25. Paz.

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Cuando subo al apartamento, me encuentro con Renie, el policía de la cita de Channel, con un par de compañeros más, un poco  alterados y mi amiga dentro del apartamento con las maletas ya hechas, aunque gracias al cielo, ninguna de las dos fue lo bastante estúpida para deshacerlas , solo lo esencial para el día a día.

-Menos mal, ¿Donde te habías metido?.- me dice nerviosa la morena cuando llego a su lado.

-Te cuento por el camino. ¿Que haremos, vamos a irnos de apartamento en apartamento toda nuestra vida hasta que atrapéis a la señora loca? .- les digo a los policías que estaban en la entrada del apartamento hablando entre ellos.

En ese momento, Renie viene hacia nosotras y se para enfrente de las dos, nos mira a los ojos a ambas apenado y se acerca un poco más a Channel.

-Vendrás conmigo esta última semana. Nos han puesto fecha límite y mi casa está blindada, ya que como soy policía hay mucha gente que me tiene rabia, por no decir otra cosa. Consejos de nuestro jefe.- hace una pausa apartando los ojos de Channel y los alterna a los míos. -Charlotte, nos ha llegado la información de que esta tarde has estado con el sobrino del señor Mathew, tienes esas dos opciones, los dos tienen casas con alarmas de seguridad, si quieres puedes elegir con quién te vas, con el viejo o el jovencito.- me sonríe intentando ser amable después de separarnos por toda la cara.

-¿No podemos estar juntas?.- le pregunta la morena tocándole el brazo de una manera demasiado personal para el gusto de Channel. Si que le ha cambiado este suceso, ya no se piensa las cosas dos mil veces antes de hacerlas. Me parece mucho mejor así, menos cuadriculada.

El muchacho niega con la cabeza así que lo que puedo hacer es, o me voy con James, que todo el mundo lo conoce como Mat y eso me pone los pelos de punta por qué se lo que hay detrás de todo él. O me voy con Chase, el cual lo acabo de dejar más vendido que una barra de pan en épocas de guerra y me  escapé para que no siguiera.

En mi cabeza, entre los pros y contras que se forman poco a poco, las nubes de humo en esta no me dejan pensar con claridad, pero no tengo el teléfono de James, a si que creo que no me queda otra.

*               *                *

-Debo de admitir que me pareciste una cabrona. Me dejaste todo tirado en el restaurante donde voy a comer seguido, tuve que lidiar con las miradas de los clientes y decirle a los dueños que yo si quería pagar, que ya ves tú para que los coreanos me entendieran la que lié. - me dice Chase molesto dejando las llaves de su casa y las del coche en su centro de mesa.

No habían pasado ni tres horas cuando tuve que llamarlo, pedirle perdón, realmente sin sentirlo y para colmo pedirle el favor de acogerme en su casa o llevarme a la casa de su tío.
Ofreció dejarme una habitación en su casoplón, en la que está más escondida ya que, al parecer Renie le puso al día sobre la señora loca. Obviamente no me voy a la casa de un casi extraño por gusto. Con lo bien que se está en la intimidad de uno mismo sin que nadie le moleste o sin nosotros fastidiar como invitado, claro.

-Ya te pedí disculpas, no fastidies. Si tanto te enfada ya te he dicho que me lleves con tu tío, el almenos cree en mí y en mi don.- le contesto a modo de pulla para que escueza un poco la herida, o al menos tenga una idea de por qué hice lo que hice.

-Fué por eso que me vendiste en el restaurante. Mira que lo sabía que los tiros irían por ahí.- chasqueó la lengua molesto y se sentó en una silla de la mesa de al lado de su sofá, donde yo, con total confianza me había sentado. - Además, ¿Que mi tío cree lo que dices?.- se empieza a reír sin ni siquiera mirarme a la cara.

-Vale, prefiero que me mate una vieja loca literalmente hablando, a aguantar tus mofas.- me levanto del sofá y me voy hacia las cuatro escaleras que dan hacia la entrada de la casa.

 VIDA NOCTURNA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora