30. El destino cumplido de un omega afortunado.

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El gran acontecimiento que reunió a todos los aliados de la manada Park en su pueblo principal, tras un período de exhaustiva paz, fue la boda del único hijo de los líderes, quienes, indispuestos a realizar una fiesta sencilla para su príncipe, realizaron un evento enorme en la plaza principal de la manada. Las flores decoraron cada uno de los rincones de la aldea, siendo los colores rosado, blanco y azul los que más abundaban en las calles. La música resonó desde la mañana, llenando de algarabía a los extranjeros, quienes bailaban al son de las melodías de fiesta que resonaron en su visita al pueblo.

Las bendiciones abundaron en el trayecto del día, siendo los sirvientes de distintos líderes vecinos los que se paraban frente a la puerta de La Gran Casa Real para declamar los mensajes de sus amos en favor de la prosperidad del príncipe. Los líderes agradecieron todos los mensajes recibidos, ofrecieron sus mejores deseos y enviaron regalos a sus invitados, como muestra de gratitud por tenerlos en un día tan especial dentro de sus territorios. El tema de la seguridad había quedado en manos de Hoseok, quien desplegó a varios de sus hombres más fuertes a las fronteras de la manada para que ningún intruso interrumpiera tan bella celebración y mandó a un grupo de soldados a la entrada del pueblo, en caso de que alguien más se acercase más de la cuenta a la manada.

Todo iba yendo de maravilla en la celebración y, considerando que habían escogido el mes de marzo para realizar la ceremonia principal por ser el comienzo de la hermosa primavera que tanto significaba para la pareja, se esperaba que la boda culminara con más bendiciones de los dioses y la felicidad de la pequeña familia que el príncipe atesoraba.

El día avanzó con normalidad, siendo la noche el momento donde se llevaría a cabo la boda. Namjoon y Yoongi, quienes habían llegado desde su manada para acompañar a su amigo en un día tan especial para él, se encargaron de cuidar a los niños mientras la pareja se arreglaba adecuadamente para su boda. Estando en casa de los Jung, Namjoon y Yoongi pudieron tomarse un poco de tiempo libre para ayudar con las decoraciones del altar y la recepción, viendo de vez en cuando cómo su propio hijo iba de un lado a otro con los hermanos Jeon, Wooyoung y el mayor de los Jung, a quien habían invitado a su pequeño espacio de juegos para que Daejoon no se sintiera tímido por no ir al mismo ritmo que los mayores.

―Yo seré el guerrero y Daejoon será el príncipe en apuros ―dijo Yongshik, mientras sacaba de la caja de juegos una espada de juguete―. Minjoon será mi fiel compañero y escudero.

―¿Y yo? ―preguntó Wooyoung, mientras observaba a los menores―. ¿Qué seré yo?

―Tú serás el villano que tiene encerrado a Daejoon, junto a Hyungseok.

―¿Por qué soy el villano? ―se quejó―. ¿No puedo ser tu compañero de armas y Minjoon el villano?

Yongshik negó.

―Minjoon es más pequeño que nosotros y no puede hacer cosas peligrosas. Lo correcto es que ambos seamos quienes luchemos en este juego, por ser mayores.

―Bueno, tienes razón en eso.

―Sí, además, Minjoon es mi mejor amigo, no puedo combatir contra él.

―Minjoon no parece pensar lo mismo.

Yongshik giró en dirección del menor, quien había permanecido callado en toda la conversación. Minjoon se encontraba sosteniendo otra espada de juguete, llevándolo hacia adelante y atrás como si estuviese probando que tan pesada era el arma. No tenía mucha habilidad sosteniendo ese tipo de juguetes, pues tenía solo cuatro años de edad, pero parecía estar un poco familiarizado con el concepto de este y apuntaba directamente a la espalda de Yongshik, como si esa fuese la acción correcta.

Don't go way ; ggukmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora