-Se portó como una auténtica campeona mi niña.- la voz que escuchaba en alguna parte, que reconocía como familiar. Me hizo recordar el rostro de la abuela, sonriente y llena de luz. Nunca pensé que podría volver a ver a la persona que, aunque me duela, hizo mas de madre que mi propia madre.
Siempre recordaré cuando iba con ella al mercado a comprar. Cuando me consentía a mi mas que a los dos monstruitos que tengo como hermanos. O incluso cuando empecé a ver espíritus, ella fue quien me enseñó todo lo que sabía de hoy en día.
Con todo esto no quiero decir que mi propia madre no ha hecho nada por mi, al contrario, por hacer cosas por sus hijos, dejó de vivir su vida para que nosotros pudiésemos vivir la nuestra como cualquier niño. Me gustaría ver en una pantalla los tipos de vida alternativa que cada persona podía haber tenido. Pero quien sabe, a lo mejor hay libros escritos de principio a fin sobre este tema y yo aun no los he descubierto.
-¿Madre?.- intento hablar, pero el hilo de voz que sale de mi boca me hace querer dormirme de nuevo de lo vergonzoso que ha sido. -¿Mamá?.- vuelvo a hablar un poco más alto esperando alguna respuesta por la otra parte.
Al abrir los ojos, no logro diferenciar el sitio ni las personas, ya que mis ojos han debido de estar mucho rato sumidos en oscuridad.
-Mi pequeña.- los sollozos de Sofía me alertan por un momento, haciéndome entrar en pánico. ¿Por que no podía moverme ?.
-Sofí, ¿Estáis aquí?.- diferencio la voz de Channel acercándose. Podría distinguir esa voz de chica chicle en cualquier parte del mundo.
Un grito ahogado por parte de mi mejor amiga, me pone mas alerta todavía. Más a poder ser, claro.
No logro mover mi cuerpo. Mi visión poco a poco se va amoldando a la luz ambiental y ya puedo lograr diferenciar que bulto oscuro es cada persona. Pero mi cuerpo sigue sin moverse ni un misero centímetro.
Mi vista, ahora clara como una llamita titilante en pleno temporal de invierno, me deja ver un plano que para nada me gustaría haber visto en la vida.
Chase y Renie entran por la puerta justo en el momento en el que abro los ojos.
Después de esta gran batalla triunfal, me hubiese guastado empezar algo serio con este chico, por que siempre hacemos lo mismo. Nos damos cuenta de lo que sentimos cuando ya es demasiado tarde.
Los médicos interrumpen en el sitio y hacen apartarse a todo el mundo.
La luz de sus linternas que me enfocan los ojos directamente, hacen que mis parpados se cierren al instante. Comienzan a darme golpecitos con un martillo pequeño en todo el cuerpo y para colmo no puedo respirar con normalidad. Hay algo mal en todo esto.
-Temo decirles, que esta chica esté posiblemente en un coma. Hay que hacerles más pruebas, pero todo apunta a que es eso lo que le pasa. Ojos cerrados, reflejos del tronco encefálico debilitados, como pupilas que no respondan a la luz, extremidades que no responden, salvo los movimientos reflejos, ausencia de respuesta a los estímulos dolorosos, salvo los movimientos reflejos y por último, respiración irregular. -dice otro chico apuntando a saber que cosa en si maldita y pequeña libreta.
Ahora entiendo por que al hablarle a Sofía, no me contestó. Aunque yo esté en coma, tendría que poder hablar con ella, pero como no. La vida es jodidamente injusta y el maldito velo no deja que me vea ni que me oiga. Solo espero que sean fuertes. Saldremos de esta.
-Eres una mentirosa Charlotte. - grita de repente Channel, rompiéndome el alma en pedazos. -Me dijiste que nunca me dejarías sola. Me prometiste que en tu 25 cumpleaños haríamos la mejor fiesta del mundo. Me lo prometiste.- llora desconsoladamente mientras se da golpes en las piernas. Cae de rodillas al suelo haciendo que un sonido sordo llene por un momento todo el establecimiento.
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VIDA NOCTURNA.
ParanormalCharlotte y Channel, dos jóvenes anglosajonas recién llegadas a Barcelona, se ven envueltas en una nueva aventura un tanto peligrosa. ¿Quién es Mathew y que quiere de ellas?. ¿Podrán confiar en el?. Deberán ayudar a su nuevo amigo a recordar su...