Niños a bordo

Ace se niega a confiar.

—Otra razón.— Dijo Ace en la noche, los tres hermanos estaban acostados, Sabo estaba de lado y Luffy mirando el techo, Ace estaba boca abajo pero igual está despierto.—No se bañan, ¡lavan mucho pero no se bañan! Nunca les he visto ir a bañarse en todo lo que llevamos aquí.

Sabo quedó en silencio y pensó.— Solo Benn, ¿no?

Luffy asintió, el niño de goma sabía que Benn era muy aseado y a Shanks lo tenían que obligar a bañarse, pero eso eran detalles.

—Benn es muy aseado.— Soltó Luffy mientras bostezaba.— Buenas noches Ace, Sabo.

Luffy se acomodó y se durmió demasiado rápido, Ace suspiró y sonrió levemente al ver a sus dos hermanos ahora durmiendo ya que apenas Luffy se despidió el rubio también cayó, la sonrisa de Ace desapareció y con cautela salió de la habitación que compartía con sus hermanos.

—¿Vas a tomar un bocadillo nocturno?— Se escuchó la voz de alguien a las espaldas de Ace, Ace volteo inmediatamente asustado hasta que ve quien es, Lucky Roux era la persona.

—Ehm, sí.— Dijo Ace con una pequeña sonrisa nerviosa, obviamente mentía.

Lucky Roux rie y agarra de la mano a Ace, el hombre planeaba prepararle algo a Ace, el pecoso se tenso pero sabía que no podría alejarse del hombre así que caminó a su lado, Ace sabía muy bien que sí sus hermanos vieran esta escena se burlarian a no más poder.

Y en realidad la escena era divertida, un Ace niño agarrado de la mano del hombre, definitivamente Sabo tomaría foto de eso.

—Me he dado cuenta que no confías en nosotros, ¿Por qué?— Dice Lucky Roux mirando a Ace, el niño miró con sorpresa al hombre y luego miró a otro lado.

—Siempre he sido así.

—No siempre.— Tarareo Lucky Roux, Ace miró con el ceño fruncido a el hombre, ¿que quería decir?— Confías en Sabo y Luffy.

Ace se sonrojo avergonzado mientras miraba a otro lado con una pequeña sonrisa.

—Ellos. . . Son una excepción.— Dijo Ace recobrando su compostura y el hombre solo sonrió.

Llegaron a la cocina, Lucky Roux soltó la mano del niño y por alguna razón el niño se sentó y no se fue, el hombre entró a la cocina a preparar un pan relleno con queso y jamón para el niño, Ace miró a todo el comedor y vio lo vacío que estaba, faltaba el ruido cuando era hora de comer.

El hombre volvió con el pan relleno y se lo entregó al niño, ahí si le dio hambre y comió el pan lentamente.

—Sabes. . . Nosotros también podemos ser una excepción.— Dijo Lucky Roux con una sonrisa pequeña, Ace quedó pensando y luego volvió a dar un bocado.

—No es tan fácil ganarse mi confianza.— Dijo Ace.

—Espero ganarla.

Y Ace quedó impresionado por lo dicho, ¿Lucky Roux de verdad quería su confianza?