VIDA NOCTURNA.

26. A pesar de todo.

-No deberías de haber venido conmigo, podríamos haber cogido un Taxi, hay que fomentar el trabajo de la gente, no que quitárselo.- me quejo de nuevo mientras me apoyo en el capó del coche a que mi madre saliera del aeropuerto.

Realmente estoy de los malditos nervios. Hace años que no la veo, pero se que aunque haga tanto tiempo, estaremos bien. Ambas hemos crecido mentalmente y todo va a ser como si nada hubiese pasado.

-Eres muy pesada chica. ¿Por que no me dices un 'Gracias Chase por traerme.' y lo dejas estar?.- se queja molesto el muchacho desde adentro del coche.

A lo lejos, Sofía aparece con el móvil delante de su cara, imagino que hablando con los niños y parece un poco enfadada.

Se ve igual que siempre, con sus bambas cómodas, su pantalón pitillo, su camiseta por fuera un poco mas suelta, y su pelo negro ondeando en el viento, aunque como no, los lados de su cabeza rapados.

-Os he dicho que voy a estar unos días con vuestra hermana y que no quiero que me molestéis, si queréis apago el móvil hasta el día que aparezca de nuevo en casa.- les amenaza alzando la voz mientras camina firme con el ceño fruncido. Me río mientras niego con la cabeza al escuchar lo que les dice, sabiendo que es incapaz de hacerlo. -Ya estoy aquí os he dicho, mirad tu hermana.- me señala con el móvil y empieza a tener dificultades con la vista, a si que se acerca mas a la pantalla para ver mejor. -Como coño va esto.- susurra al llegar a nosotros.

+Mamá eres una mal hablada.+ le dice el pequeño Luc y se escucha como se ríe de fondo huyendo de la mirada mortal de Sofi.

-Bueno, aquí estoy.- nos enfoca a ambas mientras me da un abrazo que un poco mas y me rompe una costilla. -Adiós.- les dice sin ni siquiera dejarles que se despidan ellos también y cuelga. Creo que no es nada personal, simplemente odia las despedidas.

-Mami.- le digo devolviéndole por fin el abrazo que tanto había necesitado estos duros años de adulta.

-Mi niña.- me susurra en el oído mientras me aprieta un poco más si fuese posible.

Mis pulmones dejan salir todo el aire acumulado en forma de un suspiro realmente sanador y lleno de amor. Sofía, hace lo mismo inconcientemente.

-Los suspiros también pueden ser por que al fin se llena el corazón.- me dice al oído mientras me guía en un bailecito aun abrazadas.

-Te he echado de menos mamá.- admito.

-Y yo a ti hija.- me llena la cara de besos tal y como me hacía de pequeña sonriendo y haciéndome reír. -Uii.- detiene su ataque besuquíl y me mira extrañada. -Hija, ¿Quién es el muchacho que nos está mirando emocionado como un bebé.- me pregunta en un susurro para que solo nosotras escuchemos, mirando detrás de mi sin quitar sus manos de mi cara, haciendo que se me pongan los mofletes como un pez globo.

-Ah. Este es Chase, estaremos en su casa estos días, es un amigo que me ha hecho el favor.- le explico a mamá, la cual me mira con esa mirada suya tan peculiar, la cual me juzga y escanea mis facciones al mismo tiempo.

-Encantada 'Chase un amigo', soy Sofía Vega, la mamá de tu 'solo amiga' Charlotte.- dice esta rodando los ojos y haciendo comillas con sus dedos cada vez que algo no le cuadra. El muchacho, por suerte no se lo toma a mal y le tiende la mano de manera amable.

-Encantado de conocerla al fin Sofía.- le sonríe mas ampliamente al ver que mi madre le devuelve la mano como saludo y se gira hacia a mi. Me hace su típica mueca de 'Me cae bien' me sonríe guiñándome un ojo.

-Hablas perfectamente el Inglés muchacho, es un gusto, ya me estaba preocupando por ello, pero al parecer no sois tan malos en los estudios como suelen decir en Los Angeles.- despreocupada, alza los hombros siendo un poco grosera con él.