14. La noche bendecida por el destino.

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Las consecuencias de haber ingresado a territorio de la manada Park no tardaron en presentarse. A primera hora del día en que los Jeon se marcharon de la aldea, las noticias sobre la muerte de sus centinelas navegaron hacia los oídos de la Asamblea, quienes iniciaron una reunión de emergencia antes de que se supiera en todo el pueblo sobre el ataque sorpresivo recibido. Se debatió sobre las razones que tuvieron los intrusos al llegar tan lejos en el bosque de su manada antes de morir en medio de la nieve. Se manejaron muchas teorías alrededor del conflicto, pero no fue hasta que uno de los alfas rastreadores encontró un emblema de la manada Choi que pudieron dar con el verdadero culpable del ataque.

Hoseok, quien había asistido a la reunión que duró aproximadamente tres horas, fue testigo de las revueltas entre los miembros de la Asamblea al considerar un ataque directo como represalia por tal acción en su contra. El número de muertos no daba tregua a manejar esa situación pacíficamente, por mucho que los intrusos se hallaran muertos a esa hora del día. La tetra planificada por los Choi había sido un insulto directo a su manada, por lo que solicitaban una fuerte respuesta en su contra para que aprendieran a no subestimar su poder.

Muchos estuvieron a favor del contraataque, más por su orgullo herido que por el bienestar de la manada. Propusieron varios planes para llevar a cabo dicha contienda y generaron ideas de invasión, mostrando los recursos que poseían los Choi de los cuales podrían apropiarse si lograban ganar. La conversación se extendió durante mucho rato, siendo la guerra el único tema a debatir. Sin embargo, cuando Hoseok se puso de pie y manifestó su punto de vista del asunto, las ansias de combatir contra sus enemigos parecieron apaciguarse.

―Atacar a ciegas a una manada de la cual no tenemos mucha información solo nos pondría en desventaja ―dijo Jung―. Estamos hablando de la manada que destruyó a los Min y dejó su pueblo hecho cenizas. Apenas se están recuperando de tal ataque y han logrado expulsar a los invasores con ayuda de sus aliados. No nos estamos enfrentando a una manada cualquiera, sino a una que sabe muy bien lo que es enfrentarse a sus enemigos. Si atacamos tan precipitadamente, solo perderemos.

―Nuestro ejército es demasiado fuerte, podremos vencerlos si tenemos una buena táctica ―mencionó un miembro de la Asamblea―. No nos falta ni fuerza, ni estrategia. Tenemos todo lo necesario para hacerles frente.

―El señor Kim tiene razón, su Majestad ―indicó el vocero―. Nuestro ejército es capaz de vencer a cualquier enemigo. Ninguna otra manada se ha enfrentado a nosotros por miedo a nuestro poder. En el sur, es la manada Park la que genera miedo en otros lugares. Atacar sería una buena demostración de la fuerza que poseemos.

Hoseok negó.

―Mi intención nunca fue decir que nos quedaríamos sin hacer nada ―explicó―. Mi intención es actuar con precaución e inteligencia.

―¿A qué se refiere?

―Si la manada Choi decidió atacar nuestras fronteras con un grupo reducido de personas en lugar de enviar a un escuadrón numeroso debe significar que estaban solo intentando reconocer el terreno. Estaban midiendo nuestro poder para saber si podrían vencernos en batalla o no. Cuando vean que sus hombres no regresaron después de días, sabrán de antemano que nuestro poder es mucho mayor al que imaginaron en un inicio.

―¿Eso los alejará de nuestros territorios?

―Eso les hará meditar un poco de lo que en verdad desean conseguir. Sabrán de antemano que atacarnos será un error y, posiblemente, desistan de volver a enviar a sus hombres a nuestras fronteras. Al menos, por un tiempo, se quedarán tranquilos en el Norte.

―¿Y nosotros? ¿Simplemente los dejaremos escapar después de las muertes que ocasionaron en nuestra manada?

―Por supuesto que no ―insistió Hoseok―. Nosotros tomaremos ese silencio para avanzar hacia ellos sin que se percaten de que estamos pisándoles los talones. Hace un momento, antes de que empezara la reunión, le pedí a uno de mis espías que fuese a tierras norteñas e investigara sobre esta manada en particular. Eso es lo que haremos a partir de ahora. Nos llenaremos de la información necesaria sobre los Choi, mediremos su fuerza tal y como ellos lo hicieron con nosotros y, cuando menos se lo esperen, y nuestros hombres estén lo suficientemente cerca de sus fronteras, atacaremos sin piedad y los haremos pagar por este cruel asesinato.

Don't go way ; ggukmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora