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Jughead

Me sentía fatal.

Betty ya no querría jugar conmigo nunca más.

Ella se sentía mal, y mi juego solo la hizo sentir peor.

Estaba sentado en mi cama, con mi peluche de tigre en una mano y mi gorro gris en la otra, cuando papá entró y se sentó a mi lado.

-¿Estás bien, campeón?

Negué con la cabeza.

-Puse a Betty triste. Yo solo quería animarla.

-Lo sé, muchacho. No es tu culpa...Betty estaba triste, pero no es por algo que tú hiciste.

-¿Seguro?

Papá asintió.

Papá no miente.

-¿Crees que ella aún me quiera?

-Apuesto a que aún te quiere mucho. De hecho, creo que le haría bien que estés con ella ahora mismo.

-Ok -dije parándome-

Caminé junto a él hasta su cuarto y vi a Betty en la cama, mirando la televisión.

-Betty, tu mamá dice que nada de televisión hasta luego del almuerzo -advirtió subiéndome a la cama-

-Pero porfis -dijo tristemente- solo un poco ¿Sí?

Él suspiró.

-Bien.

Betty sonrió y me miró mientras yo me acomodaba en la enorme cama.

-Lamento arruinar tu juego, Juggie.

-Yo lamento haberte hecho llorar. Y no arruinaste nada.

-Tú no me hiciste llorar.

Ella me abrazó.

-¿Osea que aún eres mi amigo?

-Para siempre.

Papá estaba por irse, cuando Betty lo detuvo.

-¿Por qué te vas? Dijiste que volverías, te quedarías conmigo.

-Creí que querías estar con Jug.

-Pero- Pero los dos.

Él sonrió con ternura y camino de nuevo hacia nosotros, se acostó junto a Betty y ella abrazó su brazo mirando la televisión.

Pasó un rato hasta que Alice se asomó a la puerta, y se detuvo a mirarnos.

-Hola -dije sacudiendo mi mano saludando-

-Hola -sonrió de nuevo-

-¿Qué pasa?

-Se ven adorables -dijo y caminó hacia la rubia para besar su frente- tengo que irme, cariño. Volveré muy rápido ¿Sí?

Ella negó.

-Mami, no te vayas.

-Tengo que trabajar, amor. Es importante.

-No te vayas, porfis -suplicó en un hilo de su delicada voz- porfis ¿Si?

-Tranquila -dijo y la tomó para abrazarla acariciando su espalda- voy a volver. Voy a volver más rápido de lo que puedes imaginar. Y mientras no esté, pueden jugar, y ver la televisión, y FP va a cocinar el almuerzo para que coman los tres juntos. La vas a pasar lindo, y cuando llegue, de seguro estás tomando una siesta ¿Verdad, cariño?

Papá la miró y suspiró.

-Sí -dijo en un suspiro-

-¿Por qué haces así? -preguntó Betty mirandolo con sus hermosos ojos cubiertos de lágrimas-

-Porque a ustedes dos los pongo a dormir y siempre se levantan.

-Perdón.

-Tranquila, pequeña, no me enojo.

Betty volvió a abrazar a Alice.

-¿Prometes que sí vas a volver?

-Lo prometo, princesa.

Ella besó su frente y la dejó junto a papá de nuevo.

-Los veo luego.

-Adiós -dijo papá-

-¡No! -Betty dijo asustada- ¡Adios no!

-Shh -la abrazó- Quise decir hasta luego.

Betty estaba a punto de llorar de nuevo, me pone triste cuando se desespera así.

-Tranquila. Estoy aquí, y Juggie igual ¿Cierto, muchacho?

Asentí y la abracé, mientras ella se acomodaba en el pecho de papá.

-Ustedes son los mejores.

-¿Viste, Betts? Yo también te puedo cuidar a tí.

-Pero solo de día -dijo tallandose un ojo-

-Sí...lo siento.

Ella tomó mi mano y se volteó.

-Cuéntame un cuento, Juggie.

-Bien. Pero luego, no lloras nunca más.

Papá rió y me miró quitando el cabello de mi rostro.

-No puedes pedirle eso.

Bufé y Betty me miró.

-¿Y el cuento?

-Bien, bien. Te lo contaré.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora