19. El testarudo príncipe y el rey usurpador.

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Una de las políticas utilizadas por el sur, después de haber vivido devastaciones mucho más arrolladoras que los del Norte, era enviar mensajes de advertencia a sus enemigos para que tal acto les diese la oportunidad de retractarse en sus acciones. Se les mandaba un mensaje con uno de sus hombres más fieles, cual tiempo medieval, para exponer sus querellas y pedidos antes de llevar el conflicto a una guerra desastrosa. En el mensaje también se escribía la cantidad de bienes que pedían como indemnización, siendo estos a veces demasiado abusivos para los frágiles tesoros imperiales de las manadas enemigas. En caso de que el mensaje no llevara respuesta o no se le concedieran sus pedidos, la guerra se volvía la única cuestión sobre la mesa.

Esta vez, sin embargo, la manada sureña liderada por Jung Hoseok, no mandó aviso previo que le diera a los Choi la oportunidad de reivindicarse de sus acciones. La sangre derramada en territorio de los Park fue razón suficiente para que la paz no se concediese a través de mensajes, por lo que, una vez listo el ejército de fuertes alfas y betas, la manada Park dio un fuerte aviso de su poder a través de la fragmentación de una de sus fronteras.

El asalto ocurrió al caer el sol, cuando las fronteras de la manada Choi empezaban su rutina de cambio de guardia. El escuadrón comandado por Hoseok arribó en el sur de la manada, aniquilando a los alfas recién colocados como centinelas en cuestión de segundos. El alfa, provisto de un gran grupo de guerreros, ingresó por las fronteras sureñas, derribando y quemando todo a su paso. Las casas aledañas que interrumpían su camino, fueron saqueadas en cuanto se demostró que su poder era superior. La única muestra de compasión que se les dio a los pobladores fue el de dejarlos partir hacia otro lugar para que no muriesen bajo sus manos. Pero, no en todos los lados fronterizos se corrió la misma suerte.

Por el norte, Namjoon lideraba el escuadrón de fuertes guerreros que pronto se hizo con la línea de defensa de dos kilómetros a la redonda. Su habilidad para idear estrategias importantes para la victoria y su brutal fuerza a la hora de pelear le dieron la ventaja necesaria para que ningún lobo pudiese hacerle frente en tal contienda. Sus subordinados apenas si sintieron la resistencia de los inadvertidos guerreros Choi, quienes cayeron uno a uno bajo sus garras.

Por el este y el oeste, más escuadrones comenzaron a invadir la manada Choi, siendo un ataque en conjunto para traspasar las fronteras de manera rápida y efectiva. Los guerreros de la manada Park pronto avanzaron en la nieve, dejando sangre y cenizas en su paso. Los aullidos de advertencia se escucharon solo media hora después, alertando a los residentes del pueblo principal, quienes pronto se vieron presos del pánico e intentaron esconderse del peligro.

Los líderes del ejército rápidamente ordenaron a sus hombres a formar grupos para que defiendan las fronteras de su manada, en un intento de no tener más bajas en el exterior. Asimismo, reunieron a un buen número de alfas jóvenes y fuertes para que lograsen proteger el pueblo en caso de que el avance enemigo llegara a dañar la poca paz que se había reunido. La Asamblea debatió sobre sus posibles respuestas a tal ataque y rápidamente hicieron volar aves mensajeras para que sus vecinos ayudasen en ese castigo. Todos parecían demasiado preocupados por el bienestar de sus pobladores. Todos, excepto el propio líder.

Choi Jaehyun no se había sentido intimidado por las noticias que llegaron a él en medio del ocaso. No se movió de su lugar ni un centímetro. Permaneció de pie, frente a la tumba de su prima, dejando rosas negras en su lápida mientras la sonrisa macabra que llevaba en su rostro no se le borraba en ningún momento.

La actitud imperturbable del hombre logró intimidar a sus sirvientes, quienes temieron por sus acciones cuando lo vieron endurecer la mirada. Podía escuchar los aullidos de sus guerreros en las fronteras y el agrupamiento de su ejército en el pueblo principal. También podía escuchar los comentarios de la Asamblea a lo lejos y el vuelo de las aves mensajeras. Pero, ni siquiera con ello logró dar un paso lejos de la tumba.

Don't go way ; ggukmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora