23. Delfines.

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La verdad es que con tantas cosas que tengo que poner en orden, ya sea en mi cabeza, en mi corazón y en mi vida, no debería de estar esperando a que un hombre salga de la ducha y se cambie.

Debería de estar en el apartamento, en mi habitación, llamando a mi madre y pidiéndole consejo sobre todo lo que estaba pasando, pero creo también, que por un momento debería de ser un poco egoísta.

El orden de prioridades del que tanto me hablo Channel durante tantísimos años, me está llegando ahora.

La que recibió la paliza, casi muere a manos de una mujer poseída, maltrataron durante horas y dejaron inconsciente fue a mi amiga, no a mi. A si que debo dejar que disfrute aunque yo piense que va un poco rápido.

¿Pero que es el tiempo en una relación, verdad?. Hay parejas que pasan toda una vida juntos y en el entierro de su marido o su mujer, va otra familia con toda su cara y dicen que son las viudas o los viudos del difunto/a. Por otra parte, hay gente que tardan dos semanas en enamorarse y se toman la relación como algo pasajero o un amor de verano, prometiéndose al final amor eterno y no se hacen daño en ningún momento de su larga vida.

Algo así le pasó a James y Mathew con Cristín. El mayor no sabia como demostrarle a ella todo el amor que tenía para darle, todo lo que el haría por ella a lo largo de sus vidas. El otro por lo contrario, prometiéndole amor eterno, en un arrebato de ira por que la mujer no se fue con el, la mató y se dio a la fuga, aunque no se le escapó a su cuñada y no le duró mucho la venganza.

¿Qué es el amor?. Yo aun creo que no lo he experimentado, a sí que sigo esperando a esa persona que me pueda enseñar a amar.

-¿Hola?.- Chase me pasea la mano por delante de los ojos haciendo que mi trance termine ahí.

El moreno, con el torso al descubierto y vestido de la parte de abajo, secándose, o alborotándose mas bien el pelo con la toalla me sonríe cuando se gana al fin mi mirada.

-Pensé que te habías quedado catatónica chica, que susto.- me dice mientras imita mi cara haciéndome rodar los ojos mientras me sale una risita desde el fondo de mi estómago.

-Eres tontísimo, de verdad.- le digo riendo aun. Cuelga la toalla en una de las sillas del salón, coge la camiseta que llevaba colgada en el hombro y se la pasa por la cabeza primero y luego mete los brazos.

-Seré tontísimo pero te saqué de tus pensamientos y luego te hice reír, aprovecha los pequeños momentos. Además, eres privilegiada, nadie ha visto mi casa y si tu quieres, a ti te hago un tour.- me dice amable haciéndome sentir realmente especial.

-No gracias, no me gusta caminar por caminar y estoy segura que con la de escaleras que hay en tu casa me canso antes de pensar que me estoy cansando.- le contesto poniéndome de pie al ver que cogía las llaves del coche. -¿Que me preguntabas cuando estaba catatoni- nosequé ?.- le pregunto sin importarme si no recordaba la palabra, haciendo que este se riese por mi cara de desaprobación al decirla.

-¿Que qué te gustaría comer?. ¿Te gusta la comida asiática?.- me pregunta mientras coge su teléfono y lo guarda en el bolsillo trasero de sus vaqueros. Agarra su cartera y la cuelga con una cadena a la tira del pantalón por donde se mete el cinturón, atando la cartera a el, pero luego la mete en el bolsillo. Apunto la táctica, es buena para no perder la cartera ni que te la roben. A no ser que te den un buen tirón y se lleven la mitad del pantalón con ella.

-Nunca probé la comida asiática la verdad, nunca me llamó.- le contesto alzando los hombros despreocupada.

-Es que si te llama, tendrás un problema.- dice mirándome a los ojos y a los segundos empezándose a reír.

 VIDA NOCTURNA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora