7. Posesión.

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Debo de admitir que se me hace duro no hablar con Channel. Al principio era agradable tener mi propio espacio una vez llegué a casa la noche anterior, pero al despertarme ella ya no se encontraba en la habitación. Imagino que fue al buffet libre del hotel en el que nos hospedamos para poder desayunar antes de su reunión, pero, no se, se me hace extraño no charlar, bromear o simplemente picarnos entre nosotras.

La noche también fue rara. Estoy acostumbrada a dormir con ella, pero hasta con la luz apagada se sentía la incomodidad. Yo no me movía por no molestar en la cama y ella no vió la tele por no hacer ruido. Por lo menos, aún respetamos de la otra lo que sabemos que nos da rabia.

Me levanté esa mañana con un mensaje en buzón de voz de un número agendado como 'Negocio bocata yaya.' Pero decidí primero ser persona, a si que después de poner mis pies descalzos en el apetecible suelo frío de mármol, fui hacia el baño a pegarme una ducha igual de apetecible que el café que me tomaría luego.
Después de bañarme con agua tibia por más de cinco minutos, pensé que estaría bien ahorrar un poco de agua e ir a la mesita de noche y a la nevera aún envuelta en la toalla me preparé un café soluble y me quedé observando desde la cama la cantidad de peces que pasaban por aquí.
Aseguro que las vistas a este mar improvisado, al principio me daban un poco de miedo, pero después te acostumbras a ver cómo las mini medusas danzan felices y a sus anchas, los peces se toleran unos a otros y las anémonas bailan al son de las corrientes marinas.
No somos tan distintos a ellos, son todos diferentes, cada uno tiene funciones distintas y muchos de ellos desprenden veneno sin ni siquiera querer hacerlo. La diferencia entre esos animalitos y nosotros es que ellos para sobrevivir se las apañan luchando, nosotros necesitamos hablar para sobrevivir y a veces hiere más que una simple gota de ese veneno.

Termino mi café mientras divago en mis pensamientos más que raros y me visto cómoda para mi viaje a Egipto.
Un pantalón campana color azul tejano de talle alto, camiseta de tirantes finos metida por dentro para marcar cuerpini y unas Converse negras a conjunto con la parte de arriba del Outfit.
Mi mochila está equipada desde que salimos con mi pasaporte, ropas, calzados, tablet etc. Mi tarjeta y D.N.I siempre van encima a mano junto con el pasaporte, a si que está lista para cuando vuelva de mi pequeña reunión con mi ingreso inesperado.

Perfume, desodorante, peinado de coleta alta con el pelo liso  con un par de mechones en el flequillo, me lavo los dientes y me hago un maquillaje sencillito. Lista para salir.

Antes de salir me siento en los pies de la cama y abrí mi teléfono móvil para escuchar el buzón de voz que vi antes que decía lo siguiente;

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Antes de salir me siento en los pies de la cama y abrí mi teléfono móvil para escuchar el buzón de voz que vi antes que decía lo siguiente;

'¿Charlotte Vega?. Le llamo del restaurante de anoche para confirmarle la cita a las diez de la mañana de hoy. Si no puede a esa hora avíseme y me pasaré más tarde. Un saludo. Hasta luego.'

Que hombre tan seco.

En el mismo bolso de ayer, donde ya tenía mi tarjeta y documentación, meto el teléfono y el cargador del mismo, el cual venía con el cuando lo compré. Cojo mi maleta, mi mochila de mano y salgo de la habitación dejando la llave que era una tarjeta de plástico metida por debajo de la rendija de la puerta por si acaso Channel no se ha llevado la suya o se le ha extraviado. Oye, puede pasar.

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