39.Desde que renací.[Charlotte.]

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⚠️Pequeño short.⚠️

Me encuentro con una tripa más grande que mi propio cuerpo. Llorando por todo. Enfadándome por cualquier cosa. Queriendo comer salado y a los segundos, queriendo comer dulce. Reclamando la atención de Chase por cualquier motivo.
¿Os he dicho que tengo hambre?. ¿No?. Con hambre, pero no de cualquier cosa. Si no de uno de los magníficos caprichos que durante mi embarazo he descubierto. Se trata de un mejunje de helado de turrón, con oreos, nueces de macadamia y pistachos.
Si, todo eso mezclado, dime quién en su sano juicio sería capaz de meterse tal bomba calórica.
Y ojo que tenga el móvil a mano, por qué pongo malas críticas a todas las aplicaciones de internet por ir demasiado lentas o por pedir que pagues suscripción.

No sé cómo están teniendo tanta paciencia los que rondan a mi alrededor, pero cuando estoy en mis cabales, suelo pedirles perdón por audios de WhatsApp. Aunque no siempre reciba un buena contestación, es entendible, saco de quicio a los muertos.

Channel y Renie ya tuvieron a la pequeña Clodine. Es una niña hermosa, de ojos negro azabache y piel blanca como la nieve. Comencé a llorar pensando que se parecía a Blancanieves la primera vez que la vi. Pero es la sobrina más hermosa que me podrían haber dado. Están muy felices y yo también con ellos, pero deseo que mi pequeño salga ya también.

Admito que me daba mucho miedo ser madre al principio. ¿Seré buena?. ¿Me querrá?. ¿Estará bien?. ¿Le haré daño?.
Todas esas cuestiones y muchísimas más pasaban por mi mente en todo momento. Incluso en mis sueños me hacía esas preguntas.
Pero ahora que estoy a escasos días de salir de cuentas, me rondan por la mente otro tipo de estas.
¿Será que se está demasiado agusto ahí dentro, tanto que no quiere salir?. ¿Cómo será su carita?. ¿A quien se parecerá más?. Espero que tenga la sonrisa de Chase y mis ojos.

Mil cosas pasan por la mente de una madre, tantas que sería casi imposible si se compaginara con otro tipo de pensamientos.

No he vuelto a escribir desde que salió mi libro infantil. Decidí darme un respiro. Pero llevo una libreta de apuntes para cuando me entran las ideas locas y fugaces. Las apunto en el trozo de papel en blanco que vea primero y es así como casi tengo una de estas casi llena ya para cuando la necesite de nuevo.
He hecho firma de libros, tanto del primero, como del último. Las ganancias de mi sándwich en la cafetería aquella, va cada vez mejor, no sé si estarán haciendo marqueting con el lanzamiento de mi libro, aprovechando el boom. Me han llamado varias veces para que les venda los derechos, pero algo dentro de mi cabeza dice que mi abuela no quisiera eso, a si que le hago caso a esas palabras que resuenan y sigo negándome a vender.

Mi futuro marido es un persona increíble, tenemos dos casas, una suya y otra mía. A pesar de querernos mucho, hemos decidido mantenernos cada uno en su cueva, aunque hay veces que esa norma se esfuma. Puede pasarse dos meses en mi casa y yo otros dos en la suya. Un día de estos volveremos y nos encontraremos con ocupas aquí dentro.

A pesar de que mi padre viene de vez en cundo y se queda unas semanas, estoy haciendo hinca-pie para que se mudé a Barcelona. Mis padres y mis dos granujas favoritos-de momento- ya lo hicieron y alquilaron la casa que tenían en L.A.
Nada más despertarme del coma, les regalé la entrada del piso en agradecimiento por hacer de mi la mujer que soy hoy y no dejarme nunca sola. A pesar de negarse al principio, no pudieron rechazar la tremenda casa que Channel preparo para ellos.
Tenían pensado alquilar un piso, pero la verdad es que mi corazón me dictaba otra cosa y desde que renací, me he dejado llevar por él.

Mi bebé, Líam.
Mi marido Chase.
Y yo.
Barcelona.
Mi casa.
Mi familia.
Mi historia ya contada.
Lo que queda por contar.

 VIDA NOCTURNA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora