¿Por qué todo es tan complicado?

Capítulo 15

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Espera ¿no tiene novia? ¿Por qué no rechazó a Sasha cuando ella le besó entonces? ¿Por qué los vi de la mano? La gente normal no va de la mano con nadie porque si ¿no? Robert no me mentiría en esto. ¿Para qué? Si no gana nada. Joder, tantas preguntas para tan pocas respuestas.

-¿Y si Sasha no es su novia, porque los vi de la mano? –Pregunté con curiosidad quería todas las respuestas posibles.

-Porque.-Pero no pudo terminar.

-Robert, creo que ya habéis hablado bastante, vámonos a casa.- Espetó Marcos, se notaba en su tono de voz, que no estaba precisamente feliz.

-¿Qué haces aquí? – Dije sin poder creerlo.

Hizo caso omiso, y cogió del brazo a Robert llevándoselo.

-¿Qué haces? – Dijo Robert sacudiéndose.

-Te contaré en casa, vámonos ya.- Dijo con una mirada que solo se entendieron los dos.

Volví a casa de Carol. Subí escaleras arriba.

-¿Te secuestraron?-Dijo Mario riendo.

-¿Por qué tardabas tanto? -Preguntó Carol.

-Estoy harta de las tonterías de Marcos. Encontré en la calle a Robert, y me contó que Marcos no está saliendo con Sasha, ni siquiera tiene novia.

-¿Pero ellos no actuaban como tal? – Curioseó Mario.

-Exacto, pero cuando pregunté, justamente aparece Marcos por arte de magia y lo jodió todo. –Dije frustrada.

-Os complicáis la vida de una forma increíble en serio.-Negó con su cabeza Carol.

Fuera en la calle se oía una especie de pelea de chicos. Carol fue hacia la ventana para cotillear, luego Mario y yo nos sumamos.

-Deberían discutir en mi casa, no aquí.-Dije sin poder creerlo.

-A gritar a tu barrio estúpido.-Gritó Carol captando la atención de ambos.

-Cállate, pareces una loca. – Volvió a gritar Robert.

-¿Perdón? –Carol cogió la lata de Coca cola que estaba por beberse Mario, y la lanzó hacia Robert. Pero como la puntería de mi dulce amiga era horrible, cayó justo en el coche en el cual estaban apoyados Robert y Marcos.

-¿Y después de esto me lo sigues negando?-Robert empezó a reír.

La alarma del coche sonó. Todos nos miramos un poco asustados. Lo mejor fue cuando la vecina de Carol encendió las luces de su casa y salió de esta con una escopeta.

-¡Salid de ahí! – Les alenté. Pero como sus cerebros son pequeñas almendras tardaron en procesarlo.

-Robert corre. – Dijo Marcos yendo en dirección contraria a la vecina de Carol que era una viejita de unos 80 años.

-¿Porque?- Se oyó un disparo.- Joder, como corre la vieja.- Siguió corriendo, hacia Marcos.

-No volváis hijos del demonio. – Espetó la señora agitando su brazo. Giró su cabeza hacia nuestra ventana. En milisegundos nos agachamos al piso.

-Justo a tiempo. No quería que mi madre tuviera más discusiones con la vecina.-Dijo Carol aliviada.

-Eres increíble Carol.- La abracé.