada del continente, por lo de las fases de las lunas en ese momento y por lo tanto el viaje sería un poco más largo, con riesgos latentes todo el tiempo.

El primer día pasó con total normalidad, todo el mundo se puso en marcha en la cubierta y en los niveles inferiores del barco, manteniendo el orden y la limpieza del mismo. Ryotu y Saki agradecieron a Wales por el asunto de Yuki y prosiguieron según lo planeado.

Lo único relevante era que algunos marinos eran escépticos con el hecho de tener a una mujer a bordo, ósea Saki.

Para algunos manimos de la vieja escuela y de las viejas creencias, creían que llevar a una mujer era de mal augurio, pero no pasó de miradas algo escépticas, además de que ella tenía a cierto compañero que rebanaría a cualquiera que la molestara.

En el segundo día, se podría decir que fue normal también, todos trabajaron y colaboraron con varias cosas en el barco, pero en el alto mando todo estaba algo más agitado.

Walter: Aquí, aquí y también aquí... Estos son puntos de concentración de flotas hostiles de piratas, pero incluso si los evitamos, sus navíos de exploración podrían detectarnos y alertar al resto... y no vendrán con simples bergantines.

Pierre: Navíos de línea, rompe barcos, brulotes, bombarderos... Je, esos perros de Reconquista tienen un ejército de mercenarios que asaltaran a cualquier navío que pase y no posea bandera de Reconquista, ya sea mercante o de guerra.

Wales: Ya veo... Thomas, ¿qué opinas?

Thomas: A estas alturas ya deben haber descubierto varias de nuestras guaridas y sitios de desembarco secretos... lo que nos deja poco sitio donde maniobrar.

Los hombres discutían la forma menos peligrosa de entrar al país, aunque la cosa no se veía muy fácil. Todos los puertos estaban ocupados, muchas guaridas seguramente ya habían sido descubiertas al tener control total de la región y era muy difícil acercarse al territorio sin ser alcanzados por una flota enemiga de merodeadores y piratas, sin mencionar también a la flota del ejército.

Wales: Necesitaríamos un golpe de suerte... mucha suerte, para poder pasar entre ese nido de avispas.

Walter: Hay una opción... aunque algo arriesgada y muy precipitada hasta para mí... pero podría funcionar.

Wales: ...¿Un aterrizaje directo y furtivo?

Walter: Algo así... no contra un fuerte o puerto bien defendido... pero tal vez hacia algún punto menos probable que defiendan con eficacia.

Zero no Tsukaima - BruderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora