27. El milagro que erradicó la soledad.

3K 348 32
                                    


El tiempo trascurrió mucho más rápido en compañía de los Jeon. Diciembre trajo consigo una nueva esperanza para Jimin, pero enero le resultó mucho más gratificante por el crecimiento de los niños, quienes parecían curiosos por aprender todo tipo de costumbres de la manada Park. Los paseos que realizaban hacia el interior del bosque o las pequeñas aldeas alejadas de la manada, las cuales se acercaban mucho más a las fronteras, se convirtieron en recuerdos preciosos para los menores, quienes adoraban cada día más vivir en aquel lugar, alejados de todo el caos que supuso su anterior manada. Jeongguk se mantenía alegre por descubrir tal adoración en sus hijos, por lo que siempre intentaba acercarlos más al pueblo principal y sus pobladores, para que la afectividad creciera con la convivencia.

El primer mes del nuevo año también trajo consigo un fortalecimiento en la relación de Jimin y Jeongguk. Ambos se habían unido más a causa de la nueva esperanza naciente en el omega tras el éxito de su tratamiento y la reanudación de su ciclo de celo. Los resultados que Seokjin esperó para el omega fueron presentándose con más recurrencia, lo que generó un aumento en las probabilidades de la concepción de un niño. La noticia había alegrado tanto a la pareja que ahora esa esperanza los había unido al igual que la marca reposada en el cuello de Jimin. Los lazos formados esa noche de celo le concedieron al omega la protección de un alfa y el fortalecimiento de su lobo interior, quien se presentaba con mucha más soltura. En Jeongguk, el resultado fue el mismo. Su lobo se aferró a la vida y dividió sus lazos formados entre los miembros de su familia, siendo los de su pareja los más fuertes entre ellos; tal y como Seokjin le había dicho a Jimin hacía tanto tiempo.

Las buenas noticias llenaron de algarabía el hogar del omega, pero la llegada de febrero y la amenaza de una nueva manada vecina, terminaron por apagar esa llama de felicidad que se había posado con tanta dificultad en su hogar.

La manada Park no había encontrado enemistad en ninguna otra nación después del incidente que oscureció el futuro del príncipe Jimin. No existía manera en que alguien pudiese ir en su contra después de lo sucedido con la manada Choi o sus anteriores enemigos, pero eso pareció no importarle a la familia Yŏng, quienes, apenas encontraron la oportunidad para generar un conflicto a causa de uno de los traidores de la Asamblea, saquearon las cargas comerciales que los Park enviaban a sus vecinos como advertencia de su descontento. La familia real, siendo representada por Hoseok en las reuniones que se realizaron con los atacantes, intentó llegar a un acuerdo para que el conflicto no fuese mucho más allá de una simple discusión, pero la ambición de sus enemigos logró calar profundo en la paciencia de la realeza y los miembros de la Asamblea, por lo que dos semanas después, ambas manadas se declararon la guerra mutuamente.

La conformación del ejército de la manada Park llevó apenas diez días. Se convocó a la lucha a todos los alfas y betas en condiciones aceptables para que defendieran la manada en aquella guerra infernal de la que pocas noticias se recibieron una vez que inició. Los líderes de los escuadrones pasearon por todas las casas de los pueblos, reclutando a alfas entre jóvenes y veteranos para que participasen en las primeras líneas de ataque. Muchas de las familias se negaron a dejar partir a sus familiares, pero el deber con la manada fue primordial en esa cuestión, por lo que no hubo tiempo a negaciones.

Jimin, quien conocía perfectamente lo difícil que eran las guerras con sus vecinos, se negó rotundamente cuando se intentó reclutar a Jeongguk para que participase, pero ni siquiera su poder como príncipe pudo hacer algo en contra de esa situación. Las fuerzas requeridas para esa batalla debían sobrepasar a los enemigos, pues estos tenían alianzas que complicaban la victoria para la manada; por eso, no podían prescindir de ningún alfa, aunque este fuese la pareja del príncipe y tuviera hijos que cuidar. Jeon, resignado a su destino, terminó por aceptar la propuesta y se enlistó en el ejército, sin poner más negaciones de por medio.

Don't go way ; ggukmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora