06. La verdad que golpea.

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Despertar a los niños por la mañana le había resultado a Jimin más fácil de lo que pudo imaginar. Al inicio, era el omega quien iba a su habitación a despertarlos para que pudiesen tomar el desayuno preparado por él y Taehyung, pero esa rutina fue cambiando cuando una mañana (un día antes de que Jeongguk despertara) Yongshik fue el primero en levantarse de la cama y el primero en esperar por el desayuno en la pequeña biblioteca que Jimin tenía dentro de casa. Fue sorpresa para el mayor encontrarlo leyendo a las seis y media de la mañana en completo silencio, pero pronto la sorpresa inicial fue disipándose hasta convertirse en un hábito.

Yongshik se levantaba a la seis de la mañana, se cambiaba el pijama por una ropa sencilla de casa, arropaba a su hermano menor y salía de su habitación en dirección de la biblioteca. Era recurrente verlo leer todo tipo de libros de fantasía, siempre se impresionaba con la cantidad de personajes mágicos y extravagantes de las historias, Jimin solo lo observaba desde la cocina, mientras sonreía por los gestos de sorpresa y emoción que colocaba en cada acontecimiento fuera de su imaginación. Se pasaba una hora leyendo hasta la llegada de Taehyung y Hyungseok. Solo allí abandonaba toda lectura para jugar con el pequeño bebé durante un momento hasta el llanto de su hermano menor, quien despertaba alrededor de las ocho de la mañana, exigiendo alimento y un cambio de ropa.

La rutina se había impuesto de esa manera para Jimin. Yongshik pasaba sus mañanas en medio de lecturas y cuidados a su hermano menor, además de brindarle cierta ayuda en tareas menores en el resto del día. Era como si el niño estuviese acostumbrado a tomar un papel tan responsable a su edad, pese a los esfuerzos de su padre alfa por quitarle todo tipo de cargas. Eso entristecía un poco a Jimin, pero también le enternecía saber que el pequeño y noble Yongshik estaba dispuesto a tomar el lugar de su padre cuando lo requería, solo por el amor que sentía hacia su familia.

Esa mañana en particular, la rutina del menor cambió. No fue a leer a la biblioteca como acostumbraba, sino que se quedó en su habitación el tiempo suficiente para sorprender a Jimin con un dibujo donde se encontraban su padre, su hermano menor y él mismo junto a la cabaña. El dibujo no era bien elaborado, pues se trataba de un niño intentando retratar a su familia, pero a Jimin le pareció la obra más bonita del mundo.

―Está muy bonito, Yongshik-ah ―dijo el omega, mientras acariciaba su cabello―. ¿Se lo mostrarás a papá cuando despierte?

El pequeño asintió, entusiasmado.

―Papá también dibuja bonito ―respondió―, mucho mejor que yo.

―¿En serio?

―Aunque ya he perdido el toque, ciertamente ―se escuchó decir tras ellos.

Jimin levantó la mirada, topándose con la presencia de Jeongguk, quien apenas si podía ponerse de pie debido al dolor que todavía le causaban algunas de sus heridas. El mayor se sujetaba el tórax con dificultad, mientras se apoyaba en el marco y observaba a su hijo con una sonrisa. Por supuesto, Yongshik no tardó en ir corriendo hacia él para abrazarlo, aunque su acción causara una ligera molestia en el cuerpo del alfa.

―¿Qué haces de pie? ―se apresuró a preguntar Jimin―. Deberías estar descansando.

―Necesito ir al baño ―respondió Jeon.

―Pudiste haber llamado para que te ayudara a levantarte. Ni siquiera puedes permanecer de pie correctamente.

―No pensé que fuera prudente llamarte solo para ir al baño, ¿sabes? ―dijo, con ironía―. Puedo ir por mí mismo.

―No conoces nada fuera de la habitación.

―Una razón más para ponerme de pie, ¿no crees?

Jimin solo suspiró y se adelantó a sus pasos, colocó el brazo de Jeon en su propio hombro y lo ayudó a llegar hasta el baño, el cual no se hallaba muy lejos de la habitación donde se hospedaba. Jeongguk le agradeció por la ayuda y cerró la puerta ante la mirada de ambos.

Don't go way ; ggukmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora